Muy mal comienza el año en el municipio de Villa Nicolás Romero, pues por órdenes expresas de la alcaldesa Angelina Carreño Mijares, fueron despedidos, de golpe, 72 trabajadores que laboraban desde hace 6 y 9 años en el ayuntamiento de esa localidad. El argumento de Angelina Carreño es que "no hay recursos y por tanto se hará recorte de personal", sin embargo, el caso más notable de las personas desempleadas es el de aquellos compañeros que tienen algún vínculo con el Movimiento Antorchista, de donde se deduce que se trata de una agresión directa de la presidenta municipal en contra de nuestra organización; Angelina se ha atrevido a decir, además, que ella no va a "tener de mantenidos a los antorchistas que ni siquiera trabajan", etc.
Por supuesto que los "argumentos" de la presidenta municipal no sólo son falsos sino también ruines: en primer lugar, porque no es cierto que carezca de presupuesto, ya que la Gaceta de Gobierno del Estado de México dice que los diputados locales le aprobaron 28 millones más al municipio de Nicolás Romero, por el concepto de participaciones (en concreto para el pago de nómina) para ejercer en este año; en segundo lugar, es otra mentira monumental que la presidenta municipal nos acuse de vividores del presupuesto, ya que todos nuestros compañeros desquitan su salario con el sudor de su frente; así por ejemplo, 35 de ellos trabajan como albañiles en la Dirección de Obras Públicas, y el resto lo hace en diversas actividades: en centros escolares, en una biblioteca, en una guardería, en la limpieza de espacios públicos, como abogados que dan asesoría gratuita y en el Organismo de Agua y Drenaje del ayuntamiento. Todos ellos, repito, con 6 o 9 años de antigüedad, razón por la cual la presidenta ofende de hecho y de dicho a estos modestos trabajadores, no sólo porque los echa a la calle, sino porque además, los llama parásitos o "aviadores" como se acostumbra decir en el lenguaje popular. Cabe mencionar que con esta medida arbitraria de Angelina se afectan también los ciudadanos que habitan en la comunidades donde se ubican los servicios públicos mencionados, lo cual ha irritado a mucha gente que se siente atropellada por la alcaldesa, más aun que cuando ella anduvo en campaña política, y sólo era candidata del PRI, le pidió a dichas comunidades que confiaran en ella, que traería más progreso para el municipio y bla, bla, bla, pero hoy vemos que fue un vil engaño. En esto reside la ruindad, la bajeza de su actitud, porque se acercó con aparente humildad a pedir el voto y ahora no sólo no le da a la gente lo que necesita, sino que le arrebata sin misericordia lo que ya había logrado (su modesto trabajo), por cometer el "terrible delito" de ser antorchistas.
Entre las graves consecuencias de la decisión tomada por Angelina, se encuentra el hecho de que la niña Natali Guadalupe Parra González de 12 años de edad y que padece de osteosarcoma (cáncer de hueso) tuvo que suspender las quimioterapias que le aplicaban en el Instituto de la Salud del Estado de México, debido a que su padre perdió el trabajo que tenía como albañil del ayuntamiento. Algo semejante ocurre con la compañera Trinidad Gaspar Flores, que laboraba en el dispensario médico de la colonia Balcones de Santana y que ahora ya no puede adquirir el medicamento necesario para tratarse la aguda osteoporosis que padece, porque fue despedida por la nueva presidenta municipal que, por lo visto, carece del más elemental humanismo y sentido de solidaridad con sus semejantes.
Ante esta despiadada postura de Angelina, ya podrá imaginarse el pueblo de Nicolás Romero lo que le espera los próximos tres años, particularmente a las comunidades más pobres donde tiene presencia Antorcha, que son muchas en este municipio y que demandan seguridad pública, agua potable, drenaje, pavimento, electrificación, salud y educación, entre otros servicios y obras. Llegamos así, al verdadero fondo del problema, consistente en que la alcaldesa arremete contra Antorcha, porque después de 28 años de lucha y de trabajo en Nicolás Romero, nuestra organización ha logrado muchos beneficios para los nicolasromerenses, lo cual nos ha permitido crecer y desarrollarnos en toda la geografía municipal, hasta convertirnos hoy en una poderosa fuerza popular que, piensa Angelina, pone en riesgo sus desmedidos deseos de poder, pues ya ha corrido el rumor de que piensa reelegirse como presidenta en el año 2018 y que piensa lograr su objetivo "le pese a quien le pese". Y en esa ambición enfermiza de poder, mira en Antorcha un gran riesgo para sus planes personales. ¡He aquí el verdadero fondo del problema!
Pero se equivoca Angelina en sus cálculos políticos. Ciertamente la ley, hoy día, permite la reelección de los alcaldes para el año 2018, y Antorcha sería la primera agrupación en apoyarla si observáramos un buen gobierno municipal en estos tres años, que realmente beneficie al pueblo, resolviendo, hasta donde sea posible, las necesidades más sentidas de la gente. Y se equivoca la ciudadana presidenta, porque con ese estilo autoritario e inhumano de ejercer el poder, lo único que logrará es cosechar la antipatía del pueblo nicolasromerense que, como todo el pueblo mexicano, ya no se deja mangonear y menos someter como en otros tiempos cuando el PRI era el partido todopoderoso y ganaba todas la elecciones, por las buenas o por las malas. Prueba de ello es que en Nicolás Romero ya gobernó el PAN (y también este partido estuvo en Los Pinos 12 años), es decir, no queremos asustar a nadie con el petate del muerto. Por nuestra parte, los antorchistas le pedimos públicamente que nos respete, que reinstale a los trabajadores en sus puestos antes de que sea demasiado tarde y, sin alardes de ninguna especie, le decimos que si su respuesta es continuar con las agresiones, simplemente le aclaramos que nos defenderemos con todos los recursos legales y políticos que estén a nuestro alcance. Nosotros deseamos fervientemente la paz, pero si a pesar de ello, la presidenta elige el camino de la confrontación, pues ni modo, no será la primera ni la última vez que tendremos que actuar en legítima defensa, porque en su lucha contra la pobreza en el país entero, Antorcha considera el desempleo como una de las causas que más agravan dicho flagelo social. Que conste.
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