Las transformaciones durante el siglo XVIII, se reflejaron en un movimiento cultural llamado: La Ilustración, una nueva concepción del hombre y del mundo se estaba gestando; este movimiento cultural le dio todo el peso a la razón y experiencia humana, a fin de criticar, e incluso, eliminar las instituciones político-religiosas del antiguo régimen. Esta corriente de pensamiento se caracterizó por los derechos de libertad, igualdad, trabajo y propiedad, acordes con los principios de la razón.
Trasladado al terreno político, La Ilustración jugó un papel sumamente relevante, ya que era una crítica feroz a los gobiernos absolutos, pensadores como Charles Louis de Secondat, barón de La Bréde y de Montesquieu (1689-1755) en su obra Cartas Persas (1721) crítico al absolutismo y en El espíritu de las leyes (1784) afirmó que la ley es más importante que el Estado, ya que ésta es una garantía para la libertad, y para asegurar su legalidad era fundamental una división de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Otro gran pensador fue Juan Jacobo Rousseau (1712-1778) quien se opuso a la opresión feudal y en su obra El contrato social (1762) mencionaba que se tenía que crear un Estado democrático producto de un carácter voluntario entre los individuos, donde prevaleciera la libertad y el ejercicio de la soberanía popular.
Pues bien, este movimiento cultural progresista que influyó para que se conformaran instituciones más democráticas, hoy en día no es tomado en cuenta. Puesto que en el gobierno de la 4T, las medidas políticas que toma el presidente de México son parecidas al de un gobierno absolutista, la actitud del presidente se asemeja mucho a la de un monarca. Todo lo que él diga se tiene que realizar, aunque no se tenga la razón, por ejemplo: inhabilitar el Ramo 23 porque había intermediarios, desaparecer las estancias infantiles porque había corrupción, cancelar el aeropuerto porque era una obra faraónica, etc. Todas estas decisiones se tomaron al vapor, sin ninguna justificación racional, fue puro reflejo de las vísceras del presidente, pero como estamos en un gobierno absolutista se tuvieron que hacer porque sus súbditos disfrazados de burócratas lo ejecutaron así.
La economía no crece, se ha incrementado la violencia, en México matan diario a estudiantes y a mujeres, no hay suficiente infraestructura en los hospitales, incrementó el desempleo, los apoyos no le llegan a la gente, se mueren los niños de cáncer, no hay libertad de expresión, etc. Estos males sociales son generados por la ineptitud del gobierno federal; ya no es culpa del pasado, ha transcurrido un año sin que se observe un proyecto de nación sólido que haga de este país una economía próspera.
Ante este panorama adverso que acontece en México, es urgente que el pueblo tenga un partido político que en verdad lo represente. En el estado de Puebla, el gobernador Miguel Barbosa intervino cual si fuera un virrey para que el Movimiento Antorchista Poblano (MAP) no pudiera convertirse en partido local, sin argumento alguno y usando las amenazas en contra de los dirigentes antorchistas. Estamos viviendo tiempos difíciles porque hay un gobierno absolutista que no quiere que se escuche la voz del pueblo, y por eso hacen todo lo posible para manipular la ley y ejecutar lo que ellos digan. Por eso, es necesario que el pueblo luche con más ánimo para defender sus derechos que a lo largo de la historia han sido conquistados con sangre de nuestras prosapias. Tienen que sentarse las bases para que el pueblo pueda conquistar su libertad, y eso se tiene que lograr porque ésa es precisamente la marcha de la razón. Si el pueblo no se organiza y lucha lo seguirán aplastando los reinados de la 4T. Por ello, en estos momentos, se debe alzar la voz y exigir que se respete la ley, que es la única herramienta legal que tendría que tener cualquier ciudadano mexicano que quiera defender sus diversas causas.
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