Algunos dentistas usan un preparado líquido o en pastillas, que se torna de un color azul en las zonas donde se acumula la placa bacteriana alojada en los dientes, demostrando así una falta de higiene bucal en el paciente. Así como en este caso, el coronavirus es en sentido figurado, un revelador que ha sacado a flote los problemas que padecen la mayoría de los mexicanos.
¿Cómo es eso? Se ha revelado por ésta problemática la preocupación de miles de mexicanos que viven en situación de pobreza, y que han visto que les sería imposible soportar un resguardo por más de 40 días. ¿Quiénes verdaderamente están preparados para combatir una situación como esta?, ¿quiénes tienen un fondo económico suficiente como para protegerse en su hogar por un periodo de tiempo tan largo?
Millones de mexicanos no tienen un salario fijo, algunos tienen empleos informales, otros venden productos o servicios, y la mayoría vive al día con sus míseros ingresos, ¿qué será de una pequeña peluquería, una cenaduría, o de aquel plomero, electricista o albañil, que vende sus servicios para poder llevar el pan de cada día a su casa? Y si a eso le sumamos que hay gastos fijos como la renta de vivienda, los recibos de agua, luz, teléfono, entre otros, ¿quiere decir, que muchas personas tendrán que endeudarse para sobrevivir?
La cruda y triste realidad, es que más de la mitad de los mexicanos están en esta situación, según el INEGI, y que no cuentan con algún tipo de prestación, apoyo económico ni incentivo marcado por la ley. El sector informal es el que más contribución económica genera, aún por encima del sector de la construcción, la industria manufacturera o los servicios de alojamiento, preparación de alimentos y bebidas.
Esto nos puede dar una idea de qué tan duro será el golpe si la población se pone en cuarentena, se vendrá una crisis económica aún mayor de la que ya se vive, y el gobierno mexicano lo sabe muy bien, es por eso que no han querido paralizar al país a pesar del inminente riesgo de contagio que existe. Frenar la economía significaría un golpe letal para el ya debilitado crecimiento que se ha mostrado desde la llegada de AMLO al poder; la mayoría de la población teme a un aislamiento que no está listo para enfrentarlo.
Viendo la ya tradicional conferencia matutina, el Presidente dijo que, para enfrentar esta recesión económica, el gobierno se ajustará el cinturón a fin de que los ciudadanos no tengan que hacerlo y que no sufran las consecuencias, pero, ¿significa aún más recortes a obras públicas, a programas sociales y a servicios de salud? ¡Entonces, ese ajuste de cinturón, sí afectará a la ya de por sí lastimada población! Además, dijo, que pasaríamos de "la austeridad republicana" a la "pobreza franciscana" y que no se tocarían las reservas del país, situación que contrasta con las recientes declaraciones de la SHCP de usar 149 de los 269 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, para hacerle frente a la caída del petróleo, es decir, dejar a México con menos de la mitad de ese fondo (42.5%).
Lo único que vino a traer luz a la vida cotidiana y nos abrió los ojos a la lacerante realidad del país es: la caída del petróleo y el coronavirus; atestiguando la falta de preparación del actual gobierno para comandar, además de que no tiene la más mínima preocupación por el sector humilde de la población.
Lo que menos deseamos es que nuestro país siga en retroceso, así que, desde ésta tribuna, lo exhortamos a que deje de lado la "alta política" y tome en cuenta la opinión de quienes nos estamos viendo afectados por sus malas decisiones, si no, el tiempo lo dirá.
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