En los días que corren hemos sido testigos del continuo golpeteo y desaparición de los organismos autónomos que aún quedan en México desde la llegada de la 4T al poder de la República, cuya función constitucionalmente consiste en promover la democracia, y mantener el equilibrio de poderes y la gobernabilidad del país. Incluso someter al ejecutivo en la toma de decisiones que perjudiquen el erario público, los derechos humanos, la seguridad de los ciudadanos, etcétera.
Son reglas de la democracia que por años han regido la convivencia entre los poderes políticos en México. El poder Ejecutivo, Judicial y el Legislativo, cada uno con su propia estructura organizativa, sus funciones y responsabilidades, con respeto y autonomías institucionales. Preocupa que a mitad del sexenio del partido gobernante, Morena, como ya se vislumbraba, con más abuso y descaro, el respeto y autonomía entre poderes se ha diluido al grado de que ya no existe tal división. Ahora los poderes se utilizan para imponer la política de “transformación” del presidente, con el argumento de tener la mayoría en el poder legislativo, además de magistrados afines y muy cercanos al presidente.
Se esperaba que la actuación de un partido diferente a los anteriores, de izquierda, que durante muchos años exigió democracia, marcharía en el sentido de no cometer los mismos y muy criticados excesos de sus predecesores. Pero nada de ello ha sucedido, por el contrario, primero el Congreso, luego la Secretaría de Hacienda y finalmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación se inclinan ante el ejecutivo.
Con motivo de la “Revocación de mandato” que no es otra cosa que la continuación de la campaña de López Obrador, el Instituto Nacional Electoral (INE), uno de los organismos autónomos, se inconformó ante el recorte presupuestal para la realización de dicha consulta, ejercicio electoral que no figuraba en las actividades que instrumenta el INE, apretando la pinza con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le ordenó ante su inconformidad por el recorte presupuestal, garantizar la realización de dicha consulta con los recursos asignados por la Cámara de Diputados, que implica reducir la instalación de las 161 mil casillas que legalmente deberían abrirse.
Sergio Gutiérrez Luna, legislador de Morena y Presidente de la Cámara de Diputados, perversamente, de manera por demás irracional y tramposa, entró al Sistema de Transporte Colectivo Metro para arengar e incitar a los usuarios, a rechazar las acciones de los consejeros del INE, particularmente contra Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, por el acuerdo de exigirle al congreso los recursos suficientes para realizar el ejercicio de Revocación como legalmente lo establece la Constitución, y tendenciosamente cuestionar a los usuarios del metro respecto a los salarios que perciben los consejeros del órgano electoral.
Como era de esperarse, sin conocer el tema ni los argumentos de los consejeros acusados, los ciudadanos expresaron su rechazo a Córdova y Murayama, superando con creces a las mejores superproducciones cinematográficas. Tal montaje de los legisladores morenistas y sus vulgares acciones, como todos sabemos, no tienen más propósito que incitar a la población contra el INE y la intención de descalificar y preparar el terreno para la desaparición de este organismo autónomo para hacer su voluntad decidir y proponer a sus propios consejeros.
Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, llevan meses de recibir ataques verbales de “destacados” dirigentes de Morena, incluido el propio presidente, Andrés Manuel López Obrador, por lo que con mucha razón, tomaron la determinación de exponer en la “Cumbre Mundial del Día de las Elecciones 2022”, organizada por la Asociación de Organizaciones Electorales Europeas (ACEEEO por sus siglas en inglés), los ataques contra las autoridades electorales, recortes presupuestales y cotidianos intentos de controlar los organismos autónomos, en particular el INE a través de cambios legales, llegando incluso a amenazar la integridad personal de los funcionarios públicos, a cargo de las instituciones electorales mexicanas.
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