Los mitos, las fabulas y los dichos populares, tienen algo de sabiduría antigua. Uno de los mitos dice que Prometeo robó el fuego a los dioses para dárselo a los hombres. El dios Zeus estaba furioso con el titán y con los humanos por aceptar el regalo, por lo que ideó un plan para castigar a todos. A Prometeo lo castigó encadenándolo a una roca y un águila comiéndole su hígado, que todas las noches volvía a crecer en la misma proporción en que lo habían comido.
Para castigar a los hombres, Zeus le ordenó a Hefesto que creara una mujer hermosa a quién llamó Pandora; Afrodita le imprimió el don de la belleza, Hermes le dio astucia, Atenea le enseñó diversas artes y Hera le hizo el regalo que cambiaría la historia de los hombres por siempre: la curiosidad. Luego, Zeus ordenó a Hermes llevar a la hermosa mujer a la Tierra.
Antes de emprender su camino a la Tierra, Zeus obsequió a Pandora una jarra de oro con incrustaciones de piedras preciosas atada con cuerdas doradas y le advirtió que bajo ninguna circunstancia debía abrirla. Pandora se casó con Epimeteo, hermano de Prometeo, vivían felices, pero Pandora no podía olvidar la jarra. Por fin, después de luchar por mucho tiempo, abrió la jarra y de ahí salieron: la enfermedad, la envidia, la vanidad, el engaño y otros males, quedó al borde de la jarra porque no podía salirse la Espera o la Esperanza.
Cuantos no hemos dicho: la esperanza es la última que se acaba, sin esperanza no hay futuro; en fin, desde la antigüedad ya se sabía que un mundo sin posibilidades de mejorar era una tragedia; todos los males tienen solución, excepto la muerte. ¿Puso Zeus la Esperanza como otros de los males? En estos días pareciera que así es.
Ganar una elección no es sinónimo de buen Gobierno; basta recordar a Vicente Fox. Los morenistas ganaron porque convencieron, de eso no hay duda; pero de ganar y hacer un buen gobierno hay mucha diferencia, pero si tienen razón, con los hechos y obras lo pueden demostrar. ¿Basta el combate a la corrupción para sacar a México del hoyo en que se encuentra? Pienso que no y los hechos lo están demostrando. La pobreza ha aumentado a niveles espeluznantes, no hay trabajo, no hay vacunas para los niños recién nacidos, el gobierno prefiere tirar el dinero que invertirlo de una manera eficiente.
Se acabaron los apoyos para las clases populares, lo de "primero los pobres” fue una ilusión que se está desmoronando. Parece que primero los pobres, sean los que sufran la desgracia, mueren por covid y violencia los pobres; para salvar una refinería que no tiene futuro, es mejor inundar a los pobres; el emblemático programa que buscaba erradicar la pobreza, Prospera, desapareció, ni los panistas se atrevieron a tanto. Todo ello, con el pretexto de que ahora van a llegar los apoyos directos a la puerta de su casa. ¿Ya llegaron las aguas potables a los ejidos de Galeana, Zaragoza, Mier y Noriega? ¿Ya tienen trabajo?
Desde mi modesto punto de vista, lo que el Gobierno federal quiere es "que se haga la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”. Las palabras hermosas son típicas de los hombres que se lanzan a campaña, la política se ha convertido en mercadotecnia… como si quisieran vender un auto, perfume o celular; en muchas ocasiones caemos en el engaño ante el cúmulo de virtudes que nos venden, por ejemplo, con un celular, pagando cantidades inmensas, para que una vez que lo usamos nos demos cuenta de que no tiene todo lo que prometieron…pero una vez comprado el producto, no hay manera de devolverlo, porque no hay garantía o el contrato explica que no se puede devolver.
En política si hay manera de acabar con los que engañan, que no supieron cumplir sus promesas, y ese, en actuales circunstancias es el voto popular, en donde uno debe razonar y poner en la balanza el futuro de nuestros hijos, y analizar sin prejuicios la mejor elección, estamos a tiempo de corregir con una píldora el problema, de lo contrario, como las enfermedades, si dejamos que siga pasando el tiempo, y si seguimos esperando que cambien su modo de actuar y nuevamente nos endulcen el oído con palabras zalameras, tendremos que recurrir a una cirugía y eso, como se sabe, se corre el riesgo de quedar en la plancha.
Sin lugar a dudas, hay un reto muy grande en Nuevo León. Ya se tuvo un gobernante que se dijo independiente, pero que ni siquiera se preocupó por su pueblo, o hizo muy poco. Es momento que se levanten los que se rehúsan ser esclavos. El futuro de nuestro Estado está en juego. Desterremos la falsa esperanza que nos invita a comer humo y desaparecer. Resolver el problema que enfrenta nuestra patria requiere mucho trabajo y es necesario comenzar lo más rápido posible. Veamos los hechos. Los que tienen el poder, nos deben demostrar con hechos que están haciendo para resolver los problemas. De lo contrario, será una mentira más para que ellos se sigan enriqueciendo a manos llenas. La salvación del pueblo, es el pueblo mismo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario