Este sexenio será recordado no por el nombre Cuarta Transformación, sino por ser hasta ahora uno de los más corruptos de la historia, todo es jarabe de pico del presidente y esta actitud ya está causando daños serios por consecuencia de su palabrería y ataques de odio que están cosechando lo sembrado, así quedó demostrado en días pasados con la quema de varios Oxxo, gasolineras y muertos por todos lados, curiosamente todos de la sociedad civil, pequeños y grandes empresarios y ninguno del gobierno federal, el cual se limita a observar los hechos relajadamente. Pareciera como si los compromisos de campaña del presidente fueran romper récord en corrupción y destrucción. El país arde según las noticias y lo justifican echándole la culpa al crimen organizado, el cual se ha acrecentado porque AMLO
Muy poco le duro la valentía al presidente que se atrevió a retar al gobierno gringo, pareciera que no tiene miedo, pero tiembla de coraje por la imposición del presidente de estados unidos la cual tiene que obedecer al pie de la letra. Su administración se destaca como lo dijo Donald Trump como la de un presidente que se dobla fácil y rápido, no es lo mismo aprovechar el aparato del estado para humillar, amenazar, calumniar y mentir todos los días en sus mañaneras contra sus opositores. Cuando se enfrenta con alguien que le puede responder se rinde fácil, solo hay que recordar su actitud con Joe Biden, por lo que queda demostrado que hacia el exterior es una oveja sumisa y obediente, que tiene que soltar a los líderes del crimen organizado.
Ya son cuatro años de administración que han sido de ataques a la mayoría de los ciudadanos, principalmente a los que no están de acuerdo con él, ocasionado que siembre odio, cosechando muertos y por eso muchoscoinciden que es un incendiario.
A pesar de los malos resultados sigue con sus ocurrencias haciendo esfuerzos para marear y confundir al pueblo, para poder continuar en el poder político y económico se aferra a continuar su proyecto no importando que la nación retroceda 50 o 100 años.
En días pasados anunció que su gobierno pasará de austeridad republicana a la austeridad franciscana, justificando este cambio de mil maneras para aparentar que está haciendo algo a favor de la nación, pero en esencia de lo que se trata es de explotar aún más al pueblo, para poder asignar más recursos a sus obras y poder saciar su ambición de poder, de odio contra sus opositores que lo caracteriza como un presidente populista que se aproxima cada día más aun dictador. Su famosa refinería de dos bocas inaugurada pero que no refina nada, por tal motivo necesita de más tiempo para su construcción y un mayor presupuesto, esta obra pasará a la historia como una de las obras más caras del mundo que para su construcción fue necesario se recortara el presupuesto a otras dependencias encargadas de la ciencia de la salud y la educación. Será un monumento al millón de muertos de covid-19 y de la delincuencia en nuestro país. Estas obras y el subsidio a la gasolina están costando al pueblo más de quinientos mil millones de pesos en el puro subsidio a la gasolina, así como 10,000 proyectos que se dejarán de realizar y que forzosamente afectarán al pueblo por que varios de estos recursos estaban designados al sector salud para comprar vacunas, y medicina para los niños con cáncer.
Esta austeridad republicana le permitió según al presidente ahorrarse más de dos billones de pesos, dinero que existe solo en el discurso, en el papel, porque no aclara donde se ocupó, ni que obras se realizaron y la opinión pública solo está enterada de la compra de la famosa casa gris, donde su hijo se gasto millones de pesos.
Por estos resultados muchos nos preguntamos, ¿a quién le sirve el presidente? Las estadísticas nos muestran que solo trabaja para los ricos, así lo declaró él mismo cuando dijo que en su administración ningún rico pierde, encontrastelos pobres pasaron de 51 millones a 58 millones, por lo tanto,
Si en realidad quisiera ayudar al país tendría que mejorar primero los salarios, segundo crear más fuentes de empleo, tercero tendría que reformar las leyes, no para explotar sino para hacer que los ricos paguen impuestos, cuarto debe distribuir la riqueza de una manera más equitativa porque en este gobierno los impuestos se utilizan para satisfacer los caprichos del presidente, provocando una gran crisis económica al dejar los estados sin dinero, a los municipios sin obra pública, provocando que más del 50% del país sean pobres, con pocas oportunidades de ascenso social y profesional. En la historia quedará escrito los hechos de un presidente que dijo defender a los pobres, pero que en los hechos trabajó para los ricos, apuntalo el neoliberalismo económico con resultados desastrosos para la nación, por eso coincidimos con la gente que dice “AMLO es un presidente popular, pero tirano”, cree ser el dueño de la verdad, no respeta la ley ni el marco jurídico, desprecia el estado derecho y este tipo de gobernante solo les trae desgracia a los pueblos.
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