El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera Gutiérrez entregó el ocho de septiembre a la Cámara de Diputados de acuerdo a la ley, el llamado paquete económico, consistente en la Iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2020.
La aprobación del PEF es facultad exclusiva de los diputados federales, quienes después del análisis en comisiones, deberán aprobarlo a más tardar este 15 de noviembre, contemplando un monto total de 6 billones 096 mil 336 pesos. Los programas prioritarios del Gobierno Federal siguen siendo las Transferencias Monetarias Directas, pero, los rubros que más presupuesto absorberán son Pensiones, Pemex y Seguridad, recursos que saldrán de los recortes a programas de Obras, Salud, Vivienda, Cultura, Educación, etc., según el estudio: Implicaciones del Paquete Económico 2020 del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria. A.C (CIEP, septiembre 2019).
Los recortes sufridos en el PEF 2019, junto a la desaparición del ramo 23 por la 4T, que canceló la posibilidad a los municipios de recibir recursos etiquetados para la realización de obras, motivó que el pasado 24 de octubre, un grupo numeroso de alcaldes de varias expresiones partidarias acudieran a Palacio Nacional a pedir entrevistarse con el mandatario federal y solicitarle que no se recortaran rubros importantes y necesarios en el PEF 2020, pues no han sido compensados aún por las reducciones sufridas en el PEF 2019 y ya se prevé un nuevo recorte. Solicitaban que se les programaran 10% más de participaciones y se les aumentaran recursos para la seguridad y la contingencia migratoria.
Sin embargo, lejos de ser atendidos con el debido respeto a su investidura, ganada en elecciones democráticas, de representantes legítimos de los ciudadanos de sus municipios, fueron agredidos por los miembros de la guardia de palacio nacional, rociándolos con gas lacrimógeno.Tan reprobable conducta es producto de la soberbia, engreimiento y prepotencia por parte de quien la ordenó y una muestra del doble discurso del gobierno de la 4T, así como un claro mensaje, para todo aquel que lo quiera ver, del trato faccioso dispensado a los mexicanos y a sus organizaciones.
El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, enviado por el ejecutivo para su aprobación, es un presupuesto excesivamente centralizado: excluye las iniciativas de otras expresiones políticas, recorta sustancialmente las participaciones a los municipios y los estados contraviniendo el pacto federal, y hace a un lado la gestoría de los Diputados Federales, restándoles facultades contempladas en la ley (en cuanto ciudadanos el derecho de petición y en cuanto representantes de la sociedad, la autorización para gestionar ante las dependencias encargadas de formular, distribuir y asignar partidas presupuestales).
Está claro que se trata de imponer un presupuesto monopólico, lo que revela que la 4T confunde el ganar una elección por mayoría, con ganar el monopolio absoluto del presupuesto como si se hubiera votado solo por ellos y ellos fueran los únicos que cuentan en este país, condenando a todo mundo a obedecer y callar, hecho que los retrata de cuerpo entero como unos antidemocráticos, autoritarios y, por tanto, como falsos redentores. Rasgo acentuado con el grave antecedente de copar al poder judicial, con lo que se termina la verdadera división de poderes, y con ello la democracia participativa e incluyente.
Son las consecuencias de una concepción patrimonialista del poder, que hace a los ganadores concebir como un monopolio el poder político que ostentan, o sea, un control absoluto del quehacer político. Y creen que el dinero público debe de correr la misma suerte, pues el ser mayoría les da el derecho a administra el dinero del pueblo como mejor lo juzguen conveniente, sea o no benéfico para el país, sin importar altos riesgos tanto en materia económica como en materia de estabilidad política. Eso hay de fondo en el PEF 2020.
Ahora bien, los mexicanos conscientes del peligro del desastre que se avecina de persistir en esta nefasta tendencia el gobierno federal, deben decidirse ya, a cambiar de manera responsable, por las vías institucionales y democráticas, de clase en el poder, para lo cual hace falta un partido de nuevo tipo, capaz de garantizar tanto la estabilidad política como el crecimiento económico del país y decidido a repartir de manera más equitativa la renta nacional respetando la propiedad privada, para bien de todos los mexicanos. Necesitamos un país próspero, poderoso, con verdadera independencia y soberanía, a la altura de las potencias mundiales, pero justo con todos sus hijos. Ese partido lo están construyendo los antorchistas, con su lucha por los derechos de todos los mexicanos para que sean incluidos los sectores más empobrecidos en el presupuesto 2020, y está llamado a ser la gran alianza nacional que las circunstancias actuales reclaman.
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