Higinio Martínez Miranda es, por el momento, el presidente municipal de Texcoco, estado de México. Afirmo que para proteger sus intereses económicos y políticos y los de su restringido grupo de socios, desde hace algún tiempo está ejecutando acciones muy similares a las que llevó a cabo en su momento el fascismo en Alemania. Si, sobre todo, por la dimensión del personaje, es muy difícil que sus hechos alcancen las consecuencias que tuvieron las políticas de Adolfo Hitler, ello no quiere decir que si no se ponen en conocimiento público, si no se advierte de su peligrosidad y se trata de ponerle coto a sus maniobras y violaciones constantes a la ley, no puedan tener en el corto plazo el alto costo de vidas humanas.
Debe recordarse que el fascismo en Alemania surgió después de la Primera Guerra Mundial como una necesidad de sobrevivencia y desarrollo de los capitalistas alemanes, Hitler contó con todo el respaldo económico y propagandístico necesario para convertirse de un oscuro personaje local en un estadista de alcance mundial. Recuerdo, sólo como ejemplo, que después de las elecciones presidenciales de 1932 en las que Hitler fue derrotado por poco margen por Paul von Hindenburg, se llevaron a cabo los "vuelos sobre Alemania" que llevaban a Hitler a los rincones más apartados del país a presentarse, a darse a conocer y a hacerse propaganda con dinero de los más grandes capitales de Alemania. Higinio Martínez no es tampoco un tribuno popular desvelado por el bienestar del pueblo, tiene grandes intereses económicos, tan grandes como el poder y los capitales de sus patrocinadores y protectores.
Cito –sólo como un estímulo para la reflexión- las palabras de Chris Bambery, autor del libro "Historia Marxista de la Segunda Guerra Mundial", con respecto a los tareas que los capitales del mundo le asignaron a Hitler (el lector está por supuesto en la más absoluta libertad de no hallar ningún parecido entre los fenómenos que comento): "En noviembre de 1932, el partido nazi experimentó una pérdida de votos en las elecciones que vino acompañada de un aumento de la presencia comunista. Este resultado asustó a la clase gobernante que empezó a ver en los nazis un arma útil contra la izquierda aunque, en principio, sólo estaba dispuesta a tolerar la participación nacionalsocialista en un gobierno de coalición".
Sigo. Tratando de similitudes, hay otra más: la propaganda. Veamos primero lo que escribió Adolfo Hitler en "Mi lucha". "La capacidad de asimilación de la gran masa es sumamente limitada y no menos pequeña su facultad de comprensión, en cambio es enorme su falta de memoria". ¿Y qué hace Higinio Martínez y su partido el Morena? ¿Cuál es su práctica plenamente conocida? Atiborrar al público con mentiras, calumnias e inventos extravagantes e indemostrables sobre la esencia, los objetivos y los gigantescos resultados del Movimiento Antorchista, que se ha convertido en su principal y más permanente preocupación por el aumento incontenible de su presencia entre las capas más pobres, entre los intelectuales honrados y hasta entre sectores importantes de las clases medias de Texcoco.
¿Qué más hay de similitudes con el fascismo por parte de Higinio Martínez y sus adláteres? La utilización de grupos de choque disfrazados de ciudadanos que aparentan estar ofendidos e irritados en contra de supuestos monstruos pero que atacan al pueblo que se organiza en pos de una vida mejor. No se crea que se trata efectivamente de gente que defiende sus derechos, porque no son los antorchistas quienes los conculcan; no se trata de nativos que defienden sus tradiciones amenazadas, porque son los antorchistas comprobadamente ya casi los únicos que realmente defienden, en guerra sin cuartel, las tradiciones de ellos y de todos los mexicanos; ni tampoco se trata de poseedores o propietarios que defienden su tierra, porque los antorchistas jamás han despojado a nadie de sus propiedades ni amenazan tampoco las de nadie. ¿Quiénes son, pues, cómo se mueven? Unos pocos, muy pocos, creen a pie juntillas las desmesuras que les cuentan quienes monopolizan el acceso a sus oídos, otros son asalariados de la presidencia municipal que tienen que obedecer de grado o por fuerza y otros, los menos, son los que están en el secreto, son los representantes directos de los intereses políticos y económicos del tenebroso Grupo Texcoco que cruza horizontalmente los partidos Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y de la Regeneración Nacional (que ya habilitó como dirigente distinguido al siniestro Armando Corona Rivera, de Ixtapaluca).
Con todo ese guiso, y tratando de detener el trabajo legal, pacífico y, sobre todo, muy efectivo de organización de los pobres de México, se presentó una turba e hizo todo lo posible por reprimir violentamente una Asamblea popular que encabezaba el Doctor Brasil Acosta Peña en la comunidad de San Miguel Coatlinchán el pasado 16 de octubre. Después de haber intentado cerrar sin éxito la entrada a la población con un camión al que se le desinflaron las llantas, la banda la emprendió contra los reunidos aventando piedras, huevos, cohetones, amenazas, injurias, mentadas de madre y los golpeó y dañó sus bienes. Se destacaron por su educación y respeto al derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y deliberar, los siguientes sujetos, algunos de los cuales son autoridades auxiliares y han jurado guardar y hacer guardar la Constitución y no convertirla en papel sanitario: Eladio Moreno Martínez (Primer delegado), Simón Trujano Hernández (Segundo delegado), Nancy Buendía Valdivia (Tercera delegada), César Mancilla (trabajador de la vigilancia de los parquímetros), Erick David Galicia Ortiz y Marco Antonio Rivera Fernández, entre otros.
Además de combatir la libre organización del pueblo, en lo inmediato, la horda de Higinio Martínez y el llamado Morena, trataba de impedir que los antorchistas texcocanos se reúnan masivamente el próximo día 13 de noviembre como lo tienen concertado. Pero los antorchistas texcocanos se van a reunir el 13 de noviembre. Sus compañeros vamos a estar con ellos. "Señores imperialistas –escribieron por toda Cuba los cubanos- no les tenemos ningún miedo". Seguro que le falta saber a Higinio Martínez que el fascismo terminó hundiéndose ante el embate de los pueblos.
Compañero y amigo, Doctor Brasil Acosta Peña, un parecido más para terminar. Hay agravios históricos que han engrandecido a quienes los sufrieron. Me he querido acordar ahora de los insultos y amenazas que recibió el inmenso intelectual vasco Don Miguel de Unamuno en el paraninfo de la Universidad de Salamanca por parte de un tipo que todavía aparece en la historia sólo por las sandeces que pronunció ese día, y por parte del General fascista José Millán-Astray Terreros quién las rubricó aullando "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!" Pienso, pues, en ese día en Coatlinchán, como en aquél en el que naufragaron en el olvido o en el desprecio los majaderos fascistas y en el que los insultados republicanos se hicieron más grandes y se les recuerda todavía con gran admiración y agradecimiento. Así sucederá con ustedes, contigo, compañero Brasil. Seguro. Nos vemos el 13 de noviembre. Nos reuniremos aunque los fascistas criollos no otorguen su permiso.
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