Atrás van quedando poco a poco los tiempos en que el Ejército y la Marina eran las instituciones del país con mayor nivel de confianza de la población, con 63.8%, seguidos de la Guardia Nacional, con 60.5%, según reveló la Encuesta Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI) realizada en 2020.
Nunca como ahora, un gobierno había permitido tanta humillación a las Fuerzas Armadas de México. Desde mucho tiempo antes se veía venir. En su campaña, el presidente Andrés Manuel López Obrador mandó el mensaje a quienes estaban presos por la presunta comisión de delitos y a sus familiares, que podrían ser liberados, y el 20 de abril de 2020, con los argumentos de despresurizar los centros penitenciarios del país como un "acto humanitario" y evitar contagios masivos de Covid-19 al interior de los reclusorios, el Senado de la República aprobó una Ley de Amnistía.
En la memoria de los mexicanos y del mundo, quedó registrado el 17 de octubre de 2019, del llamado “Culiacanazo”, día en que el gobierno de López Obrador tuvo entre sus manos a Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán. Aunque en un principio aseguró que su gabinete de seguridad había tomado la decisión de liberarlo, terminó reconociendo que fue él y no su gabinete quien dio la orden. La explicación fue evitar poner en riesgo a la población, para que no se afectara a civiles que podrían perder la vida.
Días después de que el ejército hubiera sido amenazado y sometido por los grupos delincuenciales, quien fuera el secretario de Seguridad Federal, Alfonso Durazo, declaró en una de sus ruedas de prensa, que el gobierno federal no tenía una orden de aprehensión en México contra el hijo de Joaquín ‘el Chapo" Guzmán’, sino que sólo existía una orden de extradición a Estados Unidos.
Y así ha sido de manera regular. Un día sí y otro también, a lo largo de todo el gobierno de la mal llamada 4T, en que son corridos por pobladores de las comunidades, desarmados, tomados como rehenes para intercambio por criminales, y en muchas ocasiones asesinados. Últimamente, el pasado 11 de mayo hemos sido testigos de una nueva humillación en Nueva Italia, Michoacán, hacia el ejército mexicano, esta vez por partida doble.
Primero, al corretear a un convoy de cuatro vehículos del Ejército mexicano, por grupos de civiles armados, presuntamente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en la región de Tierra Caliente, a bordo de al menos seis camionetas con delincuentes, y en segundo lugar, porque luego del video compartido en redes sociales, donde se ve a los militares siendo perseguidos, el propio Secretario de la Defensa, general Luis Crescencio Sandoval, declaró que el ejército actuó bien porque no se debía actuar con la fuerza. Que la indicación era no repeler estas acciones.
Por si la burla fuera poca, nada más y nada menos que el presidente de la república y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, Andrés Manuel López Obrador, declaró: “Cuidamos a los elementos de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Nacional, pero también cuidamos a los integrantes de las bandas, que son seres humanos. Esta es una política distinta”, expresó el presidente, quien calificó como “responsable” la actuación del Ejército que evitó una confrontación con los presuntos miembros de la delincuencia organizada.
El aguante de tantas ofensas y humillaciones hacia las Fuerzas Armadas también se explican también, por las prebendas otorgadas a sus jefes superiores. Los grupos criminales que operan en el país con el consentimiento del gobierno de la 4T va, desde cuidar vacunas, puertos, aduanas, construir el aeropuerto Felipe Ángeles, construir las 2700 sucursales del Banco Bienestar, construir dos tramos del Tren Maya, remodelar hospitales, combatir robo de combustible, vigilar la frontera norte y sur para frenar migración, apoyar en el programa Sembrando Vida.
Jóvenes Construyendo el Futuro, distribuir fertilizantes, o vigilar entrega de apoyos, en lugar de trabajar en la defensa de la soberanía e integridad de la nación, como lo marca la Constitución. Con su política de abrazos, cuidar a los integrantes de las bandas porque son seres humanos y cuidar los intereses de los gringos, no se desgasta la 4T, pues su prestigio está por los suelos. AMLO manda un pésimo mensaje de debilidad al mundo, y así nos tratan.
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