MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

4T, una desgracia para México

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Para quienes pensaban que al concluir el 2020 se irían con él las desgracias y males que azotaron a nuestro país durante ese año, no alcanzaron a visualizar que la situación se agravaría y que miles de familias continuarían perdiendo a sus seres queridos a consecuencia de la insensibilidad del Gobierno morenista que poco se interesa en aplicar verdaderas medidas sanitarias que contribuyan a parar la pandemia por la covid-19 que día a día contagia a más mexicanos.

Se cumplieron 315 días desde que se registró el paciente cero en nuestro país, y mientras pasa el tiempo, las cifras se vuelven aterradoras por el incremento de muertes, así como historias muy dolorosas de familias humildes que hacen hasta lo imposible por intentar salvar la vida de sus familiares. 

El jueves 21 de enero se consideró como el más letal de toda la endemia, con 22 mil contagios y mil 803 fallecidos. En los últimos 7 días murieron más personas por covid-19 que las que murieron en todo mayo del año pasado; mientras, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no deja de señalar que “hemos domado la pandemia, que los infectados van a la baja”, mostrándose, junto con su subsecretario de salud, como dos irresponsables e indiferentes ante tanto sufrimiento.

De que estamos viviendo una completa catástrofe no hay duda, las cifras, aunque frías, son muy elocuentes, se han acumulado hasta hoy un millón 711 mil 283 infectados y 146 mil 174 defunciones, esto como resultado de un país cuyo Gobierno es de los que menos pruebas hace a su población, donde el mandatario federal pone el mal ejemplo al no usar el cubrebocas; es verdaderamente lastimoso ver las largas filas de personas en busca de poder llenar un tanque de oxígeno que alargue las horas de vida a sus familiares y donde las pocas vacunas que llegan son destinadas a una buena parte de los “Servidores de la Nación” que son activistas políticos de AMLO, esto en detrimento de médicos y personal de la salud, quienes están en la primera línea de fuego.

Y tenemos que señalar lamentablemente, que de acuerdo con especialistas en salud han señalado que “lo peor está por venir”. Así vemos todos los días a millones de mexicanos que, desde temprana hora, salen de sus hogares en busca de unas monedas que les permitan al final del día dar de comer a sus hijos. Cómo no se van a incrementar los contagios, si en todas las ciudades más importantes del país vemos al transporte público repleto de obreros y madres trabajadoras que, aunque hagan lo que está a su alcance, más pronto que tarde, resultarán contagiados. Ejemplo de ello, el Metro de la Ciudad de México, donde antes de su colapso por la falta de mantenimiento por las actuales autoridades gubernamentales, se veían los vagones repletos de gente, y después del incendio, ahora se veían las aglomeraciones en las filas para abordar un autobús RTP.

Por otra parte, también vemos un “nuevo plan a fin de reactivar la economía” presentado hace unos días por el Gobierno federal, pero éste es sólo una colección de buenas intensiones que se han quedado muy cortas y no servirán para garantizar que la población se quede en su casa. Asimismo, las micro y pequeñas empresas vuelven a quedar abandonas por la actual administración que ha señalado “que quiebre quien tenga que quebrar”, lo que arroja a meseros, cocineros, músicos, obreros y trabajadores en general a la ruina y la miseria.

Ante este negro panorama es necesario que los mexicanos recapacitemos y desde ahora comprendamos que la solución a esta desgracia está en nuestras manos. Es urgente la conformación de un frente amplio de todos los sectores más progresistas del país para que como un solo hombre, en primer lugar, exijamos que la vacunación llegue a todos sin que se use electoralmente, ya que, si se hace de manera masiva y oportuna, es la única posibilidad de sacar a México de esta pandemia y crisis.

Pero esta unidad nos debe servir además a que en las próximas elecciones que se realizarán en el mes de junio, llevemos a la Cámara de Diputados a verdaderos tribunos populares que no se comporten como títeres de AMLO que le permitan adueñarse del presupuesto de la nación a fin de continuar derrochando la riqueza del país en caprichos y ocurrencias, mientras que la mayoría de los mexicanos no contamos con servicios básicos en nuestras comunidades ni con las medicinas ni servicios de salud dignos que garanticen nuestra vida. Hagamos a un lado la apatía y la indiferencia, y en muchos casos también la desinformación, si nos decidimos, nada ni nadie nos podrá detener y entonces sí habremos de construir un futuro y una sociedad más justa para todos.

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