MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

5 años de la 4T, ¿ha sido la Esperanza de México?

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Es de suma importancia volver a recalcar este tema, volver a valorar la transición que hace poco más de cuatro años tuvo la política mexicana y lo que actualmente ha dejado ese cambio. Ya anteriormente he tocado el tema enfocado en el porqué, el cómo y de qué modo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometía, con su Cuarta Transformación, el cambio para los mexicanos. No ha sido lo que esperaban millones de mexicanos que pusieron su confianza en ese cambio de partido en el poder.

Como en la física, respecto a la materia que no se crea ni se destruye, sólo se transforma, exactamente fue lo que sucedió con este problema de política, la corrupción, las estrategias, los programas y todo lo que le corresponda en forma de gobierno solo se ha transformado, pero sigue siendo un poco de lo mismo, en lo general y en mayoría si hubo una transformación, de cuarta, por cierto, que solo ha sido en beneficio de los mismos políticos, sus familiares y amigos.

En pocas palabras, el resultado fue contra los mexicanos que votaron y no a su favor; sin distinción de partido están aplicando la de primero los pobres, en no darles nada, ni siquiera infraestructura social, ni la gran variedad de apoyos que ya se habían logrado con la lucha del pueblo y que en sexenios anteriores si existían, no como debería ser, pero los había.

Millones de pesos han sido prioridad para los proyectos del presidente como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía (mala inversión) y compras de refinerías en el extranjero. No estoy en contra de ello, pero sí de las prioridades del Presidente, y considero que la economía y la educación deberían ser las primeras, pues con la llegada de la pandemia en el mundo y en nuestro país, sobrevino en ambas un descenso muy grave.

La economía es uno de los pilares más importantes de la sociedad y de ello depende la vida misma de todos a través del consumo y el gasto social. En México, como consecuencia de la contingencia sanitaria, se detuvo la economía, miles de fábricas, pequeños y grandes comercios cerraron y actualmente aún no se recuperan. Los efectos aún existen, en el comienzo de este año, la inflación produjo el incremento de la canasta básica; no estamos hablando de los artículos de lujo, sino de lo que un mexicano necesita al día para alimentar a su familia.

Algunos defienden a la administración de AMLO, con el argumento de que hubo un aumento al salario mínimo para contrarrestar el problema, pero ese incremento quedó completamente rebasado con la inflación, y al surgir estos elevados precios quedó reducido a nada. Por ejemplo, en 2018 y el salario mínimo era de 88 pesos y este tuvo un incremento total hasta 2023 de 134 por ciento, para llegar a 207 pesos; sin embargo, antes un kilo de frijol costaba 12 pesos, ahora cuesta 39 pesos, lo que da un incremento 219 por ciento, 85 puntos porcentuales por encima del incremento salarial.

Con el huevo el incremento es de 247 por ciento (de 36 a 125 pesos la reja), 112 puntos porcentuales por encima del incremento salarial. El gobierno no ha hecho nada para solucionar este problema, estamos conscientes y es claro que no es sencillo ni rápido el proceso que se necesita para contrarrestar la inflación, aun así, no se ve la disposición de tomar medidas efectivas frente al problema.

El segundo problema, de los que debería tener prioridad, es la educación. Como efecto de la pasada pandemia miles de escuelas perdieron parte de su infraestructura y lo único que ha hecho el gobierno es hacer recortes al presupuesto y el despido de empleados encargados de mantener limpias las instalaciones. El futuro de miles de niños y jóvenes ha sido arrebatado por el desinterés y la indiferencia del gobierno federal, que se ha limitado a seguir con sus programas asistencialistas, entregados directamente a las personas las becas del bienestar que nada ayuda en lo esencial a la educación, sin el efecto general de una obra de impacto y que solamente le garantiza el apoyo personal del beneficiario, lo que a la hora de las elecciones se convierte en votos, es decir que la política social es en verdad una política electorera.

Ante este problema de la decadencia educativa, el gobierno solo ha hecho como si nada pasara y millones de pesos se siguen destinando para las obras ya mencionadas de la 4T, mientras la educación permanece en el olvido.

Y hay muchos otros pendientes, como el de la seguridad nacional, que se encuentra en graves descensos por el mal actuar del gobierno, la política actual ha quedado a deber la protección de los mexicanos, de millones de mujeres, de niños y periodistas. Y en este último caso, el oficio de informar al ciudadano acerca del mal gobierno, es buscar la muerte en tiempos de esta transformación, es un tema que nunca debemos olvidar.  

Ha sido una transformación y un cambio que quedará en la historia de la política; para los mexicanos, han pasado cuatro años desde que surgió, ya se aproxima el fin del sexenio y los mexicanos debemos ver y guardar en la mente la experiencia, para no repetir esta historia, y buscar en verdad algo diferente, no lo mismo portando otro color de traje.

El “primero los pobres” y “la esperanza de México”, le ha quedado a deber mucho a los pobres, a los mexicanos; a favor, no hemos sido los primeros, en contra si. La cuarta transformación no ha sido lo que pregonaban en sus promesas, ha sido una transformación en contra de los pobres, transformación de cuarta. No representó un alivio respecto a lo de antes, sino lo contrario; en respuesta al título, no son la esperanza de México.

La verdadera esperanza es, como siempre lo ha dicho el Movimiento Antorchista, un pueblo unificado, como un solo hombre, con un solo ideal, capaz y dispuesto a lograr ese verdadero cambio en favor de los menos favorecidos.

 

 

 

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