“Al corte de este viernes 13 de agosto, México acumuló 247 mil 414 muertes por covid-19, esto es, 603 fallecimientos más que el día anterior, informó la Secretaría de Salud. Asimismo, se detalló que en las últimas 24 horas el país sumó 22,758 contagios, para dar un total de 3 millones 068 mil 329 casos confirmados (eluniversal.com.mx del 13/08/21).”
“Los casos de niñas, niños y adolescentes con SARS-CoV-2, el virus causante de covid-19, son ya 60 mil 928, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud dados a conocer por el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA). Los casos de coronavirus en menores de edad pasaron de 84 a 60 mil 928 del 12 de abril de 2020 al 8 de agosto de 2021, según un comunicado del SIPINNA (elfinanciero.com.mx 11/08/21)
Es la “tercera ola” en México, mucho más peligrosa que las anteriores, principalmente para niños y jóvenes. A pesar de ello, Andrés Manuel López Obrador, quien se auto nombra el más ferviente amante de la democracia, dio y sostiene la orden de regresar a clases el próximo 30 de agosto a costa de lo que sea. Para ello, en la mañanera del jueves 12 de los corrientes, Delfina Gómez Álvarez, secretaria de Educación Pública de México, dio a conocer un decálogo de acciones “para un regreso a clases seguro” el cual, para economizar tiempo, sintetizaremos de la siguiente manera: 1. Comité de Salud; 2. Filtro de Salud; 3. Lavado de manos; 4. Uso de cubreboca, 5. Sana distancia; 6. Uso de espacios abiertos; 7. No ceremonias cívicas ni asambleas; 8. Aviso de sospecha de covid-19; 9. Inscripción a cursos de apoyo socioemocional; 10. Carta compromiso de corresponsabilidad.
En mi opinión, que coincide con la de distintos internautas que, al igual que yo, dieron cuenta del decálogo a través de Facebook Joaquín López-Dóriga, trasluce que las autoridades saben los enormes riesgos que conlleva regresar a los educandos a la escuela en plena pandemia, a pesar de lo cual se aferran a ejecutar la decisión tomada pero sin responsabilizarse de ella:
A continuación transcribo (de la citada página) algunos comentarios tomados al azar: “Carta compromiso!! Qué significa, que firme que mi hijo puede ser contagiado y yo acepte?”; “Estas son las nuevas reglas de la pandemia: Si envías a tus hijos a clases presenciales se contagian, enferman y mueren, nadie te obligó, firmaste una autorización”; “¿Carta compromiso? Para que no tenga ninguna responsabilidad la escuela si es que se contagian los niños, los adolescentes, etc. etc.”, “que fácil se la saca el gobierno haciendo responsables a los padres de familia de todo con su fabulosa carta compromiso y si se enferma algún niño o niña los papás son los responsables porque ellos no cuidaron o estuvieron al pendiente”, “Cómo que los padres deberán aceptar que vayan nuestros hijos a clases, la SEP y el presidente así lo quieren, mejor que comiencen a vacunar los menores y después veremos. Pensar que algún niño se muera, la SEP se lavará las manos sobre este tema, NO al regreso a clases, no hay condición de seguridad.”; “El primer requisito es que los padres firmen cartas responsivas, asumiendo la absoluta responsabilidad el hecho de enviar a los niños a la escuela. Liberando totalmente al gobierno de la decisión que él mismo impone irresponsablemente.” (Sic).
Lecciones: 1. Ni López Obrador ni Delfina Gómez, representantes de la mal llamada “cuarta transformación” son fieles seguidores de la democracia, todo lo contrario, sus acciones los encueran como los dictadorzuelos que son. 2. Es falso lo que ambos afirman, en el sentido de que el regreso a las escuelas persiga el bienestar de los educandos. 3. La orden está dada: ¡regrese a su hijo a la escuela! ¡Hágalo! ¡Bajo su completa y absoluta responsabilidad!
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