MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

POESÍAS

Poesía

A los niños de la calle

Fidencio Escamilla Cervantes
Declama: Oficina de prensa del Movimiento Antorchista Nacional

La calle es larga en este México mío
y al oscurecer el día, el panorama es sombrío,
surgiendo cientos de manos pidiendo pan, un abrigo.
La calle que era de día, se transformó en un ratito
Y ahora es penumbra, miedo; es dolor, hambruna y frío.

Se callaron la boca, se mordieron la lengua,
Se cubrieron los ojos, hicieron miradas ciegas;
Pusieron oídos sordos, se arrancaron las orejas
Y mil muros de desprecio pusieron con su soberbia.

Y la ciudad se hizo barrio, las avenidas, viviendas;
Tragahumo los muchachos, y las “marías” sirvientas.
El político, un farsante podrido entre las promesas;
Y los niños de la calle: una realidad que pesa.

Yo protesto ¡protesto ante una justicia que apesta!
Que se inclina ante el dinero y que del pobre hace presa.
¡Yo protesto y con rabia y con dolor acompaño esta protesta!
Y hoy la presento a ustedes, esperando una respuesta.

Un minuto de su tiempo para que abran sus conciencias.
Del corazón, una arteria, para que la sangre hierva.
Del cerebro, un pensamiento y esta crisis se resuelva.
Y de su alma, una esperanza, para ganar la contienda.

¡Yo protesto! Y mil niños avalan la protesta que se mueren de hambre y de frío, en las calles y banquetas.
Que se enferman y se pudren por dentro
Entre vicios, droga y delincuencia.

La sabiduría con pelo desgreñado, quiere una respuesta!
Esas caritas sucias piden pan, amor… ¡Justicia a secas!
Esos niños descalzos, que por hambre realizan mil piruetas,
No tientan el corazón de aquél que los observa.

A fuerza de golpes, de hambre, de falta de cariño,
De políticas torpes e ilusiones desechas,
De padres drigadictos y de madres sin conciencia,
Los niños de la calle, de todo mundo, son presas.

Sus miradas se pierden entre la indiferencia
De un mundo cibernético que al degradarse, progresa.
A nadie le importa un estómago vacío…
Ni una cara pintada, con infinita tristeza.