MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Alto al fuego: el mundo con Palestina

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Cuando terminó la II Guerra Mundial, los países ganadores decidieron que era necesario que el pueblo judío, uno de los sectores de la población que más sufrió la persecución, torturas y asesinatos del régimen nazi, recibiera un lugar geográfico para construir su nación. La corona británica respaldó las aspiraciones sionistas de que parte del territorio palestino, que era colonia de la corona británica, fuera el Estado del pueblo judío. Así, el 14 de mayo de 1948 se declaró que el Estado de Israel se independizaba de Palestina; declaración que fue respaldada por las potencias económicas, políticas y militares, pero que no fue aceptada por el pueblo palestino, los Estados vecinos ni por el mundo árabe.

La inversión de las potencias económicas en la creación del Estado de Israel rápido mostró su fruto: en 1956, Egipto nacionaliza el canal de Suez afectando fuertemente las transacciones británicas, francesas y norteamericanas; en ese momento, en el que varios países habían ya dejado de ser colonias europeas, se utilizó al ejército israelí para atacar directamente a quienes afectaban las ganancias de Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia. Este enfrentamiento lo ganaron los egipcios, pero sirvió para demostrar cuál sería el papel del nuevo Estado en la configuración del mundo árabe.

La comunidad internacional está demostrando que su conciencia crítica está activa y que está dispuesta a apoyar las causas de las y los oprimidos de nuestro tiempo

Cuando Israel se proclamó como “Estado independiente”, ya había ocupado más de la mitad del territorio palestino, reduciéndolo a la franja de Gaza, la actual Cisjordania y la zona norte de Galilea. Para el 2000, Israel había ocupado ya todo el territorio palestino, incluida la frontera con Egipto, al sur, y la frontera con Siria, al noreste. Esto, a pesar de que en 1988 la Organización Nacional de las Naciones Unidas ya había reconocido a Palestina como un Estado. La ONU ha emitido, desde 1947, más de mil resoluciones en las que considera a Israel como un “Estado ocupante” y a Palestina como el “Estado ocupado”.

La denuncia internacional, la cooperación árabe, pero sobre todo, la resistencia del pueblo palestino contra la ocupación israelí, contribuyeron a que las y los palestinos contaran con espacios recuperados en los que pudieran continuar su vida, estos fueron la franja de Gaza y Cisjordania, pero Gaza fue el único espacio que se dejó en manos de la autoridad palestina, el único espacio de todo su anterior territorio, en el que el pueblo palestino podía tener la posibilidad de determinar su desarrollo. La vida en Gaza era difícil, pues a pesar de que el ejército israelí se retiró de la zona en 2005, continuó constantes operativos que dañaban directamente la vida en Gaza: quema de olivos, contaminación de fuentes de agua, quema de áreas agrícolas; esto sumado a los operativos bélicos que han causado la muerte de civiles palestinos.

Desde el 7 de octubre del año pasado, la ocupación de Israel en Palestina ha recibido mayor atención mundial, tras la respuesta desproporcionada de Israel a los ataques de Hamás. Desde ese entonces, Israel ha lanzado operativos militares con la supuesta intención de erradicar a Hamás, pero que en los hechos han obligado a la población palestina a moverse cada vez más al sur. Esto se ha traducido en que la Franja de Gaza, que ya era suelo palestino, vuelva a caer bajo el mando del ejército israelí. Nuevamente, el despojo de tierras palestinas por parte de los colonos israelíes. Este avance del estado ocupante tuvo un nuevo episodio, cuando el lunes 6 de mayo, el ejército israelí anunció que continuaría su avanzada contra Rafah, la ciudad que conecta Egipto con Palestina y que es crucial para el ingreso de ayuda humanitaria y la movilidad de las y los palestinos despojados de sus tierras por el estado de Israel. ¿Qué espacio le queda a los más de 80,000 palestinos y palestinas de todas las edades? ¿A dónde ir?

A pesar de que el relato oficial presenta a Israel como un estado que solo se está defendiendo, y acusa de antisemita a todo pronunciamiento que denuncie el trato inhumano a la población palestina, la opinión pública internacional se ha posicionado contundentemente al lado de la causa palestina. La población universitaria de diversos centros de estudios norteamericanos como, Amherst, Columbia, la Universidad Estatal de Los Ángeles, se organizaron para montar campamentos pacíficos en protesta contra el genocidio en Palestina; estas manifestaciones pacíficas han sufrido la represión policial. La comunidad estudiantil de todo el mundo se ha sumado a esta forma de protesta: en Australia, Reino Unido, Japón, México, Francia, Canadá, India, Líbano, entre otros países, están observando la solidaridad estudiantil que exige que cese el fuego en la Franja de Gaza, que se devuelvan las zonas ocupadas en Cisjordania y Gaza, que sus gobiernos se manifiesten abiertamente en contra de las acciones cometidas por Israel y que sus universidades rompan lazos con las empresas que financian el genocidio en Palestina.

Pero las protestas internacionales también han llegado a la Corte Internacional de Justicia a través de una denuncia formal que Sudáfrica interpuso contra el Estado de Israel. Egipto se sumó formalmente a la denuncia, así como Chile, Colombia, Brasil, Bolivia, y Venezuela, Malasia, México, Pakistán, Bangladesh, Maldivas, Namibia, Jordania, Irán, y Turquía.

La posición de los medios mainstream defiende y justifica lo que Israel hace en Palestina, pero la comunidad internacional está demostrando que su conciencia crítica está activa y que está dispuesta a apoyar las causas de las y los oprimidos de nuestro tiempo.

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