El viernes 16 visitó Chilapa, donde evaluó el programa Sembrando Vida en la región; en la tarde inauguró el cuartel de la Guardia Nacional en Chilpancingo, cabe señalar que en ambos lugares estuvieron acompañados de protestas sociales con temas diversos, desde exigencias de obra social, insumos agrícolas para el campo (fertilizante), reclamos de justicia para periodistas asesinados o desaparecidos, solo por mencionar los más relevantes.

El día sábado correspondió visitar el municipio de Ometepec por la mañana y en la tarde Ayutla, en estos lugares también se evaluó el programa Sembrando Vida y los del Bienestar social, en ambos lugares contaron con sus respectivas protestas.

Domingo tocó visitar el Puerto de Acapulco, acudió al lugar que será la sede de la Secretaría de Salud Federal, así como para evaluar los programas estrellas de la administración.

En el último día de su estancia por tierras del Sur, no podía dejar de celebrar su famosa mañanera.

La mayoría de la opinión pública se pregunta: ¿qué beneficios dejó la gira del presidente para los guerrerenses?, ¿solo visitó nuestro estado para evaluar sus programas estrellas? En relación a los beneficios de su presencia en el estado podemos concluir sin temor a equivocarnos nada de provecho, salvo que se inauguró el cuartel de la Guardia Nacional, que para ser sinceros no hay nada de qué sentirnos contentos porque no son instalaciones dignas, aunado a que la violencia se incrementa como la espuma del mar.

En relación a la segunda pregunta, hay varios comentarios en el sentido estricto de que no únicamente se evaluaron los programas estelares de la “Cuarta Transformación”, sino que la verdadera razón de la visita fue evaluar la actuación de los funcionarios federales en relación a los resultados de la elección de diputados federales, locales y ayuntamientos de su partido Morena; es decir, les jalaron las orejas, porque no se corresponde los apoyos otorgados en el estado con los resultados electorales.

De lo arriba señalado podemos decir que es cierto, porque en la participación pública del presidente manifestó su malestar haciendo un llamado al delegado del estado de la Secretaria del Bienestar, en el sentido de que se deben atender las demandas de los ciudadanos, estar cerca de la gente y que verdaderamente los programas lleguen a quienes lo necesitan, se sabe de buena fuente que en reuniones celebradas con López Obrador, en privado, les llamó fuertemente la atención de que los resultados no fueron los que se esperaban.

Lo cierto es que en esta gira se mantuvo hermética la información de los lugares que visitaría el Ejecutivo Federal, o bien se habló de varios lugares para confundir a los ciudadanos para que no asistieran al verdadero lugar del evento, se vieron, como no se había notado en otras visitas, protestas de ciudadanos por muchas inconformidades, tampoco se vio al pueblo cercano al Presidente. 

Cuatro días de presencia en tierras guerrerenses, sin resultados a la vista para los pobladores de los lugares que visito, demuestra, una vez más, lo que está sucediendo en el país entero: puros programas asistencialistas y nada de obra pública y social que combatan en serio la pobreza lacerante que reina en esta entidad, además de la actuación de López Obrador de comportarse como el líder del partido de Morena y no como lo que es, el representante de todos los mexicanos. Desgraciadamente esto es el pan diario en nuestro sufrido país.

Lo que está a la orden del día es unirnos los parias de esta tierra y seguir formando nuestra vanguardia, que identifique claramente quién es verdaderamente su enemigo de clase para que más temprano que tarde se tome el poder político del país para beneficio de sus hijos.