Durante 50 años, la organización de los pobres de México ha educado y organizado al pueblo trabajador, quien, a pesar de ser quien crea la riqueza, sigue enfrentando la necesidad de luchar por vivir mejor, pues esa riqueza continúa concentrada en unas cuantas manos. Catorce ultra ricos acaparan el 8 % de la riqueza en México.
El deporte, la cultura y el arte son expresiones populares nacidas de las entrañas del pueblo, pero en el estado actual del país, estas actividades se han alejado de quienes las crearon, pues ahora su objetivo es generar ganancias para sus promotores, quienes las han mercantilizado. Incluso se utilizan para hacer apología del narcotráfico.
Un pueblo que canta, baila, declama y hace música vive una vida digna y menos expuesta a la violencia.
Es necesario trabajar y esforzarse por revertir esta situación, luchando por devolver la cultura, el arte y el deporte —la vida misma— al pueblo trabajador.
Un pueblo, y especialmente un joven, que canta, baila, declama o toca un instrumento musical será menos propenso a ser víctima de la violencia que permea en el mundo y en el país. Vivirá una vida digna, de paz, progreso y desarrollo.
El sábado 28 de septiembre, en una jornada cultural en el Museo Regional de Historia de esta capital tamaulipeca, se reunieron niños, jóvenes estudiantes, campesinos, colonos y obreros, amantes de la cultura.
A través de la poesía, se disfrutaron declamaciones de grandes poetas como el sevillano Gustavo Adolfo Bécquer (“Rimas”), el alemán Friedrich Von Schiller (“La repartición de la tierra”), el uruguayo Mario Benedetti (“Hombre preso que mira a su hijo”), el chileno Pablo Neruda (“Los enemigos, no me lo pidan”) y el mexicano tabasqueño Carlos Pellicer con su poema “El discurso de las flores”, entre otros.
Fue un gran evento que cumplió con el objetivo que los antorchistas nos hemos trazado: devolver al pueblo la cultura, pues es el verdadero creador del arte en sus expresiones clásicas: música, escultura, arquitectura, pintura y literatura, incluyendo la poesía, capaz de expresar el sentimiento y la emoción humana.
Felicito a los maestros, padres de familia, jóvenes estudiantes, colonos, campesinos y obreros que participaron y obtuvieron su reconocimiento. Los invito a llevar su poesía a colonias, ejidos y escuelas, de tal forma que avancemos en la tarea de regresar al pueblo la cultura y el arte, que los convertirán en hombres de su tiempo.
El 26 de octubre, fue el turno de la música, otra de las bellas artes del oído. El evento se celebró en el poliforum “Dr. Rodolfo Torre Cantú” a las 10 de la mañana, donde los antorchistas se congregaron para presenciar el II Encuentro Nacional de Coros y Rondallas.
La música es el arte más libre de todos, pero también el más difícil de apreciar, pues tiene su propio lenguaje. En el evento participaron niños, jóvenes estudiantes, colonos y campesinos de la capital y del interior del estado, así como invitados del pueblo y autoridades.
De esta manera, el antorchismo se esfuerza en su tarea de educar y organizar al pueblo trabajador para que avance en su propósito de conformar una gran organización, fuerte y disciplinada, capaz de luchar por conquistar el poder político y dirigir su propio destino, al gobernar sus municipios, su estado y el país entero.
Es una tarea necesaria, pues la situación actual del país se ha vuelto peligrosa para su propia existencia. En temas de seguridad, compañeros han sido víctimas de asaltos en los que fueron despojados de sus pertenencias: computadoras, celulares, vehículos, dinero en efectivo y productos necesarios para su trabajo.
Otra familia describió las amenazas que sufrió durante un asalto, en el cual fueron amenazados con armas y les dijeron que les quitarían la vida si no entregaban lo que les pedían. Lo mismo ocurrió con unas jóvenes estudiantes que, al caminar temprano hacia el microbús para asistir a clases, fueron amenazadas con una navaja y despojadas de sus celulares y el poco dinero que llevaban.
He aquí la necesidad de que el pueblo se organice y persista en su lucha por rescatar la cultura y transformar la vida del país. Pedimos a las autoridades mayor seguridad, pues la vida de los trabajadores, de sus hijos y sus pertenencias es lo único que tienen para enfrentar la difícil tarea de subsistir.
Por nuestra parte, contribuimos llevando al pueblo a retomar la cultura, el arte, el deporte, ¡la vida misma!, y así fortalecer su espíritu de cambio y de lucha por un México justo, equitativo, democrático y soberano.
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