El Movimiento Antorchista Nacional inició en los años 70, en el estado de Puebla, como Antorcha Campesina, por el origen de la mayoría de sus agremiados, aunque los principales dirigentes eran profesionistas y estudiantes. 46 años después, naturalmente aquello se ha desarrollado de manera integral, pues ahora no solo existe Antorcha Campesina, sino también Antorcha Estudiantil, Obrera y Popular. A nivel nacional, este movimiento político aglutina cerca de 3 millones de mexicanos con ganas trabajar y construir una patria nueva, con oportunidades y bienestar para todos.
Desde su nacimiento, el Movimiento Antorchista ha trabajado por llevar apoyos a las comunidades más apartadas y marginadas, a esos lugares donde ningún funcionario de gobierno llega y durante esas cuatro décadas, se han transformado muchas comunidades porque se han conseguido clínicas, escuelas, canchas de usos múltiples, etc. Como resultado de ese trabajo de gestoría, se han construido poco más de 100 obras en municipios como Durango, Mezquital, Nombre de Dios, Vicente Guerrero, Súchil, Gómez Palacio, Simón Bolívar, Lerdo, etc., con una inversión superior a los 160 millones de pesos.
Al mismo tiempo, se han gestionado apoyos para el campo y ganaderos, donde se han beneficiado miles de familias de las zonas rurales de México y particularmente de Durango. Durante la administración de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, luego de la llegada de antorchistas a la Cámara de Diputados a través de la elección popular, se lograron acuerdos importantes para los pequeños campesinos y ganaderos, que viven de su actividad diaria. Se logró etiquetar una bolsa para la distribución de fertilizantes, herbicidas, insumos agrícolas, alimento para ganado, etc.
Hoy en México las cosas han cambiado y no para bien. El presupuesto para el campo o para la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (hoy SADER), en el último año de la administración de Enrique Peña Nieto era de 72,125 millones de pesos y para este 2020 es de 46,500 millones de pesos, una reducción de aproximadamente el 36 por ciento, por eso se han eliminado muchos programas como el PROGAN, PRODEZA, PIMAF, FAPPA entre muchos otros, que iban destinados para ayudar a los más pobres de México. Y los pronósticos para los próximos años, se tornan desalentadores y peor con la llegada de la covid-19.
Ante esta situación miles de campesinos antorchistas y no antorchistas se han manifestado año con año en San Lázaro con el propósito de que la Cámara de Diputados apruebe más recursos para el campo y lo que ha habido es oídos sordos y represión contra los campesinos inconformes y una campaña de desprestigio. Pero este año, volveremos a convocar a los mexicanos a que alcemos la voz ante tales injusticias. Y si las cosas no cambian, seguramente no cambiarán, preparémonos para la renovación del Congreso en el 2021 y hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para que Morena no logre la mayoría, esa es nuestra invitación.
Mientras tanto el Movimiento Antorchista seguirá tocando puertas ante las instancias estatales y municipales para que el campo no quede completamente abandonado, porque nos queda claro que este sector es indispensable para la vida y desarrollo de la nación. Nuestro agradecimiento al Gobierno del Estado que encabeza José Roras Aispuro Torres, porque algo ha apoyado, y nuestra petición es que se autoricen más apoyos para atender a mayor número de campesinos. Antorcha siempre defenderá el campo.
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