La construcción de la Presa de la Olla, en Guanajuato capital, data del año 1741 y se terminó de construir en 1749. Un año después de concluida, se abrieron sus compuertas por primera vez.
Su construcción fue propuesta el 3 de julio del mismo año, siendo alcalde Don Juan Jiménez y aprobada por el cabildo. Almacena hasta 130 mil metros cúbicos de agua y su cortina mide 12 metros de alto por 85 metros de ancho.
A tres meses de que concluya la administración de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, no se ha logrado concretar el plan de abasto de agua que permita resolver el grave problema en el estado.
Su nombre deriva del rancho “La Olla Grande” y se mandó a edificar para hacer frente a la sequía que ya desde entonces padecía la región, y el abastecimiento se realizaba a través de norias, pozos y manantiales que había en los cerros aledaños. La construcción permaneció cien años, hasta fines de 1849, en que se le dio la forma actual.
La presa no sólo fue una solución práctica al problema del abastecimiento de agua, sino también un lugar de esparcimiento para la población.
Esta presa da origen a una de las fiestas más importantes y tradicionales de la histórica ciudad de Guanajuato, que lleva por nombre “Apertura de la Presa de la Olla”, que consiste en derramar el agua al abrir las compuertas, con el objeto de renovarla.
La orden para que se abran las compuertas la da el gobernador del estado, mientras la banda sinfónica toca el vals “Sobre las olas” del compositor guanajuatense Juventino Rosas, el cual es hasta nuestros días una de las piezas musicales mexicanas más populares y que más ha trascendido a nivel internacional.
Generalmente, el festejo se realiza el primer lunes del mes de julio y, a partir del año 2013, la festividad es reconocida como patrimonio cultural de Guanajuato, destacando su papel en la identidad local.
Este acontecimiento ha trascendido a tal grado que esta festividad se complementa con las celebraciones de las fiestas de San Juan y Día de la Cueva, que son también patrimonio cultural del estado de Guanajuato.
Antiguamente, el templo de San Juan Bautista se encontraba cerca de la presa y la población acudía allí para orar por las lluvias. La apertura de la presa es un acto simbólico que recuerda la importancia del agua y la necesidad de manejarla de manera correcta.
Según las autoridades, este año la apertura de la presa se realizaría el lunes 8 de julio, toda vez que las últimas lluvias en la entidad han favorecido a la capital y hay buena captación de lluvia en la presa.
Sin embargo, y a pesar de que ha iniciado la temporada de lluvias en Guanajuato, la mayoría de las presas en la entidad no muestran signos de recuperación.
Información proporcionada por el Sistema Nacional de Información del Agua, que se encarga del monitoreo de las principales presas de México, señala que únicamente dos presas han podido aumentar su porcentaje de llenado durante el último mes.
Presas como La Begoña en el municipio de San Miguel de Allende, La Golondrina en Pénjamo y La Laguna de Yuriria no han podido recuperar sus niveles hasta el día de hoy. De continuar así las cosas, habrá afectaciones severas para los agricultores y ganaderos de la región.
Algo más que también debe preocupar a todos los guanajuatenses es que, a tres meses de que concluya la administración de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, no se ha logrado concretar el plan de abasto de agua que permita resolver el grave problema en el estado.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de manera arbitraria y prepotente, sigue sin dar su aval para el proyecto “Agua sí para Guanajuato”, esto a pesar de que ello no implica la asignación de recursos públicos por parte de la federación, con el cual se pretendía enfrentar la sequía en una región de la entidad.
Por ello, es necesario que tanto la actual como la próxima administración estatal concreten nuevas alternativas de abastecimiento de agua que son sumamente necesarias para la población.
Ya anteriormente había señalado que son dos los graves problemas en Guanajuato: la inseguridad y el abastecimiento de agua. La moneda está en el aire y los guanajuatenses esperan prontas soluciones.
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