Recientemente, un estudio del Centro de Estudios Educativos y Sociales (CEES), llamado "Magnitud del impacto social del Covid-19 en México, y alternativas para amortiguarlo", dejó al descubierto cifras desoladoras: se esperan 12.2 millones de pobres adicionales a nivel nacional por el impacto económico de covid-19; en Puebla, tomando en cuenta esta estadística, habría 786 mil personas adicionales en situación de pobreza, lo que lo colocaría en el tercer estado con más nuevos pobres.
Otro estudio, con cifras menores, pero igual de crudo, del investigador de la UPAEP, Anselmo Chávez Capó, asegura que, al término de la pandemia, se espera que alrededor de 250 mil poblanos caigan en pobreza ante la falta de ingresos, es decir cuando a una familia no le alcanza para adquirir los alimentos de la canasta básica a pesar de sumar todos sus ingresos.Lo crítico es que, con estos datos, Puebla tendría alrededor de 4.5 millones de personas en dicha condición, es decir, alrededor de 72 por ciento de su población en pobreza por la falta de ingresos.
Ambos estudios reflejan la necesidad inminente de un plan que coadyuve a mejorar la situación de pobreza de los poblanos y, de esta manera, revertir tan exorbitantes cifras.Para esto, es necesario e indispensable la participación de los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal, que, por medio de diversas estrategias, combatan conjuntamente el enorme problema de la pobreza, que, como ya vimos, crece día con día y no se ve para cuándo termine.
Pues, bueno, esta idea del presidente de la República, gobernadores y alcaldes, trabajando en equipo para solucionar los problemas del pueblo que los puso en ese lugar, se queda en una utopía en Puebla.Veamos por qué.
A inicios de julio, el gobierno de Puebla, encabezado por el morenista Luis Miguel Barbosa Huerta, tuvo que devolver al Gobierno de la República, a cargo del morenista mayor, Andrés Manuel López Obrador, recursos por 110 millones de pesos, como parte de la disminución del presupuesto que este último anunció en el país, mismo que será ocupado para sus programas asistenciales de transferencia monetaria directa que, a dos años de haberse implementado, han demostrado que solo sirven para hacerle promoción a AMLO.
Va una.AMLO le quita dinero a Puebla.Seguimos.Una vez que el estado se quedó con menos presupuesto, en lugar de administrar lo poco que le dejó su jefe, Barbosa optó por el desquite: anunció un recorte histórico al presupuesto de los municipios al retirar 400 millones 500 mil pesos a los ayuntamientos poblanos.Van dos.Barbosa le quita dinero a Puebla.
Y la última.Con el descaro y cinismo que lastimosamente caracterizan a Barbosa, este todavía tuvo el descaro para decirle a los ayuntamientos que "el gobierno del Estado no es una caja fuerte para darles dinero a los municipios de los que les quitó la Federación, estaremos hablando con ellos".Primero se deslinda de su deber para con los poblanos y luego se excusa en AMLO por su pésima administración.
Recientemente, quien escribe tuvo la oportunidad de hablar con algunos ediles que se manifestaron el 7 de julio a causa de estos recortes.Aquí algunos testimonios: En Ahuatempan, ¡ni siquiera tienen vacunas para los recién nacidos!; en Tepexi, están en alerta de género y con el recorte, ahora las mujeres están desprotegidas; el Cañada Morelos, la inseguridad y la delincuencia acaban con la vida de los jóvenes a diario; en Ocoyucan, municipio que alberga una de las zonas más exclusivas, Lomas de Angelópolis, ni siquiera tienen una clínica bien equipada.¿Y qué hace Barbosa y su gobierno ante estos hechos? ¡Nada!
Pero ahí no acaba, pues el mandatario, todavía que les quita el recurso e ignora las necesidades de la gente, les dice a los municipios que "todos los gobiernos vamos a tener que vivir con mucho menos dinero y privilegiar los programas sociales, el combate a la pobreza, salud, seguridad, educación, es una realidad la que nos va a rodea".
¿Con qué dinero, señor gobernador? Se le olvida que hasta en un 70 por ciento les recortó las participaciones a los ayuntamientos.¿Cómo van a pagar la nómina? ¿Y la luz y el agua? ¿Cómo van a solucionar las necesidades de sus gobernados si ni salario para ellos van a tener? ¡Es una burla! ¡Manda a los alcaldes "a la guerra y sin fusil"! Y más aún en esta cruenta época que estamos viviendo a causa de la pandemia.Con medidas como estas, no es de extrañar que en Puebla vayan a ser tantos lo pobres.
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