Nuestro México es un gran país, lleno de riquezas naturales, costumbres y tradiciones; inspiración de grandes poetas como Ramón López Velarde y que, como en su poesía Suave Patria señala:
Hay madres que están sufriendo porque hemos tenido el sexenio más violento de la historia
“Yo que sólo canté de la exquisita
partitura del íntimo decoro,
alzo hoy la voz a la mitad del foro
a la manera del tenor que imita
la gutural modulación del bajo
para cortar a la epopeya un gajo.”
Aquí nos señala el amor hacia nuestra patria y todo aquello que la hace grande.
Los mexicanos somos alegres, hospitalarios y trabajadores y cualquier motivo es bueno para celebrar, por ejemplo, el día del planeta, agua, abogado, químico, enfermera, educadora e incluso el día de muertos, pero hay una fecha que para nadie pasa desapercibida y esa es el día 10 de mayo, cuando celebramos a las madres.
Pero el festejo no es el mismo año con año. No todas las madres tienen las mismas condiciones, hay quienes lo tienen todo, pero la inmensa mayoría tiene que trabajar para mantener a sus hijos y lo que es más triste, hay madres que están sufriendo porque hemos tenido el sexenio más violento de la historia, porque hasta el día 24 de mayo de 2023 ha habido en el país 156 mil 136 asesinatos, de los cuales 11 mil 641 son niños; además 21 mil menores de edad han sido secuestrados con fines de explotación sexual; ello indica, que mucha madres están sufriendo. Por eso hago esta reflexión, queremos celebrar a lo más sublime de la sociedad que son nuestras madres y muchas veces como dijo el poeta Blanco Belmonte:
“Hoy es el egoísmo torpe maestro
a quien rendimos culto de varios modos:
si rezamos, pedimos sólo el pan nuestro.
¡Nunca al cielo pedimos pan para todos!
En la propia miseria los ojos fijos,
buscamos las riquezas que nos convienen
y todo lo arrostramos por nuestros hijos.
¿Es que los demás padres hijos no tienen?...”
No busquemos sólo el bienestar personal, que la violencia no se vuelva costumbre, seamos sensibles ante el dolor ajeno. Ha llegado la hora de que hombres, mujeres, jóvenes hagamos acciones concretas para cambiar esta triste realidad; mayor disciplina en los hogares, mayor estudio, exigir que haya justicia social, que haya empleos para todos los que estén edad de trabajar; y que esos empleos sean bien pagados, que pague más impuestos quien más gana. Eso quiere decir que necesitamos un nuevo modelo económico porque el que nos rige, es absoluto y deshumanizado.
Nos importan los niños, las madres, el padre; actuemos en consecuencia y unamos esfuerzos para exigir un cambio. Ojalá que vengan otros diez de mayo en otras condiciones porque nuestras madres y todos los mexicanos merecemos un mundo mejor.
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