La semana pasada hice eco de la denuncia que varios jóvenes estudiantes de nivel básico, artistas populares y deportistas profesionales de la zona de Balcones del Sur hicieron contra la Comisión Federal de Electricidad (CFE) porque la paraestatal, en la madrugada del lunes 14 de agosto, le cortó ilegalmente la energía eléctrica a la Casa de Cultura, la Unidad Deportiva y varias escuelas de nivel básico de aquella colonia antorchista, misma que es un ejemplo de cómo los pobres pueden progresar cuando se organizan y luchan.
El martes 22 de agosto, ante la negativa de la Comisión Federal de Electricidad para conectar de regreso la energía eléctrica en todos esos inmuebles que usan los jóvenes, más de 5 mil antorchistas de la capital poblana, de varias colonias del norte y del sur, todos muy solidarios, protestaron en cinco sucursales de la paraestatal para decirle a los directivos de ahí que no están de acuerdo con que se agreda a los jóvenes.
Según la CFE, existe un “adeudo histórico” en todos esos inmuebles, generado durante el tiempo que en el que fueron construidas y debido a su uso diario por los niños, jóvenes y adultos que estudian en las escuelas, ensayan la música, el canto, el baile folclórico, el teatro, la declamación o el arte de la pintura, o que corren en la pista de la unidad deportiva, juegan futbol, basquetbol, voleibol o nadan en sus albercas. El adeudo, histórico o no, mucho o poco, no puede ser pagado por los niños, ni por los artistas, ni por los deportistas por dos razones.
La primera es que todos ellos son hijos de familias muy humildes, muy pobres de la zona sur de la capital poblana, que no tienen dinero para pagar inscripciones o altas cuotas en centros de arte o de deporte, como algunos que existen en Puebla. Son hijos de familias muy trabajadoras que tienen lo básico para poder tener una vivienda y alimentarse.
La segunda razón por la que ellos no pueden pagar es que las escuelas, la Casa de Cultura y la Unidad Deportiva son lugares públicos, que usa toda la gente que lo desee y nadie debe pagar cuotas de dinero, porque no se piden. De tal manera que son lugares que el gobierno del estado y la Secretaría de Educación Pública deberían cuidar, remodelar, ponerles vigilancia y, sobre todo, pagarle los servicios necesarios, como la energía eléctrica.
Las escuelas, la Casa de Cultura y la Unidad Deportiva son lugares públicos, que usa toda la gente que lo desee y nadie debe pagar cuotas de dinero, porque no se piden. De tal manera que son lugares que el gobierno del estado y la Secretaría de Educación Pública deberían cuidar, remodelar, ponerles vigilancia y, sobre todo, pagarle los servicios necesarios, como la energía eléctrica
Esto fue lo que le propusimos a la CFE desde hace varios meses, antes de que todo el problema reventara como una olla de presión. Pero no nos hicieron caso. Al contrario, pensando solo en los millones que se quieren apropiar con el cobro de luz, mejor mandaron a sus trabajadores, resguardados por una decena de tanques de la Guardia Nacional y por decenas de elementos armados con fusiles de asalto y rifles en las manos, para quitarle la luz y llevarse los transformadores de los recintos. La fórmula represiva la repitieron varias veces, durante varios años, aunque siempre lo hacían en el día. No la podían cortar porque la gente de Balcones salía a resguardar las escuelas. Pero aprendieron la lección y el lunes 14 de agosto mandaron a la Guardia Nacional a las 3:30 de la madrugada, para que nadie los molestara en la noche.
Hace unos años, al gobierno del estado y a la Secretaría de Educación Pública también les propusimos que ellos pagaran la energía eléctrica porque se trata de recintos públicos. Pero no quisieron hacerlo, porque desde el gobierno de Miguel Barbosa Huerta hubo una política de represión directa contra el Movimiento Antorchista en Puebla, por lo que nos negó todo tipo de obras, de apoyos para la gente y, por contrario, se intentó encarcelar a los líderes y reprimirnos para desaparecer a la organización.
Ahora, desde enero de este año, creemos que en Puebla gobierna un grupo político serio, más preocupado por resolver los problemas de la gente y que tiene una visión de hacer que el estado prospere. A ellos, esta vez, les pedimos solución.
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