MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Cómo afectan la crisis sanitaria y económica al oriente de Michoacán?

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En la región oriente del estado de Michoacán, concretamente en seis municipios (Zitácuaro, Benito Juárez, Susupuato, Tuzantla, Tiquicheo y Huetamo; los cuales abarcan aproximadamente 5, 520 kilómetros cuadrados y tienen en conjunto una población cercana a los 300 mil habitantes), aunque aparentemente se han reportado oficialmente sólo dos decesos por la acción del llamado covid-19, los estragos de la pandemia se han venido haciendo evidentes cada día que pasa, sobre todo porque hay incertidumbre en la mayor parte de la población, dado que las medidas que los gobiernos federal, estatal y municipal que han instrumentado para combatir la pandemia, están empeorado drásticamente la vida de los habitantes. Veamos:

En los seis municipios no existe la capacidad médica y hospitalaria para atender a los enfermos del nuevo coronavirus. En Zitácuaro, municipio con más población, siendo la tercera ciudad más importante de todo el estado de Michoacán, sólo hay un hospital regional –en los demás municipios está peor la situación-, el cual cuenta con 30 camas, pero no tiene los instrumentos para atender a los enfermos graves de la pandemia, por ejemplo: ventiladores para respirar artificialmente que permitan a los enfermos tener la posibilidad de salvar su vida o el equipo e insumos que protejan al personal, tanto médicos como enfermeras y enfermeros, lo cual es semejante a lo que está ocurriendo en la mayoría de hospitales de todo el país y que está provocando que ese personal sea el que se esté contagiando; tampoco se ha capacitado al personal médico para atender a los enfermos, lo que ha obligado a los administradores del hospital a tener dispuesta la medida de "canalizar a los hospitales de Toluca a los enfermos que lleguen a ese hospital".

Pero lo que está dejando ya afectados en gran número es la paralización de las actividades económicas. Tanto en Zitácuaro, como en Huetamo -que son los dos municipios con mayor población- en donde hay más comercio informal, éste ha disminuido sensiblemente; a decir de los comerciantes la reducción de las ventas va del 40 al 90 por ciento. Y, como es de suponer, miles de familias que "viven al día" de lo que puedan vender, empiezan a tener una fuerte carencia de los recursos necesarios para sobrevivir. El golpe económico también ha afectado a los trabajadores del volante, pues el transporte público también ha disminuido notoriamente; taxis, "mototaxis", combis y transporte foráneo transitan con muy poco "pasaje", con el consiguiente bajo ingreso que esto les genera a los que viven de ese trabajo.

La situación de los campesinos se empieza a tornar dramática, pues las ventas de los productos agrícolas (guayaba, ajonjolí, sorgo, maíz, aguacate, etc.) ha disminuido y lo peor es que la falta de demanda de los productos, está golpeando los precios de los mismos (la guayaba, tuvo recientemente una baja de más del 60 por ciento de su precio). Y si a esta situación le sumamos que ni el gobierno federal ni el estatal están instrumentando los programas de apoyo al campo, como entrega de fertilizantes, de semillas, de apoyos a la producción con maquinaria agrícola, etc., el resultado es que los campesinos ya están resintiendo la crisis económica, los analistas de los poderosos medios de información como la televisión, la radio, la prensa escrita, la prensa digital, etc., que han informado de que "la economía de México caerá hasta en un -8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), sólo hacen cálculos estimativos, sin embargo, en la realidad, tanto a campesinos, como trabajadores informales -y aun los trabajadores formales-, de la zona oriente de Michoacán ya están viviendo la pesadilla de la crisis económica. El pueblo trabajador de Michoacán –y de todo el país-, que conoce y confía en el Movimiento Antorchista Nacional ante esta terrible realidad, le están exigiendo a los gobiernos (en primer lugar, al federal que es que maneja casi la totalidad de los recursos fiscales de la nación) de los distintos niveles que el dinero del pueblo que es extraído de los impuestos sirva en estos momentos aciagos y sumamente difíciles, para que se instrumente un "Programa Nacional Alimentario". Es lo menos que puede hacer un gobierno ante el tamaño de la tragedia que está gestándose en el país.

Al pueblo trabajador de Michoacán y de todo el país le debe quedar claro que, si bien la pandemia no se generó en el país, sino que es un problema mundial, lo cierto es que la actuación del gobierno de la 4T, desde que llegó al poder e instrumentar sus políticas de "austeridad republicana" ha estado agravando las condiciones de pobreza de millones de mexicanos, pues canceló los programas que permitían defenderse de los pobres del hambre y de la falta de atención médica. Canceló el programa "Prospera" que beneficiaba a cerca de 30 millones de mexicanos más pobres; canceló el "Seguro Popular" que, con muchas deficiencias, pero estaba mejor que el INSABI, el cual hizo empeorar las condiciones de los hospitales, del instrumental médicos y quirúrgico de los centros hospitalarios y clínicos, de la adquisición de medicinas, del número de clínicas, de médicos y enfermeras, pues muchos fueron despedidos. El gobierno de la 4T canceló el "Ramo 23", el cual permitía a miles de comunidades conseguir obras como clínicas y hospitales, drenajes, aguas potables, pavimentos, escuelas, etc. Canceló el programa de "Vivienda digna", que permitía que cientos de miles de familias construyeran cuartos adicionales, pies de casa, etc., lo que ayudaba -aunque fuese precariamente- a ir combatiendo el hacinamiento de las familias pobres que deben respetar el pronunciamiento de "quédate en casa". Redujo en más de un 50 por ciento el apoyo a los campesinos, lo que ha redundado que ahora ya ni fertilizantes, ni semillas, ni tractores puedan obtener la inmensa mayoría de campesinos pobres, para mejorar la producción y sus ingresos.

Y ahora este gobierno de la 4T pide a los 90 millones de mexicanos pobres "quedarse en casa", para evitar los contagios, pero este mismo gobierno no le dice a los trabajadores mexicanos que viven al día, sobre todo los que no tienen empleo seguro, salario asegurado, prestaciones de ley, seguro social, etc., de qué van a vivir, de dónde van a sacar el sustento diario. Esta es una política no sólo profundamente errónea, es una política inhumana. ¿Cómo es posible que López Obrador en medio de estas terribles circunstancias, se atreva a pagar 500 millones pesos en la compra de un estadio en Hermosillo, Sonora? ¿Cómo es posible que la necedad de un hombre cuya divisa propagandística siempre ha sido "primero los pobres", ahora le siga dando prioridad en el gasto público a obras faraónicas –que muchos expertos sostienen, no servirán para generar bienestar al pueblo-, como el "Tren maya", la refinería "Dos bocas", y el aeropuerto de "Santa Lucía", ¿precisamente cuando el pueblo está en peligro de sufrir una devastadora hambruna? Y todavía para "remachar el clavo", aumenta la tarifa del cobro de energía eléctrica. El pueblo de Michoacán debe estar claro que si no le exigimos al gobierno de la 4T que atienda lo prioritario con el dinero que es del pueblo, pues lo generó el pueblo, que es aplicar de manera urgente, enérgica y eficaz un "Programa Nacional Alimentario", la hambruna será más catastrófica que la misma pandemia.

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