J.M. Coetzee, expone 12 ensayos donde reflexiona sobre la relación entre el Estado y los escritores: la censura que han sufrido éstos a lo largo de la historia, desde la aparición de la imprenta hasta el sistema impuesto por el apartheid, destacando en ellos tres temas esenciales: poder, racismo y sexualidad.
La ofensa convertida en indignación y ésta como expresión de impotencia de los subordinados frente al poder. La reacción del poder del Estado al sentirse ofendido no es la impotencia sino la censura y el sometimiento por la fuerza. La censura institucional como expresión, no de fortaleza, sino de debilidad del Estado.
El aparato de censura represiva del Estado alcanza niveles de paranoia (patología de las dictaduras). Paranoia que se transmite incesantemente a la población hasta lograr la autocensura colectiva. Autocensura que en algunos escritores sometidos por el poder se convierte en un drama psicológico.
Novela censurada por el Gobierno británico. Su autor, D.H. Lawrence, fue acusado de pornografía por atentar contra la decencia y el decoro. La condena moralista y conservadora del Estado aparece cuando se siente ofendido por la transgresión de las fronteras sexuales que su moral impone.
Una visión feminista que promueve la censura legal contra la pornografía visual en los países industrializados porque considera que se violenta y degrada a la mujer: se le cosifica. Es una censura de género contra la política sexual hegemónica del hombre, contra la supremacía masculina al frente del Estado.
Durante la Reforma, Erasmo de Róterdam, se vio obligado a tomar posición sobre la pugna entre Lutero y la Iglesia. Oculto tras la “locura” crítica dicha rivalidad, procurando no involucrarse en ella para evitar represalias. La posición impolítica de los escritores que intentan colocarse por encima de los intereses políticos
En uno de sus poemas, Mandelstam criticó a Stalin. Posteriormente el aparato de censura del poder soviético lo obligó a escribir una oda de alabanza hacia el jefe del poder estatal. Así observamos cómo se expresa el control del poder político sobre los escritores y artistas.
En el marco de la guerra fría, la muerte de Stalin y la crítica contra el stalinismo emitida desde el propio poder soviético, se promovió la autocensura y la autocrítica literaria, surgiendo escritores como Solzhenitsin que expresaron su odio contra el régimen soviético. Los escritores desafían abiertamente al poder.
En Polonia Herbert escribió, a pesar del aparato de control del Estado. Surge una relación íntima entre el escritor y el censor. El escritor sabe que su obra será censurada por lo que busca formas para burlar al censor y éste lo que busca siempre es descifrar el pensamiento del autor para censurar lo que el régimen no permite.
El segregacionismo racial en Sudáfrica, además de sus objetivos económicos, obedeció a una tendencia de derecha neonazi que decía proteger la pureza de la raza blanca. Las obras literarias que abordaran el problema racial debían imprimir hostilidad contra la raza negra y evitar la mezcla con ésta.
Se declararon indeseables las publicaciones indecentes, obscenas, ofensivas y perniciosas (esta última contra la moral pública). Aparecen dos visiones: la conservadora propia del poder y la académica moderada. La censura es gobernada por la paranoia de la culpabilización.
En Sudáfrica la oposición intelectual estuvo encabezada por Brink: primero contra los censores y luego contra el régimen. El escritor trata de decir la verdad y el Estado trata de reprimirlo. Existe una confrontación ineludible pero desigual.
A través de su poesía metafórica, Breytenbach denuncia y acusa al régimen sudafricano de asesino. Su obra estuvo siempre censurada. Aún en la cárcel, lo que escribía era revisado y destruido por el censor. Breytenbach define a la censura como un acto vergonzoso, propio de la represión ejercida por el Estado.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario