Hermosillo, Son. "El hambre crece en Sonora y no hay ningún cambio de actitud a fondo ni en el Gobierno estatal, ni en el municipal ni en el federal.Nos siguen llegando decenas de cartas, de fotografías y de videos que dan muestra que en cientos de colonias populares y comunidades del campo sonorense no hay acciones perceptibles y consistentes de apoyo alimentario por los gobiernos", informó Bernardino Domínguez Cruz, dirigente antorchista en la entidad.
Dijo que las páginas de facebook y las cuentas de Twitter de su organización muestran claramente la verdad de su dicho."Quien desee entrar a ellas y lo haga sin prejuicios podrá darse cuenta de una asombrosa y estrujante cantidad de solicitudes populares de ayuda."Con trapos blancos y cartulinas, los hambrientos están manifestando una protesta por el abandono", dijo.
Manifestó que son muchos los asentamientos humanos más humildes con los que Antorcha tiene estrecho contacto y de por lo menos 250 de ellos "nos están llegando las llamadas de auxilio desesperadas sin que nadie las atienda de manera organizada y bien estructurada".
"La capacidad organizativa de los gobiernos no se está destinando para socorrer en estos momentos de angustia a las familias de los más humildes", dijo.Aseguró que toda la estructura gubernamental debería estar volcada con recursos, estructura humana y todo el equipo técnico posible a resolver este grave problema social, pero más bien parece que hacen otra cosa: están en todo, menos en resolver el hambre del pueblo.
Aseguró que Antorcha no miente ni busca sacar raja política de la situación, sino que el crecimiento del hambre un hecho verdadero, real, por el que está atravesando la población sonorense más desprotegida y débil.
"No negamos que ha habido algunas ayudas, pero desde hace cinco semanas, recordó, advertimos que eran totalmente insuficientes" y hay lo reafirmamos; por ello, su organización plantea que se implemente un plan bien estructurado, un programa nacional, ejecutado federalmente, porque sólo de esa forma se garantizaría usar racional y coordinadamente todas las fuerzas estatales y gubernamentales que mantenemos con nuestro trabajo e impuestos," dijo.
Volvió a advertir que no hacer caso a estos llamados es jugar con fuego, expuso que la venganza irracional del hambre ha hecho caer imperios y brillantes sociedades: un pueblo con hambre, finalizó, es la furia más temible que haya conocido la historia de la humanidad.
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