Cuando se advierte que la crisis energética en México es otra culpa del Gobierno llamado de la cuarta transformación, es porque ya carga en el morral diversos fracasos entre los que se pueden contar algunos como la falta de agua potable y la grave inseguridad para los mexicanos.
Pero centrémonos en la calamidad que desde hace varias semanas se hizo presente en diversos lugares del país, con apagones en grandes núcleos de población donde Manuel Bartlett Díaz, encargado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sencillamente se ha lavado las manos, como parte de un Gobierno federal que cuando comete errores garrafales busca culpables en el pasado.
El comunicador Enrique Hernández de Forbes México, al referirse a la crisis energética en el país, advierte que miembros de la Coparmex afirman que ello proviene de la falta de inversión en producción y distribución.
Al no garantizarse la energía eléctrica por no haber destinado inversión suficiente, los golpes serán para la población, cuestión que le pasó de noche al mandatario mexicano.
Las consecuencias son graves ya que se está perdiendo la oportunidad que da el nearshoring para atraer nuevas empresas y crear fuentes de empleo debido a la falta de energía eléctrica.
“El principal problema no es el incremento en la demanda de energía, sino la falta de nueva oferta de centrales eléctricas de generación, aunado a la baja inversión del Gobierno de México en la capacidad de transformación y transmisión eléctrica por parte de CFE”, manifestó en un comunicado el organismo dirigido por José Medina Mora Icaza.
En contraparte se podría decir que los apagones que se han registrado en diversas partes de la Nación no solo afectan el funcionamiento normal de las empresas, sino que ponen en riesgo la seguridad y la vida de las personas ante las extremas condiciones climáticas.
Mientras el titular de la CFE Manuel Bartlett Díaz sigue guardando silencio, el problema en el sistema eléctrico nacional se agrava, después de que de los 232 proyectos instruidos por la Secretaría de Energía, únicamente se han aplicado nueve.
Cabe señalar que dicho plan contempla programas de ampliación y modernización de la Red Nacional de Transmisión y de las Redes Generales de Distribución para reducir tanto los costos de prestación del servicio como los de congestión, así como los destinados a incentivar una expansión eficiente de la generación.
Sin embargo, el Gobierno federal ha dejado esto de lado y le apuesta más a la realización de sus obras faraónicas, esas que representan gastos millonarios para los mexicanos y que, a final de cuentas, no han dado el resultado esperado, ni ahora ni para un futuro venidero.
Es indudable que al no garantizarse la energía eléctrica a todos los mexicanos por no haber destinado inversión suficiente, los golpes habrán de ser para la población, cuestión que le pasó de noche al mandatario mexicano, porque al igual que con la tremenda inseguridad existente en el país, se ha visto rebasado mientras continúa echando culpas al pasado.
Esta situación ha traspasado ya las fronteras de México, siendo en Estados Unidos donde los periodistas extranjeros refieren que los cortes de electricidad dejan las calles a oscuras y hacen enmudecer las fábricas. Los pobres eligen entre pagar la comida o la luz. Los productores no consiguen fertilizante porque fabricarlo requiere gas natural.
Además de que el Gobierno mexicano no ha invertido los recursos necesarios para que esta situación no esté sucediendo en el país, hay quienes mencionan que las guerras en diversas naciones del mundo, los ataques con misiles poderosos y demás han generado una consecuencia grave en el planeta, donde la tierra está reclamando su vida frente a la voluntad de los poderosos que pretextando una libertad mundial, se enfrascan en la esclavitud del ser humano, donde se habrán de pagar caras las ambiciones de poder.
Porque no hay que negar que el mundo está inmerso en una crisis energética, un agresivo ajuste sobre algunos de los mercados más importantes de gas natural, petróleo y otros combustibles que mantienen en marcha la economía global y prenden las luces y el calor de los hogares.
Desde tierras que reciben mayores grados de calor han surgido voces dirigidas al Gobierno federal desde el Senado de la República, presentando exhortos para que a través de la CFE Federal se garantice la energía eléctrica:
“No podemos seguir con esos apagones que han surgido en los últimos días, los cuales afectan nuestras casas, hospitales, escuelas, industria y los comercios coahuilenses”.
Dichos cortes energéticos han venido afectando electrodomésticos, además de no tener aire acondicionado ni ventiladores, lo cual en estos días donde la temperatura ha subido se hace imposible estar bien.
Pero ¿qué se puede pedir a un Gobierno insensible mexicano que dice tener otros datos, que dice que todo se encuentra perfecto, que nadie sufre, que nadie llora, en medio de una anunciada ley electoral como las que acostumbra Bartlett, con apagones y caídas de sistema, con triunfos que no se aceptan si no es Claudia Sheinbaum la elegida por el pueblo y si la 4T llegase a fracasar en las urnas?
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