Santiago Pinotepa Nacional, Oax.- El pueblo afrodescendiente Collantes se encuentra a 20 kilómetros de la cabecera municipal Santiago Pinotepa Nacional. Para llegar hasta allá, te tienes que trasladar por una pequeña y deteriorada carretera que conecta con la cabecera municipal. El paisaje es verde, pues se encuentra rodeado de cerros pequeños y su clima es un poco caluroso debido a su cercanía con el océano Pacífico.
La impresión tras llegar es la de estar en un pueblo lleno de cultura y no es para menos. Su historia data, de acuerdo con historiadores y antropólogos, desde el año 1522 cuando Pedro de Alvarado fundó la primera villa de españoles en la zona por lo que los afrodescendientes también se asentaron en la región.
Hablamos pues que tras la etapa de la Conquista y la Colonia en la zona, el establecimiento de haciendas españolas dedicadas al despepite de algodón y a la siembra de ajonjolí y maíz, dieron paso al asentamiento de cuadrillas de negros esclavos y cimarrones para el trabajo forzado, lo que llevó a la muerte a un porcentaje considerable de la población indígena en la región y permitió que los africanos y afrodescendientes en condición de esclavos llegaran a ocupar los cargos de capataz.
A raíz de esas remenbranzas y memorias asociadas a la conformación de Collantes, surgió la representación de una de las danzas afromexicanas más conocidas, la “Danza de los diablos” que han preservado hasta nuestros días y toman como un emblema; pero, a pesar de la algarabía de la gente que lleva con gran orgullo en las venas sus orígenes, tras recorrer la comunidad, se visualiza el alto grado de carencias sociales que golpea a las familias.
Un ejemplo claro es la rutina diaria de doña Magdalena Oropeza Salinas, originaria de Collantes, Santiago Pinotepa Nacional, mujer trabajadora que, con 40 años, se levanta desde las 5 de la mañana para colocar unos leños que utiliza como combustible para su fogón que emplea, al igual que la mayoría de las mujeres de su localidad. Le prende fuego, lava su maíz, va a la molienda y empieza a hacer tortillas para almorzar, pero también para la venta y así obtener un poco de ingresos económicos, pues es el sostén de la familia.
Siendo ya las 3 de la tarde, se logra observar que doña Magdalena no cuenta con víveres y solo le agrega a la tortilla recién bajada del comal un poco de agua con sal y prepara habilidosamente un taco y se lo otorga a su pequeño hijo para que apacigüe un poco el hambre. “Así vivimos nosotros, de forma humilde” dice, mientras nos preparábamos para entrevistarla tras recabar testimonios en dicha comunidad.
Magda, como la conocen sus compañeros antorchistas, en su modesta vivienda que habita manifiesta que lo que logra vender de tortillas no es suficiente para comprar la canasta básica, menos para comprar láminas y poder cubrir las gotas que se introducen como saetas a su vivienda en temporadas de lluvias.
Por ello, quejumbrosa e indignada, hace un llamado al gobierno de Morena a nivel federal y ahora estatal, para que brinden apoyos a la vivienda y tomen en cuenta en los apoyos sociales a quienes no comulgan con ellos pues, en su caso de trata de una oaxaqueña afro que sufre las carencias sociales que dijeron combatirían.
“Yo creo que AMLO, su 4T y ahora la Primavera Oaxaqueña han engañado al pueblo pobre, nos han mentido diciendo que ahora el trato directo va a ser con ciudadanos y que nos van a resolver nuestras necesidades, porque hasta el día de hoy, aquí no han llegado los apoyos de mejoramiento de vivienda o alguno de generación de empleo, mi familia come con lo poco que vendemos de tortillas, que nos ganamos con el sudor de nuestra frente”, finalizó.
Cabe mencionar que, a nivel municipal, la Secretaría de Bienestar en su informe anual 2023 sobre la situación de pobreza en Santiago Pinotepa Nacional, tomando los datos de 2020, refiere que, de una población de 55 mil 882 habitantes, en pobreza moderada vive 36.9 por ciento; en pobreza extrema, 17.9 por ciento, y la población vulnerable por carencia social ocupó 34.6 por ciento; solo el 1.9 por ciento es vulnerable por ingresos.
Cuando el reloj marcaba las 4:30 de la tarde, tocó despedirnos de Magdalena Oropeza, quien tras terminar la entrevista reflejaba el sufrimiento en su rostro causado por el trabajo y la falta de oportunidades para mejorar su nivel de vida.
Sin embargo, como toda oaxaqueña y mexicana trabajadora, se despidió haciendo énfasis en que va a seguir trabajando por que no le queda de otra, pero enérgicamente exige que el gobierno del estado, que encabeza Salomón Jara Cruz, que cumpla sus compromisos con los oaxaqueños, porque no se trata de decir solamente que va a tratar con ciudadanos, sino que tiene que resolver las necesidades básicas de la gente humilde.
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