El día estaba caluroso. Aun así, varios a mi alrededor se dirigían hacia el auditorio Clara Córdova, en Tecomatlán; Puebla, con la esperanza de obtener los mejores asientos o también para refugiarse un poco de los intensos rayos de sol. Se trataba del día en el que clausurarían una semana deportiva de la XXI Espartaqueada Deportiva Nacional del Movimiento Antorchista, tan esperada por miles de antorchistas, y que regresaron de manera presencial después de tres años debido a la crisis sanitaria que sufrió el país. La cita para todos era a las 12:30 del medio día. No pensaba en otra cosa más que en llegar a tomar asiento.
Vi como decenas de sonrisas pasaban delante de mí, como varios grupos de amigos corrían hacia el auditorio y cuando divisé la puerta de entrada me di cuenta de que asiento yo no tendría, en menos de 10 minutos el auditorio se abarrotó de tanta gente que no cabíamos dentro todos, había gente en los pasillos, a un lado de los asientos, otros habían llenado el palco, era como esperar ansiosos a que algo sorprendente pasara. Todos reían, platicaban y se abrazaban, era como ver a miles de hermanos juntos, disfrutando de estar juntos.
El gran auditorio parecía ser un lugar muy chiquito para todos los que estábamos dentro de él. A las 12:30, los maestros de ceremonia tomaron el micrófono dando la bienvenida a todos los que nos encontrábamos dentro y también para los que veían a través del Facebook Live en cualquier parte de la república.
Minerva Salcedo e Isaías Chanona recordaron el asesinato de tres antorchistas, hace un mes, en Guerrero. Todos en la sala guardaron silencio, varios de ellos tristes por la falta de tres hermanos entre nosotros, toda la Espartaqueada había sido en memoria de Mercedes, de Conrado y su hijo menor de edad. Aun así, el sentimiento compartido de dolor estuvo presente y todos con la voz más fuerte que tenían, levantando el puño tan alto como pudieron, dijeron firmemente: “Por todos los caídos, nosotros estamos de pie”. Es una especie de aliento de fuerza que hace temblar el alma y cuando arribó con nosotros el líder de toda nuestra organización, Aquiles Córdova Morán, el auditorio reventó entre aplausos y consignas, entre sonrisas y puños agitados.
Con el maestro, llamado así con mucho respeto y cariño por nosotros, arribó también la Dirección Nacional conformada por Juan Celis, Omar Carreón, el Doctor Brasil Acosta, Homero Aguirre, Samuel Aguirre y la Doctora Soraya Córdova. Hay más nombres que por falta de espacio me atreveré a saltar, espero que todos me perdonen, pero estuvo presente un ser muy querido por toda nuestra organización: el biólogo Jesús Tolentino Román Bojórquez. No lo habíamos visto desde hace mucho y el amor de todos los que me acompañaban en la sala se escuchó y debo de decir que muy fuerte.
Entre los antorchistas existe una especie de hermandad entre su lucha, son revolucionarios que luchan con la razón y el corazón son firmes en su lucha y nobles de corazón, ese recibimiento se sintió como un gran abrazo, con el Doctor Brasil nos llevó un invitado muy especial, Wang Huijun, representante del Embajador Zhang Run de la República Popular China en México, venían también acompañados por la agregada Yao Shing cuando la nombraron todos aplaudimos esperando que por medios de nuestras palmas se desprendiera un gran saludo, esto por la admiración que como antorchistas sentimos por el camino tan grande y largo que han tenido nuestros hermanos del continente asiático y por la lucha de ellos, era un gran honor tener con nosotros una visita de ellos, en ese momento el rostro de los asistentes estaba lleno de orgullo y felicidad, listos para presenciar todo el acto de clausura, cuando de pronto la maestra Hersilia Córdova Morán, anunció un invitado más: iba llegando el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes. Todos le dimos la bienvenida, había caras de asombro, otras de duda, pues siempre se nos habían rechazado invitaciones y en esta ocasión fue grato para todos nosotros compartir con el todo nuestra riqueza cultural y deportiva.
Después de esta bienvenida, estábamos muy listos para iniciar con el programa, todos tomamos asiento, unos en el suelo, otros en sus asientos, nadie quería perderse ningún momento de la clausura, algunos con su teléfono grabando todo el programa, cada que hay un evento todos esperamos llevarnos todo en nuestro teléfono, en la memoria tenemos miedo a olvidar cualquier detalle.
El programa inició con la despedida de los estados que no obtuvieron medallas ni puntos, pero por los que calurosamente los despedimos, agradecidos de estar con nosotros una semana y de haber desarrollado el deporte a su estado, esa fue su tarea saliendo del escenario, seguir impulsando el deporte entre los jóvenes y niños como arma de transformación, solamente quedaron cinco banderines arriba del escenario.
Aracely García Carrión, en nombre nuestros alegres anfitriones, nos dio un mensaje en el que nos recordó el trabajo que ha tenido por años el Movimiento Antorchista en el municipio y el olvido de los gobiernos hacia los pueblos más alejados de la ciudad, sin embargo el desarrollo de este gran lugar no ha frenado, en cada palabra de la ingeniera todos nos sentíamos orgullosos porque a través de una educación establecida sobre el materialismo dialéctico ese crecimiento se ha visto posible, las palmas no se esperaron, pues el estridente de ellas se oía en cada esquina cuando la ingeniera bajó del pódium, para dar paso a los Grupos Culturales del Movimiento Antorchista y al programa que nos presentaron titulado “China; Un asalto al cielo”.
Siempre que ellos aparecen la multitud se alegra y se emociona, son nuestro pilar cultural, son nuestra más hermosa carta de presentación a donde quiera que vayamos los antorchistas. Sin embargo, en esta ocasión no sabíamos que nos traían y las ansias nos comían las uñas, pronto todos levantaron sus teléfonos para grabar el inicio de este, antes de que todo esto iniciara, las voces más bonitas que tenemos entonaron junto a nosotros el glorioso himno que nos identifica como hermanos y como antorchistas: el himno a nuestra organización, todos sin necesidad de que alguien pidiese orden, se pusieron de pie y descubriéndose la cabeza cantamos juntos el gran himno a nuestra organización.
Desde el inicio notamos que el programa era único, era un recordatorio de la cultura China y de su historia, yo y varios compañeros estábamos nerviosos porque con nosotros estaban tres personas que conocían muy bien esa cultura, pero los actores y los bailarines demostraron un nivel tan grande que me sentí muy contenta cuando vi cómo asentían nuestros tres visitantes de la cultura china al programa, en cada escena los aplausos y algunas lágrimas estuvieron presentes, detrás de ellos, estaba todo el trabajo de nuestra organización, fue un programa que debería de ver todo México, una creación que lleva un mensaje tan profundo y mis hermanos de clase y yo lo sentimos, el clímax llegó cuando las notas de “La Internacional" comenzaron a sonar dentro del auditorio, sin pensarlo, casi en automático todos estuvieron de pie en un segundo, con mucho emoción cantamos a lado de los Nacionales este gran himno, fue un espectáculo que despedimos con una cantidad muy grande de aplausos y de consignas con una serie de sentimientos encontrados.
Después de este banquete cultural dimos paso a nuestro líder, todos tomaron sus asientos, todos estaban atentos y con mucha atención a las palabras de nuestro dirigente, sorprende como es fácil describir a un antorchista, alegre, atento, con gallardía, respetuoso, en fin, es fácil ver cómo el antorchismo cambia profundamente al individuo, transformándolo en un hombre distinto.
El maestro agradeció a sus invitados la presencia en nuestro festejo de clausura, dijo que la Espartaqueada nos recuerda al pueblo que la tarea para un cambio a fondo sigue siendo educar, organizar y politizarse para alcanzarlo, tomó de ejemplo como lo ha hecho China, nos hizo un llamado a luchar por el poder político y quisiera aquí poner cada palabra para que nadie pudiera perderse este mensaje, sin embargo gracias a la grabación que quedará guardada en la página del Movimiento Antorchista pueden ir a verla cuando sea necesaria, continuando con nuestro líder reconoció el esfuerzo detrás de nuestra justa deportiva, un evento que dijo ser una tradición que busca unir al pueblo y a los jóvenes para que juntos aspiremos a cambios profundos.
Cada discurso del maestro es tomado por nosotros para llevarlo a la práctica y cada uno de ellos es un gran mensaje para cualquier individuo, nosotros lo sabemos y en más de una ocasión ha demostrado no tener vigencia, recordó a los asistententes la coyuntura política de nuestro país, creo que en un momento sin afan de burla, aclaro, volteaba alguien a ver al gobernador, como esperando una reacción, no sucedió, el análisis de nuestro líder no estaba dirigido hacia eso, no, el mensaje era para nosotros los asistentes, para nuestra educación, extraído del análisis de nuestra realidad, o sea desde la verdad, en el que por la expresión de los que de vez en cuando veía, coincidiamos todos y así despedimos al maestro del podium convencidos de que nuestro país merece un rumbo mejor, también decididos a regresar a nuestro lugares dispuestos a implementar como los chinos, un camino en el cual los primeros en querer cambiar esta patria seamos los más desprotegidos, seamos la clases obrera.
Como todos nuestros eventos, desgraciadamente llegan a su fin y el nuestro llegó a la premiación de los estados que se colocaron en los primeros lugares, los michoacanos fueron los primeros en gritar de la emoción al llevarse el cuarto lugar, después los poblanos brincamos de alegría con nuestro tercer lugar, los veracruzanos también contentos por su segundo lugar llenaron el auditorio con aplausos y todos desprendimos gritos, brincos y alegría cuando el Estado de México fue nombrado ganador de la XXI Espartaqueada Deportiva. Así estaba terminando nuestra celebración, nuestra semana llena de competencia sana entre estados, en esos estados en los que el deporte y la cultura se ha visto desarrollada por el Movimiento Antorchista, siempre buscando la transformación del hombre en uno nuevo.
A las 3:20 de la tarde, el gobernador del estado clausuró nuestra espartaqueadas dando con él un mensaje de felicitación a todos nosotros a quien agradecimos por acompañarnos en un evento tan importante, antes de irnos a nombre del Movimiento Antorchista Nacional, entregamos una placa de reconocimiento a nuestro querido líder y el auditorio retumbó de alegría y más de alguno que pasaba en el exterior nos escuchó. Prometimos volver, como Espartaco dijo: “volveré y seré millones”.
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