MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Cuando los pueblos se deciden

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"Durante treinta años, los grandes terratenientes cultivadores de caña de azúcar le habían disputado a Anenecuilco los derechos sobre las tierras y las aguas de la comarca. En los campos, a lo largo de las acequias de riego y en tribunales, los de Anenecuilco habían luchado por sus derechos a los recursos locales; pero, por lo general, gracias a que los hacendados influían poderosamente en el Gobierno federal de la Ciudad de México, a que dominaban el gobierno de Morelos y tenían sujetos a los funcionarios de las cabeceras de distrito, los del pueblo perdieron sus pleitos".

"Los cuatro ancianos que componían el concejo regente de Anenecuilco reconocieron públicamente que no se sentían capaces de dirigir el pueblo...No hay testimonios de que hubieran fracasado por falta de valor o por negligencia. Por lo que se sabía, seguían siendo hombres de carácter firme y leal…Eran como dijo su presidente (que tenía más de setenta años), demasiado viejos...Tener que tratar con los administradores y los capataces de los hacendados...enfrentarse al jefe político de Cuautla, andar contratando abogados, desplazarse para ir a hablar con el nuevo gobernador, tener que hacer viajes a la Ciudad de México, inclusive, resultó, de pronto, ser demasiado para hombres viejos. Precisamente porque los concejales eran personas con sentido de responsabilidad, por tradición y por carácter, decidieron traspasar su autoridad a otros que pudiesen dirigir a la gente del pueblo.

En la tarde del 12 de septiembre de 1909, los hombres de Anenecuilco se reunieron a la sombra de las arcadas que se levantaban detrás de la iglesia del pueblo...Se encontraban allí la mayoría de los que eran cabeza de familia…Llegaron de 75 a 80 hombres...Era necesario elegir hombres nuevos, más jóvenes, para que los representaran…Merino (presidente del concejo) pidió candidaturas.

Modesto González fue el primero en ser propuesto. Luego, Bartolo Parral propuso a Emiliano Zapata y éste, a su vez, propuso a Parral, se hizo la votación y Zapata ganó fácilmente.

A nadie sorprendió. Zapata era joven, pues apenas en el mes anterior había cumplido los 30 años, pero los hombres que votaron lo conocían y conocían a su familia, y consideraron que, si querían que un hombre joven los dirigiese, no podrían encontrar a ningún otro que poseyese un sentido más claro y verdadero de lo que era ser responsable del pueblo… Zapata habló brevemente. Dijo que aceptaba el difícil cargo que se le había conferido, pero que esperaba que todo el mundo le diese su apoyo".

…"Zapata amplió la esfera de su actividad. Gente de la cabecera municipal se le sumó ahora, lo mismo que agricultores del pequeño poblado de Moyotepec, situado más al sur: Muchos hicieron aportaciones al fondo de defensa de Anenecuilco y respetaron las decisiones de Zapata en materia de títulos de propiedad de los pueblos y asignaciones de lotes individuales. En cada región disputada, Zapata derribó cercas de las haciendas, habló con los agricultores del lugar y distribuyó lotes. Así, a medida que, por su desafío, el orgullo de esos agricultores fue aumentando, también creció la reputación de Zapata…" (Zapata y la Revolución Mexicana. John Womack Jr).

Las injusticias contra los trabajadores continúan, de otra manera, pero la vida para el pueblo sigue siendo muy dura, soportando la falta de  empleos bien pagados, vivienda y servicios, atención médica de calidad, escasez de medicamentos; en esta realidad que ahoga, es importante recordar la lucha de Emiliano Zapata, un producto legítimo del pueblo mexicano, que encabezó a los suyos contra las injusticias de un gobierno que sólo apoyaba a los poderosos, aprendamos de nuestra historia; ante un gobierno tirano, la organización del pueblo.

 

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