Durante la historia de este país se han presentado diversos desastres naturales, entre meteorológicos, geológicos y generados por la mano del hombre, en donde en los tres tipos de eventualidades hay pérdidas naturales, materiales y humanas, pero lo lamentable hay quienes pretenden obtener su raja política al lucrar y exponer estas problemáticas.
Recientemente, se presentó un huracán que contó con características atípicas, es decir, fue inusual que creciera tanto en poco, muy poco tiempo, pero que ahora se habla de que nadie advirtió cuando se encontraba en categoría 1, y en unas cuantas horas incrementó su dimensión hasta la categoría 5.
La llegada de “Otis” causó una serie de señalamientos e inconformidades en el terreno político, ya que el grupo que gobierna el país afirma que se han hecho las cosas como se debe; incluso se asegura que se ha actuado de manera histórica, imponente y sobresaliente en comparación con lo que se ha visto desde hace décadas con siniestros. Hay quienes señalan que se ha actuado en tiempo récord con la recuperación de servicios y ayuda masiva.
En contraparte, los que conforman el grupo de oposición aseguran que nada o poco se ha actuado por parte del Gobierno para atender este desastre natural, y se ha llevado hasta las cámaras legislativas, en donde se discutía precisamente en estos días lo que es el presupuesto del año que viene.
Quienes conforman el grupo de oposición aseguran que nada o poco se ha actuado por parte del Gobierno federal para atender el desastre por “Otis”.
Ahí se señaló que es urgente que se lleve el recurso necesario, incluso hasta dejar de pagar deudas para ayudar a municipios del estado de Guerrero, todo esto con miras a temas electorales que arrancan en unos cuantos días.
La realidad de este tema es que si se ayuda o no por parte de cada bloque de partidos políticos, la realidad es que cada extremo de políticos están jugando con las necesidades de la población siniestrada; con esas familias que actualmente pasan por un momento poco ameno, y que tras el huracán pasaron hambre, sed y carencia de un sinfín de recursos.
Es lamentable que los grupos políticos cuenten con estas buenas “intenciones” a cuando lo que se pretende es obtener atención “electoral”, más que ayudar a reestablecer la vida cotidiana en el puerto de Acapulco y de otros municipios.
Es urgente que los que gobiernan realmente sean de la sociedad, del pueblo, para que dejen a un lado sus intereses políticos y personales, porque ya la sociedad está harta de que se le manipule para llegar a puestos de gobierno, legislativos y al final siguen las cosas muy mal o peor.
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