Hace unos días que nos llenaron las noticias sobre la inundación de Tabasco por las fuertes lluvias que hubo en aquel estado, y el presidente nomas sobrevoló la zona y no visitó a los damnificados porque según el propio presidente se va enfermar, y los apoyos que prometió no se han visto entre la gente que perdió todo. El ejercito que es el único que anda atendiendo en la zona, no se da abasto tanto materialmente como económica.
Me voy a permitir citar unos pasajes de la obra de Federico Engels, La situación de la clase obrera en Inglaterra, que el día 28 de noviembre cumplió el Bicentenario de su nacimiento (1820-1895), y dice: "Toda gran ciudad tiene uno o varios "barrios malos", donde se concentra la clase obrera. Desde luego, es frecuente que la pobreza resida en callejuelas recónditas muy cerca de los palacios de los ricos; pero, en general, se le ha asignado un campo aparte donde, escondida de la mirada de las clases más afortunadas, tiene que arreglárselas como puedan”. En Inglaterra, estos "barrios malos" están organizados por todas partes más o menos de la misma manera, hallándose ubicadas las peores viviendas en la parte más fea de la ciudad. Casi siempre se trata de edificios de dos o una planta, de ladril alineados en largas filas, si es posible con sótanos habitados y por lo general construidos irregularmente. Estas pequeñas casas de tres o cuatro piezas y una cocina se llaman cottages y constituyen comúnmente en toda Inglaterra, salvo en algunos barrios de Londres, la vivienda de la clase obrera. Las calles mismas no son habitualmente ni planas ni pavimentadas; son sucias, llenas de detritos vegetales y animales, sin cloacas ni cunetas, pero en cambio sembradas de charcas estancadas y fétidas. Además, la ventilación se hace difícil por la mala y confusa construcción de todo el barrio, y como muchas personas viven en un pequeño espacio, es fácil imaginar qué aire se respira en esos barrios obreros. Por otra parte, las calles sirven de secaderos, cuando hace buen tiempo; se amarran cuerdas de una casa a la de enfrente, y se cuelga la ropa mojada a secar.
La situación de Leeds es en efecto la que describe el Artizan (revista ya citada) y que he podido ver yo mismo, "en una pendiente suave que desciende en el valle del Aire. Este río serpentea a través de la ciudad en una longitud de alrededor de milla y media* y está sujeto, durante el período de deshielo o luego de precipitaciones violentas, a fuertes crecidas. Los barrios del oeste, situados más alto, son limpios, para una ciudad tan grande, pero los barrios bajos junto al río y los arroyuelos (becks) que en él desembocan son sucios, angostos y suficientes ya, en suma, para abreviar la vida de los habitantes, en particular de los niños. A ello hay que añadir el estado repugnante en que se hallan los barrios obreros alrededor de Kirkgate, March Lane, Cross Street y Richmond Road, que se destacan particularmente por las calles mal pavimentadas y sin cunetas, una arquitectura irregular, de numerosos patios y callejones sin salida y la ausencia total de los medios más ordinarios de limpieza. Todo ello tomado en conjunto nos proporciona muchas razones para explicar la mortalidad excesiva en esos desdichados feudos de la más sórdida miseria. Las viviendas y los sótanos se inundan frecuentemente de agua hasta el punto que hay que bombearla para la calle; en tales ocasiones el agua, incluso donde hay cloacas, se introduce en los sótanos, provocando emanaciones miasmáticas, de muy fuerte proporción de hidrógeno sulfuroso y dejando un sedimento nauseabundo sumamente perjudicial para la salud. Cuando las inundaciones de la primavera del año 1839, los efectos de semejante tupición de las cloacas fueron tan nocivos que, según el informe del funcionario del registro civil de ese barrio, hubo en el trimestre tres decesos por cada dos nacimientos, en tanto que, en el mismo período, todos los demás barrios registraron tres nacimientos por cada dos decesos."
Tal es la situación del proletariado industrial inglés. Donde quiera que fijamos la mirada, hallamos una miseria permanente o temporal, enfermedades provocadas por las condiciones de vida o el trabajo, la desmoralización, por todas partes el aniquilamiento, la destrucción lenta pero seguro de la naturaleza humana tanto desde el punto de vista físico como moral. ¿Puede durar esa situación? Esa situación no puede durar ni durará. Los obreros, la gran mayoría del pueblo, no lo desean.]
Casi ya los 200 años, las condiciones de vida de los obreros ingleses estaba en paupérrimas condiciones, pero en nuestros días en nuestro país, la gran mayoría de los mexicanos humildes padecimos ya las mismas privaciones que aquel entonces, la desgracia de la población humilde tabasqueña, porque los gobiernos (anteriores y el de ahora), no les importa el bienestar de la población vulnerable, el abandono gubernamental tras el desastre natural a la población de tabasco. El Movimiento Antorchista Nacional se organiza para juntar toneladas de víveres para mandar y entregar a los que están sufriendo el abandono de Morena, y decirle a la población trabajadora, si es conveniente seguir dándoles nuestro voto a los mismos, cuando en los hechos nos están quitando recursos que pudiera paliar nuestras carencias, tanto, de vivienda, apoya al campo, obras para nuestras localidades y colonias, la respuesta está en ustedes.
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