“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”: Nelson Mandela.

El lunes 19 de julio se llevó a cabo la clausura de la décima generación de la preparatoria “Felipe Carrillo Puerto” de Tiholop, Yaxcabá, Yucatán. Dicha localidad tiene mil 605 habitantes, siendo la quinta comunidad más grande del municipio y cuyo nombre significa en maya “mazorcas de maíz secas”. 

Pues bien, los estudiantes de esta generación que egresó pasaron por un periodo especial debido a la pandemia por covid-19, que no sólo ha dejado estragos en las personas, sino también en el sistema de enseñanza. 

En este sentido, las generaciones que egresaron lo hicieron en un escenario completamente diferente y que no estaban preparados para las clases en línea. En Tiholop el desafío para velar por el aprendizaje fue todavía mayor, pues al ser una comunidad que no cuenta con señal telefónica, los jóvenes, padres de familia y maestros tuvieron que ingeniárselas e incluso “rascarse con sus propias uñas”, debido al nulo apoyo gubernamental. 

Es bien sabido que uno de los factores del porqué los jóvenes no continúan con sus estudios, es por la pobreza, siendo la principal traba. Tan sólo en Tiholop hay un total de 263 viviendas y 259 viviendas, de éstas, 59 cuentan con piso de tierra y 131 consisten en una sola habitación, 28 de todos los hogares tienen instalaciones sanitarias, 215 están conectadas al servicio público y 207 tienen acceso a la luz eléctrica.

En un contexto donde las familias no cuentan con una vivienda digna, es de esperarse que tampoco tengan acceso a las nuevas tecnologías, siendo una respuesta clave hoy en día, pues las plataformas educativas online ya son una realidad que llegó para quedarse, pero quien no puede acceder a ellas se suman a las cifras lapidarias a nivel nacional. 

Pues a decir de expertos, uno de cada diez estudiantes no cuenta con internet en sus hogares, y algunos, en medio del confinamiento, subieron a los techos de sus casas para intentar captar señal; mientras que otros tuvieron que comprar una ficha que les diera una hora de internet y en panoramas más adversos, la gran mayoría de la población estudiantil, no contó con computadores, ni las condiciones mínimas para estudiar en casa. 

En Tiholop el 27 por ciento de las personas han terminado la educación secundaria y el 35 por ciento de las viviendas dispone de computadora personal, laptop o Tablet, menos de la mitad. Estas cifras nos dan la idea de las dificultades que han atravesado los jóvenes para continuar con sus estudios, el gran esfuerzo y dedicación que pusieron y sobre todo el trabajo incansable de los docentes por llevarles la educación. La generación que egresó es también muestra de fortaleza por parte de los graduados. 

Si bien el panorama actual está así, uno pudiera pensar que el Gobierno invertirá para poder introducir internet o proveer de un aparato tecnológico, pero no. Sino el mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador, ha llamado a unas clases presenciales para el próximo ciclo escolar. Ante esta postura, es necesario que la población estudiantil esté vacunada, de lo contrario sería enviar a jóvenes y niños al “matadero”. Por ello urge que se alcen voces de los estudiantes para frenar tal atropello. 

En este sentido, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR), encabezó una lucha para exigir que se contemple en el plan de vacunación a los alumnos, pues de no hacerlo, serán los primeros contagiados, aumentando las cifras de casos positivos, o en el peor de los escenarios, de defunciones. 

La actual crisis sanitaria también nos está dando la oportunidad de repensar nuestros sistemas educativos y nuestras prioridades en el mundo del conocimiento y el aprendizaje. Podemos resolver los problemas de manera diferente, en este caso, apoyar la lucha que emprendió la FNERRR, exigiendo al Gobierno federal que encabeza el morenista Andrés Manuel López Obrador, de que se aplique un nuevo plan y se contemple a jóvenes y niños para crearles nuevas condiciones de estudio, para que la educación, “esa arma tan importante para cambiar el mundo”, esté al alcance de todos.