Dolores Hidalgo Cuna de la Independencia Nacional es el nombre oficial de este bello e histórico municipio guanajuatense, donde diera inicio la gesta heroica de la Independencia de México, encabezada por el ilustre don Miguel Hidalgo y Costilla, quien la noche del 15 de septiembre de 1810, se puso al frente del pueblo mexicano en sus aspiraciones de liberación y de autogobierno, para tener una vida más justa y humana, que les permitiera resolver de fondo, los problemas más apremiantes de la época.
El hastío del pueblo por la explotación y la desigualdad social que imperaba, era de tal magnitud, que en sólo 13 días que duró el recorrido insurgente de Dolores a Guanajuato capital, se sumaron al menos 16 mil guanajuatenses al incipiente movimiento independentista y fueron capaces de tomar la Alhóndiga de Granaditas, fortaleza donde se refugiaron las autoridades y los españoles más acaudalados.
Quiero destacar dos aspectos de esta gran lucha libertaria: primero, el pueblo dolorense de aquel tiempo, se mostró valiente y decidido a seguir la causa que cambiara de forma radical su miserable vida; segundo, el movimiento a pesar de ser eminentemente popular y de haber derramado ríos de sangre, no cumplió el deseo de Hidalgo, que era ser independientes de España y gobernarse por ellos mismos y no se materializó porqué los genuinos representantes populares, cayeron en las garras de los realistas al poco tiempo de iniciada la primera etapa del movimiento, como el caso del propio Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez, quienes fueron fusilados y decapitados para escarmiento de los insurrectos. Y diez años después se firma la Independencia por los peninsulares, los criollos adinerados y un debilitado Guerrero como representante del pueblo, que para entonces ya no era el alma de la lucha, quedando el poder del país, en manos de quienes estuvieron en contra de la liberación desde el inicio, representados por Iturbide.
Daré algunos datos de actualidad, para tratar de demostrar a los dolorenses contemporáneos, que no es una exageración decir que en México y en Dolores sigue vigente la necesidad de una real transformación social, como hace 211 años, en el que el protagonista principal sea el pueblo que sigue sin recibir justicia, pero, ahora el cambio, debe ser por la vía democrática.
De acuerdo con el informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social 2018 de la extinta Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), el municipio de Dolores con una población total de 158 mil 095 habitantes, es uno de los 10 municipios con mayor índice de pobreza del estado, con 82 mil 303 ciudadanos pobres que representan el 52% de su población total, 72 mil 121 personas en pobreza moderada que representa el 45.6% y 10 mil 182 ciudadanos en pobreza extrema, que representa el 6.4% ; tiene además una desigualdad social muy contrastante, pues sólo el 6.2% de su población que equivale a 9 mil 800 personas no sufren ningún tipo de carencia económica, social o alimentaria; el 30.6% de los dolorenses, equivalente a 48 mil 374 personas, son vulnerables por diferentes carencias.
Por si esto fuera poco, 14 mil 702 ciudadanos viven hacinados (amontonados), cifra que equivale al 9.3% del total de la población; 6 mil 956 personas no cuentan con agua entubada y representan el 4.4%; sin drenaje están 22 mil 133 gentes, que son el 14%; sin electricidad en pleno siglo XXI hay todavía 5 mil 533 personas, que equivalen al 3.5% y; existen todavía 7 mil 272 dolorenses que en su casa tienen piso de tierra, que representan un 4.6%.
Todas estas cifras, como ya mencioné más arriba, son del informe 2018, pero si las comparamos con algunas del 2010, la situación se torna peor: la población que no sufre ningún tipo de carencia económica, social o alimentaria decreció en 9%, lo que quiere decir que en 8 años bajó el número de ricos y creció escandalosamente el número de la población vulnerable por ingresos en 148% y la población en pobreza moderada en 11%.
No faltará quien objete los datos expuestos en esta colaboración, aduciendo que son del 2018, pero yo les recuerdo que, justamente de diciembre de ese año a la fecha, el gobierno federal que encabeza López Obrador, desapareció varios programas que en algo ayudaban a los más necesitados, incluido el ramo 23, que era un fondo a través del cual se etiquetaban recursos para la construcción de obras importantes en colonias y comunidades de muchos municipios de todos los estados de nuestro país y, que en el 2019, 2020 y 2021, por esta razón, no se han realizado, por tanto, es posible que los indicadores que maneja el informe estén peor en estos momentos.
Y si agregamos las crisis sanitaria, económica, de seguridad y la educativa, no me cabe la menor duda que el panorama es más catastrófico. En el municipio se han presentado 2 mil 297 contagios de covid-19 y 176 decesos; en el mismo sentido la economía de los ciudadanos que antes de la pandemia ya era critica, ahora es peor; no se diga el problema de la seguridad que se ha incrementado exponencialmente; así como el tema educativo, que ya era un muy grave problema, porque el municipio en 2018, presentaba un rezago en educación básica en el 56% de su población y 8.8% de los mayores de 15 años es analfabeta, es decir, 13 mil 928 dolorenses no saben leer, ni escribir y para rematar, no asisten a la escuela 7 mil 319 niños en edad de 6 a 14 años, desde luego que hoy con la pandemia las cosas deben estar más mal.
Gobiernos de los tres niveles han ido y ha regresado, los partidos de igual forma, sólo se alternan el poder y los dolorenses que padecen esta lacerante situación, se han conformado hasta el momento, con dádivas de los distintos políticos y partidos políticos, que, hasta el día de hoy, han hecho muy poco por combatir en serio, todas las carencias que el informe de referencia señala.
Creo que ha llegado el momento de que el pueblo de Dolores, emule a sus antepasados en su determinación y decida de manera organizada y consciente, abordar el próximo proceso electoral, para que su participación sea tomada en cuenta seriamente, por primera vez, por todos los que aspiran a gobernar la Cuna de la Independencia Nacional, la mano del antorchismo en el estado y en el municipio, queda tendida.
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