MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Dónde quedó la consigna de “Primero los pobres”? Desechada por Morena

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Según la encuestadora Mitofsky, al mes de febrero de 2021, la aprobación presidencial en México presentó un promedio del 59%, contra un 41% de desaprobación. Señala que, al tercer mes de su mandato, el gobierno de López Obrador alcanzó el punto más alto con un 67% de aceptación, índice que bajó hasta el 48% en el mes de abril de 2020, para ascender nuevamente al punto referido. Estos datos revelan que, a pesar de que el presidente López Obrador tiene como principal logro el que nuestro país se encuentre en un verdadero desastre nacional, un número mayoritario de mexicanos sigue confiando en su gobierno.

El historiador Luis Antonio Rodríguez explica la aceptación del pueblo hacia la política de López Obrador a través de la reflexión que hace el marxista italiano Antonio Gramsci, al escribir notas críticas sobre un ensayo popular de sociología, del ruso Nicolás Bujarin. Ahí, Gramsci dice que se debió haber partido de analizar la filosofía del sentido común, es decir la concepción del mundo absorbida acríticamente por los diversos ambientes sociales y culturales en que se desarrolla la individualidad moral del hombre medio; el rasgo fundamental y más característico es el de ser una concepción disgregada, incoherente e, incluso, inconsecuente en cada cerebro individual, conforme a la posición social y cultural de las multitudes.

Luis Antonio Rodríguez concluye que el pueblo mexicano tiene dirigida su rabia contra lo que dio en llamársele “prianismo”, sin darse cuenta de que la mayoría de los candidatos morenistas, a las próximas elecciones de junio, son ex integrantes, precisamente, del PRI y del PAN, que brincaron hacia el manto protector de Morena y de López Obrador. Debe realizarse, entonces, una lucha ideológica y política, tenaz y persistente entre el pueblo, para demostrar la falsedad y el engaño de los planteamientos obradoristas.

Coincidiendo y tratando de aportar, aunque sea un poco a esa lucha ideológica y política, creo que debemos hacer un recuento de algunas de las mentiras, engaños y errores garrafales, del morenismo en los poco más de dos años que llevan gobernando, destacando lo más relevante, especialmente en lo que afectan a los más pobres de México.

Con el pretexto de que había corrupción, el presidente López Obrador lanza la iniciativa de la desaparición del Ramo 23 en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019. La mayoría morenista la aprobó de inmediato, y así los municipios se quedarán sin las participaciones que les permitían la realización de obra pública, en la cabecera y sus comunidades, ni los diputados pudieron ya tramitar obra pública en beneficio de sus representados. Es decir, se cancelaron las construcciones de clínicas y hospitales, carreteras, pavimentaciones, sistemas de agua potable, de drenaje, de energía eléctrica, entre otras muchas más. En pocas palabras, si se realiza una obra, ésta se hará porque el gobierno federal lo autoriza, pero al gobierno de López Obrador sólo le interesan sus obras insignia: el Tren Maya, el Aeropuerto Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas. ¿Y los pobres? Al último los pobres.

En las Cámaras se aprobó la desaparición de los fideicomisos, también a iniciativa del presidente, nuevamente con el pretexto de que había corrupción. De esta forma se cancelaron las posibilidades de financiar investigaciones científicas, la promoción y desarrollo de la cultura y el deporte, entre otras más. Un fideicomiso que despareció fue el Fondo Nacional para los Desastres Nacionales (Fonden), que tuvo consecuencias catastróficas para los estados del sureste, especialmente en el estado de Tabasco, en donde miles de familia se quedaron sin nada literalmente. En el colmo de la insensibilidad, AMLO ordenó el desfogue de la presa Peñitas canalizando el agua hacia las zonas más pobres del estado, porque “había que evitar que se inundara la construcción de la refinería de Dos Bocas”. ¿Y los pobres? Nuevamente: al último los pobres.

Y va otra vez AMLO, quien arguyendo que existía corrupción, abrogó (eliminó) el acuerdo por el que se regulaba el Programa de Estancias Infantiles para apoyar en el cuidado de los hijos de madres trabajadoras. En una burla inadmisible, AMLO se refirió a este acuerdo diciendo que “para cuidar a los niños están las abuelitas”. ¿Y los pobres? Al último, como queda claro.

AMLO, otra vez “porque hay corrupción”, anunció el retiro de recursos a los 5 mil 709 comedores comunitarios en el país, que beneficiaban a 500 mil personas.

Luego de salir de una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, destacó que el programa Procampo desaparecerá porque servía para beneficiar a muchos ricos y que a los productores pobres se les darán nuevos beneficios mediante el plan de seguridad alimentaria que impulsa Obrador. Hasta el momento los campesinos pobres que dejaron de recibir Procampo, ya no reciben ningún apoyo y se ha profundizado su miseria. ¿Y los pobres? Más pobres.

En su Estructura Programática, la SHCP explicó que a eliminación del Programa de Inclusión Social Prospera, de los ramos Salud y Bienestar, así como del ramo de Educación Pública, se sustituye por el programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral, y por los apoyos a través de la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez. Sin embargo, las familias siguen esperando las becas para el nivel básico, pues hasta el momento sólo se ha apoyado, en el mejor de los casos, a los alumnos de bachillerato, en entrega directa al joven estudiante y no al ama de casa. ¿Y las familias pobres? Si tienen para pagar que eduquen a sus hijos.

A pesar de que “la covid-19 es como una gripa”, “pueden darse besos y abrazos”, “la pandemia ya está domada”, “ya se aplanó la curva”, “no se requiere cubre-bocas”, a pesar de “los <detente>” y de “la fuerza moral del presidente”, las cifras, incluso las oficiales, son escalofriantes. Al 5 de marzo de 2021 se tienen 2’119,305 contagiados y 189’578 defunciones; 2,580 fallecimientos son de personal médico. México ocupa el lugar 13 en países con más contagios en el mundo, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins; en cuanto a muertes, la nación se encuentra en tercer lugar, sólo debajo de Brasil y Estados Unidos; ocupamos el triste primer lugar de defunciones del personal médico. ¿Y los pobres? Son los que han sufrido la tragedia en su forma más cruel, pues muchos han muerto en las salas de espera, y en muchos casos sólo pueden ocupar una cama de hospital al morir otra persona.

A pesar de las frases anestésicas que recibimos diariamente, no debemos dejar de conocer la verdad de la situación que se vive. En México 10 millones más de trabajadores se quedaron sin empleo; el índice de pobreza aumentó a 50.6%, según la Cepal; la inseguridad crece, los feminicidios aumentan; la deserción escolar crece porque se carece de internet y de dispositivos para tomar las clases, porque es necesario trabajar en lo que sea para apoyar en el gasto familiar; los apagones no se terminan; al que se atreve a discrepar se le reprime y se le descalifica, y la lista sigue.

¿Qué les queda a los pobres, ante las políticas de Morena? ¿Qué les queda a los humildes de la ciudad y el campo, cuando la Cuarta transformación les niega todo? Si con el apoyo de la mayoría morenista, la 4ªT, pudo eliminar los apoyos a los pobres, hay que terminar con esa mayoría dejando de votar por los candidatos de Morena.

Es posible lograrlo, sí, pero la salida no es simple, es necesario que el pueblo se organice, se eduque y luche. El Movimiento Antorchista es la alternativa. Si el que haya leído este pequeño resumen comprende mejor que Morena no es ninguna esperanza para México, las puertas de Antorcha están abiertas. Organízate y lucha por un futuro mejor para los pobres de México.

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