MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Durazo, ¿nuevo rumbo para Sonora?

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Como cada año, el presidente de la república realizó su informe anual de actividades, aunque no es un secreto para nadie que este tipo de informes más que dar cuenta de los resultados de la gestión, tienen el objetivo de ocultar la realidad con un discurso engañoso de lo que verdaderamente sucede. Sin embargo, el informe rendido el primero de septiembre de 2021 sobrepasa todos los anteriores, no es sino un listado de mentiras que el presidente de la república ha venido diciendo durante los tres años de su gestión. Para los políticos mexicanos parece ser un mandamiento fundamental el no hacer lo que se dice y no decir lo que se hace, pero en la 4T son puritanos en el cumplimiento de tal mandamiento.

Son muchas las cuestiones en las que los “otros datos” pretenden mostrar una realidad alterna, de los cuales se destaca que, según López Obrador, “70% de los hogares están inscritos en un programa social”, pero “según datos del Inegi solo el 30%  de los hogares reciben al menos un programa social”; a decir del Presidente los programas sociales se aplican de abajo hacia arriba, aplicando el criterio de que “por el bien de todos, primero los pobres”; sin embargo, la realidad es que solo 43 % de los hogares en extrema pobreza en 2020 recibían un programa. Asimismo, para Obrador “la política de austeridad ha permitido financiar los programas sociales para los más pobres y marginados”; esta afirmación no se sostiene, pues en realidad en 2014 se gastaba más en programas sociales que en los años del sexenio obradorista. Por último, el presidente celebra como un logro de su gobierno el hecho de que hayan aumentado las remesas por parte de las personas que trabajan fuera del país, pero esto no es más que la expresión de la falta de oportunidades en México ya que la gran mayoría de los trabajadore se han ido por no encontrar empleos dignos. Después de tres años, al 4T sigue la misma táctica, engañar a los ciudadanos, mientras que la situación del país empeora cada vez más

Si el presidente, así como todos los partidarios de la 4t se dieran a la tarea de confrontar sus dichos con la realidad, se darían cuenta de que el país necesita urgentemente un cambio de rumbo, y que, si en estos tres años restantes no lo hacen, la única solución en 2024 será su salida del poder. 

Sonora y la 4T

El panorama del 2020 para Sonora no es nada alentador ni se diferencia de resto del país. Así que, en tres años de la 4T a nivel federal no ha repercutido de manera positiva en el mejoramiento del bienestar de la población. El número de personas en situación de pobreza ha aumentado respecto al 2018; el aspecto más grave tiene que ver con el acceso a servicios de salud que en un contexto actual, no tener servicios de salud es muy peligroso. Entre muchas otras carencias.

Como se sabe, en el próximo sexenio, el Gobierno estatal estará en manos de Morena encabezados por Alfonso Durazo, quien resultó ganador en las elecciones pasadas. La carta de presentación con la que Durazo llega a la gubernatura deja muchas dudas sobre su capacidad y disposición para resolver los grandes problemas del estado. 

Como secretario de Seguridad sus resultados a nivel nacional son menos que mediocres, y los sonorenses son testigos de esto. En los municipios de Hermosillo, Cajeme, Guaymas y Empalme, en 2019 el entonces secretario de Seguridad echó a andar su nuevo programa de seguridad que consiste básicamente en que la policía municipal será dirigida por un militar (Animal Político, 17/05/21). Los resultados obtenidos son que “la inseguridad creció en 192% en Guaymas y Empalme, 72% en Cajeme y 22% en Hermosillo. En promedio, 65%” (Animal Político, 17/05/21). Esto se enmarca en el proceso de militarización que vive el país, del cual Durazo Montaño es parte fundamental. 

Si el gobernador electo realmente quiere brindar a Sonora resultados positivos, necesariamente tiene que abandonar la línea trazada desde Palacio Nacional. Una línea que se caracteriza por reducir el gasto en programas sociales, servicios y obras públicas, y que por otro lado refuerza la estructura militar del país asignándole tareas que les son ajenas, así como presupuestos en detrimento del bienestar social. Es necesario que sean escuchadas las opiniones del pueblo y que se le resuelvan son necesidades, de lo contrario, la 4T en Sonora reproducirá lo errores que están causando grandes estragos en el país. No hay de otra.

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