Niñas y niños sin probar alimento alguno durante todo el día, familias enteras que se van a dormir en sus jacales hechos de lámina y cartón en gran mayoría, tierras ejidales vendidas al mejor postor, calcinados por la pobreza y la falta de apoyos para poder sembrar, sin semillas, sin agua, sin esperanza, asediados por bandas criminales, así es el rostro del sector campesino de México en la actualidad, bajo el mandato de la llamada Cuarta Transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La situación en las comunidades ejidales mexicanas es muy diferente a la que danza en la cabeza del señor presidente de la república porque, mientras para él todo es miel sobre hojuelas y los campesinos gozan de salud, seguridad y bienestar, la verdad es muy diferente, con productores perseguidos y asesinados, con ranchos abandonados frente a la inseguridad imperante, con madres de familia que no tienen siquiera para alimentar a sus hijos, sin salud, sin educación, como si fuesen ajenos a México aunque hayan nacido bajo este cielo.
Alguien le está mintiendo a López Obrador o él mismo le está mintiendo a los mexicanos porque desde que la banda presidencial cruzó su pecho, se ha abandonado a los campesinos de la patria como si fuesen indeseables o no indispensables para el proyecto político de la llamada Cuarta Transformación.
Es decir, pareciera querer exterminarlos utilizando el método de dejarlos a su suerte, hombres mujeres y niños que parecen estorbarle en su camino de populismo en decadencia, abandonándolos a su suerte, destinándolos a sucumbir en la miseria y el hambre, mientras él se regodea en las mañaneras presumiendo que en México, hoy, todo es hermoso sencillamente porque él gobierna.
Desde el palacio donde habita, López Obrador debería saber que hay una organización que lucha de forma permanente por las clases empobrecidas de la patria; sí lo sabe, pero frente a su egolatría aumentada ha preferido combatirlos. Somos los de Antorcha, los que hemos acudido al llamado de los campesinos, los obreros y todos aquellos que sufren por las equivocadas políticas presidencialistas.
Para el nefasto presidente, emanado de las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no hay un ápice de consideración para los campesinos de México porque bajo su mandato se han mutilado fideicomisos que a todos ellos les permitía por lo menos subsistir.
Es decir, el presidente y su partido han sido quienes tratando de eliminar una supuesta corrupción del pasado, han condenado a millones de familias campesinas a sucumbir ante los embates de la pobreza y la miseria extrema, para ellos no hay nada, ninguna medida de apremio, ningún beneficio, ni siquiera para obtener las dádivas que se dan a los miembros de la tercera edad porque si eres campesino, no eres sujeto de ese beneficio.
Baste saber que con los recortes al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), se recortan muchas expectativas de la actividad productiva en nuestro país, sobre todo en el campo del altiplano potosino, de la cual aún dependen millones de mexicanos.
Y eso únicamente es la entrada, porque desde que comenzó el actual gobierno de la Cuarta Transformación, con Morena, ha anunciado que hoy como nunca se apoyará a los productores; sin embargo, con la reducción al PEF, de programas sociales que beneficiaban a los campesinos, prácticamente Morena, a través de Andrés Manuel López Obrador deja a los agricultores en el olvido y abandono, ¡que se rasquen con sus uñas!, dicen ahora los gobernantes morenistas y servidores de la nación. O sea, aplicando una política neoliberal.
Así se vislumbraba, desde la última ratificación del Tratado Internacional de Libre Comercio, ahora llamado T-MEC, a través del cual se privilegia a los grandes productores gringos, dejando a nuestros campesinos en el abandono, y llevando a la ruina a millones de agricultores mexicanos, tanto así, que por la gran importación de productos que llegan del extranjero, sobre todo, de granos y de cárnicos. Ahora a nuestros productores les sale más barato comprar el maíz y frijol a los gringos para comer, que sembrarlo en su propia milpa.
Nuestros campesinos se han quedado rezagados, en contra parte, a los agricultores gringos su gobierno, a pesar de ser el más neoliberal del planeta, no los deja solos y los apoyan, porque sabe que la producción en el campo, es la una de las principales actividades económicas de las naciones, que les da independencia y soberanía en materia alimentaria.
En el país, les va muy mal a las familias del campo, a los productores; que a pesar del abandono en que viven por malas políticas de la 4t, arrastrarán sus deudas por consumo de energía eléctrica de sus pozos de riego, de consumo del diésel que es alto, de insumos y de las letras de los créditos que deben de pagar por su maquinaria. Ya producir aquí es verdaderamente complicado.
Dicen líderes campesinos de la patria que única salida para todo este conflicto es la lucha organizada y tesonera por lograr que el gobierno escuche nuestros reclamos e invierta urgentemente en el campo porque sin producción agrícola fuerte, competitiva y de calidad, no podremos garantizar la independencia económica y política de las nuevas generaciones, ante los intereses extranjeros en nuestro país.
Pero qué se puede hacer si el promotor de la Cuarta Transformación y su partido Morena le sigue esquilmando recursos, apoyos a las estancias infantiles, el seguro popular, el Fonden, entre otros.
Para concretar, López Obrador pasará a la historia como el promotor de la miseria de los campesinos de la patria que gobierna, mientras Antorcha sigue de píe y luchando por los derechos de las familias campesinas que se han percatado de que en esta organización cuentan con la mano amiga que los ayudará a defenderse de tanta crueldad proveniente de tan nefasto presidente.
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