MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El deporte que Antorcha busca para México

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El deporte equilibra el desarrollo integral del ser humano permitiéndole un proceso cualitativo en el mejoramiento tanto físico como mental, y con ello una mejor calidad de vida. La actividad puede lograr una justa convivencia y esparcimiento de los hombres en sociedad. El Movimiento Antorchista es la única organización que se dedica a impulsar el deporte como manera de superación en México, abriendo espacios a los deportistas que, con gran ímpetu, participan en el desarrollo de esta nación, haciendo del mismo, un país progresista. Y es que, amigo lector, tenemos que aprender de nuestra historia como humanidad con la finalidad de aprender la experiencia para aprovecharla de una mejor manera, buscando siempre el camino del progreso.

La historia del deporte se remonta a los orígenes de la humanidad. Lo que empezó como una práctica necesaria para poder sobrevivir, se convirtió, con el paso de los años, en un ejercicio profesional y en parte de la cultura de las diferentes sociedades que habitan el planeta.
Cabe resaltar, cómo se ha determinado el significado de la palabra “Deporte”, no en todos los periodos de la humanidad, pero si mencionare algunas caracterizaciones lingüísticas:  Deporte: placer, entretenimiento; antiguamente hacia 1440 (y “depuerto”, s. XIII). Deriva del antiguo deportarse: divertirse, descansar, hacia 1260; y éste del latín deportare: trasladar, transportar (pasando quizá por distraer la mente); en el sentido moderno de «actividad al aire libre con objeto de hacer ejercicio físico» (Corominas, 1983, p. 205).

Las aportaciones de Piernavieja (1966) se referían de igual modo a la palabra deporte con raíz etimológica en la voz latina de-portare, que quería decir ‘transportar’ o ‘trasladarse’. Reafirma que el deporte solía asociarse al salir a extramuros, salir de la puerta –porta– de la ciudad, con el objeto de recrearse, de pasear por el campo, hacer ejercicio, buscar distracción, respirar aire fresco, etc. 

A la búsqueda del origen primero de la palabra en lengua castellana, este sustantivo y el verbo “deporter” se interpretan prácticamente siempre con el sentido de ‘diversión’, ‘ocio’, ‘pasatiempo agradable’. En la lengua castellana identificó la forma verbal deportarse, que aparece por primera vez en el Poema del Mío Cid (1140) con el significado de ‘divertirse’, ‘descansar’; por lo que mantuvo la hipótesis de que la primera interpretación conceptual de la palabra deporte es mayoritariamente de ‘diversión’ notablemente por encima de ‘ejercicio físico’ y muy al contrario del significado actual. Aunque, como indica Trapero (1994), antes del siglo XV la «dispersión semántica fue mucho mayor que la que tiene hoy el actual deporte» (p. 92), ya que el concepto de depuerto era el de ‘recreación’ y a este concepto se le atribuían cuantas acciones tenían costumbre en la época, contemplando el ejercicio físico y todo tipo de juegos y entretenimientos (incluso los deleites del amor).

Con el tiempo, el vocablo “deporte” tomó otros significados relacionados con el cambio de ánimo o de espíritu. Así, se utilizaba “deporte” para expresar una situación diferente a la actividad o fatiga habitual, transportando el espíritu a una distracción o descanso que producía un divertimento y un placer. En las otras lenguas románicas se construyeron formas similares derivadas del latín “deportare” que adoptan inicialmente la forma “deport” en lengua provenzal y que devienen antiguamente en el catalán “deport”, el italiano “disporto”, el portugués “desporto”, el francés “desport” y el castellano “deporte”. Todos estos términos se interpretaban en el sentido de «recreación, diversión, entretenimiento». Desde mediados del siglo XV el término “deporte” aparece y desaparece caprichosamente en la lengua literaria castellana hasta el siglo XVIII en que es recogido por el Diccionario de autoridades (1726-1739).

Pero para Antorcha, además de comprender las cuestiones etimológicas, lleva a los hechos la teoría y la práctica, la materialización de que el deporte sirva para que los seres humanos, sobre todo las clases marginadas, con esta actividad, puede lograr convivencia, conciencia y esparcimiento, sobre todo que sirva de superación en este modelo explotador que actualmente tiene nuestro México. ¿Cómo? Creando los foros donde el pueblo pobre de México pueda hacerlo, liberándose de la enajenación y elitización que el capitalismo ha hecho con el deporte.

Uno de esos foros fue crear la Espartaqueada del Movimiento Antorchista, pues desde 1985, se viene realizando con la visión educar a los niños y a los jóvenes en la constancia, en el amor a las disciplinas artísticas y deportivas, para formar un espíritu aguerrido, decidido y crearles una mentalidad de ganadores. Si, amigo lector, el Movimiento Antorchista creó la Espartaqueada Deportiva Nacional.

Su nombre tiene dos razones que son, honor a Espartaco (que significa el líder de los esclavos) y a Esparta, que es una ciudad de mucha disciplina en el deporte (en la antigua Grecia). Para Antorcha el deporte es fundamental para coadyuvar a la formación del hombre nuevo, del mexicano recio, inteligente, culto, progresista y patriota, al mexicano no acomplejado ante los poderes extranjeros, sino orgulloso y seguro del destino de México, al mexicano que pueda construir esa patria poderosa, vigorosa y justa que queremos para todos nosotros.

Hay, datos estadísticos que tiene sus raíces más hondas en la concepción que del deporte han tenido las clases gobernantes mexicanas, poco interesadas en masificarlo, en inculcarlo desde pequeños a los mexicanos, como un instrumento forjador de salud y vigor mental y del cuerpo, generador de disciplina, inteligencia y competencia constructiva en donde la derrota y el triunfo se aceptan sin mezquindades y sin que a los deportistas los mueva el afán de hacerse abusivamente millonarios con el talento. Los resultados están a la vista, tenemos algunas figuras del deporte, muy pocas, y millones de habitantes contempladores pasivos; las canchas son escasas, también lo son las horas dedicadas al deporte y hay muy pocos instructores profesionales.

Como preocupante correlato de eso, México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, al mismo tiempo que crecen los casos de depresión juvenil, muchos de los cuales terminan en suicidio. Sobre el poco tiempo que destinamos los mexicanos a ejercitarnos, el INEGI publicó que, en 2022: “De la población de 18 y más años, 57.9 % declaro ser inactiva físicamente. De este grupo, 70.6% alguna vez realizó actividad físico-deportiva mientras que 29.4% nunca ha realizado ejercicio físico.

Las principales razones para no realizar o abandonar la actividad físico-deportiva fueron: falta de tiempo (44.3%), cansancio por el trabajo (21.7%) y problemas de salud (17.5%). En cuanto a los resultados generales de la actividad deportiva nacional, basta un dato comparativo: en toda la historia de las Olimpiadas, México ha obtenido 59 medallas, que lo ubica en el lugar 47 a nivel mundial, mientras que Cuba, un país mucho más pequeño en territorio y población, ha obtenido 226 y ocupa el lugar 18 del mundo. 

La clave de la exitosa experiencia cubana se encuentra en la masificación que han logrado en la práctica del deporte. “Cuando cada muchacho encuentre en la ciudad, en el pueblo, en el barrio, un lugar apropiado para desarrollar sus condiciones físicas y dedicarse por entero a la práctica del deporte de su preferencia, habremos visto satisfecho el deseo de todos lo que hemos hecho esta revolución”, dijo Fidel Castro al inicio del proceso revolucionario que encabezó. En consecuencia, con esta visión, “Comienza a formarse toda una infraestructura para llevar adelante el movimiento deportivo cubano, alcanzar, en primer lugar, la práctica masiva del mismo en toda la isla, para luego, poder obtener resultados satisfactorios a nivel internacional.

La lección es que el deporte no debe reducirse a un espectáculo lucrativo para algunos cuantos, sino que debe formar parte de la práctica cotidiana y de la visión de futuro de los pueblos si quieren estar sanos, fuertes de cuerpo y formar un carácter acostumbrado a la lucha al mismo tiempo que a la fraternidad. El deporte debe ser patrimonio y derecho de mujeres y hombres desde que nacen, y deben gozar de tiempo libre y salud para practicarlo, instalaciones suficientes y dignas, así como profesionales que los guíen deportivamente. Todo eso está ausente en México, desde hace muchos años y mucho más con el actual gobierno de la 4T, aunque quieran ocultarlo, a este gobierno no le interesa el desarrollo integral de los mexicanos, ni combatir los graves problemas nacionales. 

Como ejemplo diferente de lo que plantea Antorcha, bienvenida la realización de la Primera Jornada Nacional de Basquetbol y que esta jornada, como las Espartaqueadas, están condenadas al éxito total, pues la promoción del deporte y la exigencia de que se convierta algún día en una política pública del Estado mexicano es altamente revolucionario, Antorcha alza su bandera para ello. Los miles de deportistas participantes serán prueba del vigor y actualidad de la lucha del Movimiento Antorchista por un mundo mejor, más justo, sin explotación de sus trabajadores, más respetuosos de la vida humana y de la naturaleza, sin violencia, con hombres y mujeres sanos y vigorizados por el deporte. ¡claro que si! 

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