La embestida del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa en contra del Movimiento Antorchista Poblano (MAP) quien ha amenazado con meter a la cárcel no sólo a los dirigentes de ese movimiento (Juan Celis Aguirre y Soraya Córdova Morán), sino también hacer lo mismo con el dirigente nacional del Movimiento Antorchista Nacional, el ingeniero Aquiles Córdova Morán. Ha causado una fuerte indignación a lo largo y ancho del país, pues este gobernante de filiación morenista, siguiendo los pasos del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quiere borrar del mapa político a la única organización social que, por su tamaño y gran arraigo en el pueblo pobre de México, es la que está representando una alternativa clara y viable para las masas cada vez más empobrecidas y marginadas por el modelo económico actual. El odio del gobernador hacia el MAP creció cuando este movimiento logró llenar todos los requisitos legales para ser registrado como partido político estatal. No abundaré –pues ya lo han hecho de forma prolija muchos de mis compañeros que ha escrito sobre esta situación- sobre esos requisitos plenamente llenados y comprobados ante el Instituto Estatal Electoral de Puebla (IEEP). Más bien creo conveniente dar en esta colaboración un análisis sobre las razones de fondo de la actuación de Miguel Barbosa, de la 4ª Transformación (4T) y del partido MORENA, en sus ataques al MAP y al MAN. Es necesario recordar sobre la esencia de los partidos políticos y el papel que históricamente han jugado en el desarrollo social y político del mundo y de México. Veamos:
Fue durante la Revolución Francesa que se empezaron a conformar los primeros partidos políticos (llamados entonces clubes –denominados según el lugar donde efectuaban sus reuniones, o por el nombre de su principal dirigente-, llamados con nombres como los "Cordeleros", los "Jacobinos", los "Girondinos", etc. También fue durante esa gran revolución (que transformó profundamente no sólo a Francia, sino prácticamente a toda Europa y cuya influencia fue de profunda trascendencia en todo el planeta), cuando se comenzó a utilizar la denominación de partidos de "derecha" y partidos de "izquierda"; ocurrió que en la reunión del 28 de agosto de 1789 de la Asamblea Nacional cuando se debatían los derechos que debería tener el Rey de Francia con el nuevo régimen surgido de la revolución, los integrantes que querían que el monarca tuviese amplios poderes como el derecho de veto de las leyes emitidas, se sentaron a la derecha del recinto donde se realizaba la sesión, y los partidarios de eliminar todas o por lo menos las más importantes prerrogativas del Rey, se sentaron a la izquierda, por lo que desde entonces los partidos que defienden los intereses más retardatarios se denominan de "derecha" y los partidos que defienden el progreso social, particularmente el progreso de las clases trabajadoras se denominan de "izquierda".
Sin embargo, esas denominaciones pueden llegar a tener una significación más grande e importante cuando esos partidos en cualquier parte del mundo, se convierten en las organizaciones que interpretan de forma más objetiva y certera las necesidades económicas, sociales y políticas de un país. Son, precisamente esos partidos los que pueden conducir hacia adelante el progreso coyuntural o histórico de una nación, o bien, se pueden convertir en el factor más fuerte para impedir el desarrollo de la misma. Esto ha sido demostrado una y otra vez en todos los países del mundo. Por ejemplo, en la misma Revolución Francesa, el llamado "Régimen del terror" encabezado por el jacobino Maximilien Robespierre quiso mantener el desarrollo de la Revolución, mediante medidas represivas extremas –eliminando a los opositores al gobierno, guillotinándolos-, lo cual provocó la reacción del Termidor en 1794, la cual mandó a la guillotina a Robespierre y sus seguidores. Los objetivos de la revolución burguesa más grande de la historia, pudo realizar sus objetivos cuando la burguesía francesa fue dirigida por Napoleón Bonaparte. Otro ejemplo histórico aleccionador ocurrió durante la Revolución Rusa de 1917; ahí fue el partido de Lenin, el Partido Bolchevique el que entendió mejor la situación que vivía Rusia en aquella época de grandes virajes históricos. Entendió las grandes necesidades del pueblo ruso, secularmente oprimido y relegado del poder por las clases opresoras y parasitas. Este partido logró superar a otros partidos –El Kadete, el Social revolucionario y el Menchevique-, para encaminar a esa inmensa nación por el camino del desarrollo económico, social, cultural, educativo, etc., con la instauración de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) los partidos que no supieron entender el curso de la historia y las necesidades del pueblo, la misma realidad se encargó de colocarlos en el basurero de la historia.
Lo que está ocurriendo en nuestro país también tiene que ver con la capacidad o incapacidad que tienen los partidos de entender las grandes necesidades de la sociedad mexicana. El PRI y el PAN, que tuvieron el poder antes de la llegada de la 4T de López Obrador, perdieron el poder por no entender las grandes necesidades de la sociedad mexicana. Pero, el partido que ganó las elecciones en el 2018, MORENA, lejos de ser el partido que va a cambiar al país, sustituyendo al agotado modelo neoliberal (que ha provocado una brutal concentración de la riqueza en unas cuantas manos, pues los seis hombres más ricos de México –como ha demostrado la organización internacional OXFAM-, tienen más riqueza que 62 millones de mexicanos, los más pobres del país) mientras que la pobreza en nuestro país ronda los 100 millones de habitantes) por un modelo económico que vaya acabando con esa desmesurada desigualdad económica y social, ha demostrado en los 15 meses que lleva gobernando que se ha constituido en el peor fraude político, económico y social que ha padecido México en muchas décadas, pues los problemas del país se han agravado drásticamente durante el gobierno de la 4T. Y estos son sucintamente los resultados catastróficos del gobierno de MORENA:
1.- A su promesa de que obtendría más de 500 mil millones de pesos anuales como producto al combate a la corrupción, hasta la fecha el pueblo mexicano no ha visto dónde están esos 500 mil millones; con ese dinero aseguró López Obrador que se acabaría la pobreza y la desigualdad. Falso, pues la pobreza sigue creciendo desbordadamente. Y lo peor: la economía mexicana se contrajo por primera vez en décadas ¿dónde quedó la promesa de hacer crecer al 4 por ciento anual a la economía mexicana? ¿Dónde están los empleos que prometió la 4T? Ya el déficit de empleos anuales es de 1 millón 400 mil en el país. ¿Quién ha salido perjudicado de la políticas de la 4T?.
2.- A la promesa de mejorar la salud y la educación de los mexicanos, todos los mexicanos somos testigos de que los recortes presupuestales que bajo el disfraz de "austeridad republicana" –junto a la torpeza en la conducción de la economía del país, y la administración del gobierno federal, han provocado que la salud de la inmensa mayoría de mexicanos haya caído vertiginosamente a niveles de los países tercermundistas más pobres; ahora ya los hospitales y clínicas de todo el país cobran los servicios que deberían ser gratuitos, ahora las medicinas escasean y también se cobran. Fue una gran mentira la que AMLO dijo cuando él "lograría una atención en salud como la de Dinamarca".
3.- Al compromiso de bajar los niveles de delincuencia y de inseguridad, el gobierno morenista hasta el momento ha dado los peores resultados en décadas de historia reciente del paìs. No es un simple error de cálculo o derivado de la inexperiencia; es el resultado de una visión distorsionada sobre lo que debe ser un gobierno al servicio de los pobres; AMLO y la 4T han dicho públicamente que los delincuentes "son pueblo, son seres humanos y merecen respeto", pero para los más de 35 mil muertos por homicidio del año 2019 (y sus familiares), no ha existido esa consideración de "respeto" y sobre todo el gobierno de la 4T no ha dado las garantías –que está obligado a dar por ley- de proteger a los ciudadanos mexicanos.
4.- Definitivamente, a estas alturas del partido es un hecho incuestionable que la 4T ha fracasado y que el país está entrando en una ruta de crisis económica y social cómo no ocurría en décadas. Pero, lo más grave es que López Obrador la 4T y su partido MORENA, no sólo no son autocríticos y reconocen que están hundiendo al país, sino que todas sus acciones, todos sus objetivos se están centrando en un cometido central: controlar a cómo dé lugar el poder político, no importando ni métodos, ni el daño que le puedan causar a la nación entera y sobre todo a la mayoría de los mexicanos. Por esta razón tienen razón quienes dicen que con AMLO y la 4T está de regreso el viejo régimen del presidencialismo autoritario que quiere imponer un control absoluto de los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial); poderes que en cualquier democracia auténtica deben ser contrapeso cada uno de ellos para los otros dos poderes. Y ahora resulta que hasta los organismos que fueron construidos como entes autónomos, ahora la 4T los quiere controlar, quitándoles la autonomía, quitándoles, por tanto su independencia y su imparcialidad, para ponerlos al servicio de la 4T. Ya mediante maniobras lograron controlar la CNDH (Comisión Nacional de Los Derechos Humanos). Lo que sigue es, aprovechando su mayoría legislativa, es nombrar a cuatro consejeros del INE (Instituto Nacional Electoral) que sean afines a MORENA y a López Obrador, con el claro objetivo de quitarle al árbitro electoral sus independencia y hacerlo un instrumento de la 4T. Pero si todo esto pareciera poco, también han orquestado la toma –utilizando porros, disfrazados de grupos de lucha estudiantiles- de escuelas y facultades de la UNAM (Universidad Autónoma de México) con el propósito de derrocar al actual rector de la máxima casa estudios del país y colocar a un seguidor de la 4T.
5.- Como parte importante para imponer un régimen autoritario, AMLO y la 4T quieren desaparecer a las organizaciones del pueblo trabajador. Especialmente quieren aniquilar a la más grande e importante organización del pueblo pobre de México, el Movimiento Antorchista Nacional (MAN). Después de su triunfo en 2018 y desde antes de tomar posesión como presidente, AMLO se ha dedicado a calumniar al MAN acusándola –sin ninguna prueba de ser una organización "intermediaria", que "se quedaba con el dinero de las obras que gestionaba", que "por esta vía se han enriquecido sus dirigentes", etc. Y, ahora en ese contexto de fracaso y sintiendo que el MAP en Puebla y el MAN a nivel nacional se han convertido en la verdadera opción para cambiar la situación desastrosa en que se encuentra el país, Barbosa y la 4T quieren impedir el registro del MAP precisamente por esta agrupación es la que le puede competir en las elecciones, dada su tamaño, su prestigio ante el pueblo. Por esa toda su guerra mediática, por eso su atropello a la ley, su intromisión en un proceso en el que la instancia que debe decidir el registro debe ser autónoma, no debe tener la injerencia de ningún poder del gobierno. ¿Permitiremos los mexicanos que un partido que está hundiendo al país en una mayor pobreza y mayores niveles de desigualdad y de inseguridad y violencia sea quien aplaste el derecho que tenemos de constituirnos en un partido que tiene un proyecto realista y efectivo para acabar con la miseria y la desigualdad profunda de los mexicanos? ¿Acaso MORENA, la 4T y AMLO, instauraran la dictadura que impedirá el progreso de México? Por lo pronto todos los miembros del MAN ya estamos preparados para defendernos de acusaciones y expedientes penales prefabricados tendientes a encarcelar a nuestros dirigentes, para realizar las más grandes movilizaciones de que se tenga memoria en Puebla y en la Ciudad de México. Que conste.
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