El pasado 1° de agosto el presidente montó un nuevo teatro para encubrir la verdadera problemática que vivimos. Desde su trinchera se afanó en decir y manipular la información sobre la participación de la ciudadanía para que acudiera a la consulta popular de enjuiciar a los ex presidentes, dejando a un lado la grave situación en la que estamos viviendo.
Ha creado una cortina de humo para que los ciudadanos hablen de que esta consulta popular fue un fracaso y se olviden de los verdaderos males que nos aquejan, como son: la falta de medicamentos para niños con cáncer, el fracaso de sus proyectos faraónicos, el mal manejo de la pandemia, los delitos cometidos por sus familiares, el colapso de la Línea 12, los altos índices de inseguridad, aumento en los feminicidios, la mala proyección del regreso a clases, el precio de los energéticos, los fraudes electorales y la corrupción que hay en su gobierno.
El presidente celebra y felicita por la participación en la consulta popular, y cómo no va estar satisfecho si se lograron sus principales objetivos, aún con su bajo porcentaje del 7%.
Como Poncio Pilatos, se lavó las manos con el tema de enjuiciar a los ex presidentes, al tener la excusa perfecta para poder salir bien librado, porque tarde o temprano él también tendría que ser enjuiciado al tener tanta masacre en su sexenio, tanta corrupción que él mismo ha respaldado y llevar al país a la ruina.
Se fue por la tangente, ya le urge un nuevo tema en su circo de las mañaneras, porque está cansado de ser interrogado por la falta de medicamentos y por las elecciones amañadas por el crimen organizado.
Ha medido a sus seguidores, quiere saber el panorama que le pinta para su famosa revocación del mandato en el 2022 y por el resultado que obtuvo estará creando una consulta amañada para tener los resultados que él quisiera.
Lleva toda su vida culpando al mal gobierno y ahora que él tiene la oportunidad de demostrar lo que por mucho tiempo dijo, se la ha pasado con excusas y llevando al país a la peor crisis de salud y económica de la historia, regalando alimentos y vacunas a otros países, cuando sus mismos ciudadanos se están muriendo de hambre, por no tener un ingreso, porque él piensa que sus programas sociales les han solucionado la vida; no tiene ni el 50% de la población vacunada, no le importa gastarse el presupuesto de todos los mexicanos en consultas, gastarse el presupuesto en propaganda y con nuestros impuestos financiar las empresas creadas para sus familiares, lo esencial de estar vacunados y protegidos no lo podemos esperar de este mal gobierno.
Nos tocó aprender a la mala, por no haber pensado en quién era Obrador, aun cuando claramente lo advirtió Antorcha, que si estábamos mal podríamos estar peor, y aquí las consecuencias, como muchos mexicanos sí queremos un país mejor, pero no en manos de un criminal.
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