En las últimas semanas, diversos medios de renombre han abordado dos temas que han generado gran polémica y discusión en México: los nuevos libros de texto para el ciclo escolar y la Nueva Escuela Mexicana, evaluados por destacados personajes y expertos en la educación.
Mientras algunas voces apoyan estos cambios, una mayoría significativa se muestra en contra compartiendo sus perspectivas, desde Palacio Nacional, en las famosas “mañaneras” encabezadas por López Obrador, se ha afirmado con firmeza que los libros se implementarán sin importar las circunstancias, los libros van porque van, incluso, como es su costumbre, aseguró que su distribución las realizará en plazas y tianguis, una idea que solo cabe en la mente del presidente.
En esta ocasión, quiero compartir con ustedes algunos aspectos que considero importantes y, sin emitir juicio sobre los libros de texto y la Nueva Escuela Mexicana, considero que se deben conocer con relación al contexto educativo en México, ya que, en el panorama actual, se ha desencadenado un intenso debate en torno a estos temas.
Primero, ¿por qué han generado controversia los recién lanzados libros de texto gratuitos concebidos por la SEP para el próximo ciclo escolar? Son muchas las inconsistencias y errores tipográficos, conceptuales e imprecisiones en fechas históricas que estos contienen; el estudio y análisis de expertos en la materia han identificado, por ejemplo, en el libro titulado Nuestros saberes de quinto grado de primaria, una infografía relacionada con el Sistema Solar que exhibe dos erratas tipográficas. Paralelamente, el ejemplar de tercer grado de primaria, también denominado Nuestros saberes, presenta una equivocación en la fecha de nacimiento de Benito Juárez. Según una infografía dentro de este libro, este famosos personaje mexicano quien fue presidente de México habría nacido el 18 de marzo de 1806, cuando en realidad la fecha correcta es el 21 de marzo.
Diversas quejas adicionales de asociaciones civiles, sobre todo de expertos que tienen doctorados en materia de análisis de contenido educativo, académicos, profesores, se han dirigido hacia estos nuevos materiales, resaltando la escasa cobertura de temas relacionados con la enseñanza de las Matemáticas.
Asimismo, los libros de texto contienen información sobre algunas construcciones realizadas durante este periodo presidencial. Por ejemplo, en uno de los ejemplares de primer grado de primaria, se hace mención al Museo Paleontológico de Santa Lucía, localizado en el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA). Otro tema que ha suscitado debate es la inclusión en los nuevos libros de la SEP de un reconocimiento a la diversidad de las estructuras familiares, incluyendo a aquellas conformadas por parejas homoparentales.
Mientras la titular de la Secretaría de Educación Pública, Leticia Ramírez, sostiene que aquellos que han expresado críticas negativas hacia los recientes libros de texto gratuitos están manifestándose en contra de la evolución del país, ha respaldado tanto la estructura de estos materiales educativos como el plan de estudios subyacente.
No obstante, representantes políticos de la oposición, familias y ciertos expertos en el ámbito académico insisten en que los nuevos libros de texto aún presentan deficiencias tanto en aspectos tipográficos como conceptuales. Esta perspectiva les lleva a demandar la suspensión temporal de su distribución, con el objetivo de efectuar correcciones necesarias antes de su implementación generalizada.
Los libros de texto juegan un papel fundamental en el sistema educativo, ya que actúan como una herramienta clave para la transmisión de conocimientos, la formación de valores y la construcción de la identidad cultural en las futuras generaciones. Su importancia radica en varios aspectos clave que influyen en la calidad de la educación y en la preparación de los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo actual.
La educación inclusiva y la transversalidad en México deben ser cimientos en la formación de ciudadanos, fundamentos esenciales para construir individuos que valoren y celebren una sociedad diversa. Esto demanda un compromiso constante tanto en la cultura como en las políticas gubernamentales, que por ahora está muy lejos de lograrse, debido a la mala política implementada por López Obrador
Los libros de texto no solo debemos verlos como recursos educativos, sino como herramientas poderosas que deben tener el propósito de moldear el pensamiento, la visión del mundo y las capacidades de las futuras generaciones. Es de importante relevancia tener un debate constructivo entre todas las partes involucradas para lograr un consenso en la mejora del material educativo y en la garantía de una educación sólida y actualizada.
Por ello es esencial que estos libros sean precisos, actualizados y reflexivos, ya que su impacto se extiende mucho más allá del aula, influenciando la dirección en la que se encamina una sociedad. Ante esta coyuntura, es imperativo destacar que mi intención no es emitir juicios sobre los libros de texto en sí, sino más bien compartir una visión, que considero esencial, para enriquecer la comprensión del contexto educativo en México.
Por otro lado, en el presente año, el nuevo modelo educativo promueve una enseñanza inclusiva y de alta calidad, con la participación de diversos actores como el gobierno, autoridades educativas, docentes, padres de familia y la sociedad civil. También busca fomentar una formación integral y humanista desde la educación inicial hasta la superior, garantizando una enseñanza de excelencia basada en los principios de inclusión, diversidad y colaboración.
La Nueva Escuela Mexicana es un proyecto educativo y pedagógico impulsado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con el objetivo de reformar el sistema educativo en México. Este proyecto busca, según el presidente, promover una educación de excelencia, inclusiva y equitativa, que forme ciudadanos libres, participativos y responsables, capaces de ejercer y defender sus derechos.
En 2019, se llevó a cabo una reforma en los artículos 3°, 31° y 73° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para alinearlos con el sistema educativo. Se sostenía que la educación debía avanzar principalmente hacia la equidad. Para lograrlo, se establecieron ejes prioritarios con sus respectivas políticas para asegurar que todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de México tuvieran el derecho a la educación desde el nivel inicial hasta el superior.
La Nueva Escuela Mexicana se basa en la excelencia educativa y busca abordar la deserción y el rezago educativo a través de cuatro ejes: formación integral, equidad, excelencia e inclusión. Aunque genera expectativas positivas, también enfrenta críticas y desafíos en su implementación en México.
Es crucial involucrarnos y reconocer las mejoras que la educación mexicana ha experimentado, adaptándonos al concepto de la Nueva Escuela Mexicana, que implica la integración de enfoques, métodos y en todos los campos y niveles del proceso educativo. Más allá de simplemente enseñar asignaturas aisladas como Matemáticas o Historia, se trata de entrelazar estas materias con temas contemporáneos y valores universales.
Este enfoque no solo facilita una comprensión profunda de los contenidos, sino que también refleja la conexión con la vida real, preparando a los estudiantes para enfrentar desafíos desde múltiples perspectivas y fomentando su capacidad crítica y creatividad. Esto celebra la diversidad en todas sus manifestaciones: diversidad de habilidades, géneros, etnias, orientaciones sexuales y contextos socioeconómicos.
Tras la pandemia, las brechas en el acceso a la educación se han ampliado, el nivel de aprendizaje está en riesgo y el rezago educativo ha aumentado significativamente. Hasta 2020, según el Coneval, 19.2 por ciento de la población estudiantil presenta rezago educativo, y en términos absolutos, el número de personas con rezago educativo pasó de 23.5 millones en 2018 a 24.4 millones en 2020.
Además, las disparidades en educación entre instituciones privadas y públicas son notables, variando según la región. Mientras que 6 de cada 10 docentes en escuelas privadas cuentan con certificación completa, esta cifra se reduce a la mitad (3 de cada 10) en las escuelas públicas. Es preocupante que los docentes necesiten capacitación para adaptar sus métodos a las necesidades individuales de sus estudiantes, fomentando el respeto y la empatía entre ellos.
A pesar de los avances, hay dos áreas que necesitan atención continua: la educación inclusiva plenamente desarrollada en México, ya que la cultura de inclusión aún no está arraigada y la aceptación de nuevos proyectos es reticente. La segunda área es la falta de recursos e infraestructura accesible, así como la necesidad de una mayor formación docente.
La educación inclusiva y la transversalidad en México deben ser cimientos en la formación de ciudadanos, fundamentos esenciales para construir individuos que valoren y celebren una sociedad diversa. Esto demanda un compromiso constante tanto en la cultura como en las políticas gubernamentales, que por ahora está muy lejos de lograrse, debido a la mala política implementada por López Obrador, hablando en materia de educativa sin tocar los demás temas sociales en donde también reprueba por sus malos resultados.
La Nueva Escuela Mexicana y sus libros de texto deben enfocar sus esfuerzos en edificar una nación más justa y más equitativa, de eso depende el futuro de la enseñanza en México. Y es a esto a lo que invita y le apuesta el Movimiento Antorchista Nacional.
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