MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

POESÍAS

Poesía

El mal del siglo

Nicolás Guillen
Declama: Oficina de prensa del Movimiento Antorchista Nacional

Señor, Señor, ¿por qué odiarán los hombres 

al que lucha, al que sueña y al que canta? 

¿Qué puede un cisne dulce 

guardar sino ternuras en el alma? 

¡Cuán doloroso es ver que cada ensayo, 

para volar, provoca una pedrada, 

un insulto mordaz, una calumnia!… 

¿Por qué será la Humanidad tan mala? 

 

¿Por qué junto al camino de la Gloria 

siempre la Envidia pálida 

acecha el paso del romero cándido 

y le lanza su flecha envenenada? 

Almas que se revuelcan en el lodo, 

¿por qué serán las almas 

que siempre han de manchar las vestiduras 

de aquel que lleva vestidura blanca? 

 

¡Cómo castiga el mundo 

al que nació con alas 

y sueña con la luz del Infinito 

desde las lobregueces de la jaula! 

 

Este siglo egoísta 

nunca ha sabido de quimeras cándidas, 

ni de ilusiones, ni de empeños nobles: 

este siglo se arrastra. 

 

Estos hombres de ahora solo piensan 

en el oro, que enfanga 

todas las limpideces de la vida 

y todas las alburas de las almas. 

Señor, ya nadie sueña; 

Señor, ya nadie canta. 

 

Los caballeros de este siglo buscan 

la oscuridad de arteras emboscadas 

y en sus noches sin gloria jamás viven 

su fina aristocracia, 

el eco de una lira, 

el amor de una dama 

y el brillo, ante el asombro de la luna, 

del acero atrevido de una espada… 

 

Y manos que se esconden en la sombra 

son las manos que clavan 

el puñal de imprevistas cobardías. 

Y traiciones satánicas 

sobre todos los pechos sin amparo 

y todas las espaldas. 

Yo no puedo vivir en este siglo 

sin cerebro y sin alma. 

Señor, Señor: yo soy águila o cisne: 

dame una cumbre altiva, como el águila, 

para olvidar en ella 

mi lírica nostalgia, 

o igual que al cisne, dame 

como suprema gracia, 

un lago silencioso y solitario, 

de ondas azules y de espumas blancas.