La copa del mundo inició en 1930, cuando le tocó a Uruguay ser sede, por primera ocasión, y posteriormente se ha realizado cada cuatro años, en los meses de junio y julio, en diferentes países. Interrumpiéndose solo en dos ocasiones; 1942 y 1948, esto por causa de la segunda guerra mundial.
El jueves dos de diciembre de 2010, en Zúrich, Suiza, después de múltiples votaciones, el presidente de la FIFA, Joseph Sepp Blatter, anunció el resultado para la sede del mundial 2022, y Qatar ganó con 22 votos a favor contra 14 para Estados Unidos (EE. UU.).
Hay algo aquí que preguntarnos ¿por qué el mundial de este año no se llevó a cabo en junio y julio? La respuesta está en que Qatar está ubicado en una zona desértica, y, por ende, sus temperaturas hacienden hasta los 40 grados centígrados, en las fechas donde históricamente se venía realizando el mundial, temperaturas que afectarían terriblemente a los jugadores y espectadores.
Y entonces ¿por qué se eligió a Qatar como cede para realizase el mundial 2022 y no a Estados Unidos que también era candidato? Resulta que poco después de la elección fueron saliendo testimonios y pruebas de que en la votación a favor de Qatar hubo sobornos hacia la FIFA. Investigaciones de la prensa europea revelan, que el presidente de la federación catarí; Mohammed bin Hamman, pagó hasta 3,6 millones a miembros de la FIFA para que votaran a favor de Qatar.
Según un escrito de Rebelión del 15/11/2022 "En 2016, el británico The Sunday Times, publicó nuevas informaciones que afirmaban que Qatar pagó a la FIFA 880 millones de dólares a cambio de la adjudicación del Mundial, en dos partidas presupuestarias diferentes. La primera fue en 2010 por 400 millones, en secreto y 21 días antes de la votación. La oferta era de la cadena de televisión catarí Al Jazeera por conseguir los derechos televisivos de los mundiales de 2018 y 2022, con una clausula extra de 88 millones si Qatar era la elegida".
A pesar de las denuncias de los sobornos y comprobadas violaciones a los derechos humanos, el evento se celebraría, de cualquier manera, en Qatar. El mundial Qatar 2022 es considerado hoy el más caro de la historia y estará costando 220 mil millones de dólares, por las cuantiosas inversiones que se hicieron en infraestructura de todo tipo.
¿Qué es lo que ha permitido que Qatar pueda gastar una fortuna en este evento y por qué el interés de que se juegue la copa del mundo en su desértico país? El petróleo, el gas y múltiples negocios en el Mundo, son de las fortunas que tiene Qatar y que le permiten poder desarrollar este tipo de eventos.
Hace poco, el deporte llamó la atención de los cataríes, por eso fueron entrando al futbol mundial, comprando clubes como el “PSG: Paris Saint-Germain” (Nasser Al-Khelaifi) y el Málaga (Abdullah Al-Thani). Con estos clubes, Qatar ya forma parte del grupo multimillonario junto con sus países vecinos del golfo pérsico: Arabia Saudita y Emiratos Árabes. Países que han comprado la mayoría de los clubes de futbol europeos, por ejemplo: El club “Newcastle United” por Mohamed Bin Salman. El “City Footdall Group” por Sheij Mansour y Khaldoon Al Mubarak, un cúmulo deportivo que es dueño de distintos equipos como son el: Manchester City, New York City y el Melbourne City.
Desde hace poco, los multimillonarios de los países árabes, se han ido metiendo al terreno deportivo, comprando franquicias de equipos grandes. Pero no solo ellos tienen el deporte privatizado, también están los países como; Italia, Andrea Agnelli dueño del “Juventus de Turín”. Holanda, empresa Philips dueña del “PSV Eindhoven”. Alemania, la empresa Bayer dueña del “Bayer Leverkusen”. Japón, la empresa Toyota dueña del “Nagoya Grampus”.
Y sin poder faltar en esta lista, por el gran capital que manejan, están los multimillonarios estadounidenses que tienen los clubes deportivos privatizados, también como los árabes, los empresarios: Gerry Cardinale dueño del “Associazione Calcio Milan”. Patrick Mahomes dueño del “Sporting Kansas City”. El grupo D. U. United Holdings dirigido por Jason Levien y Steve Kaplan dueño del “D. C. United” y recientemente del “Swansea City”.
Así es como el deporte en el mundo está en manos de los poderosos multimillonarios, y estos hacen de él una mercancía, del cual solo ven sus intereses personales, los intereses de sus bolsillos, y no del bien colectivo. Y cómo la ambición de poder puede llevar a las organizaciones deportivas a cometer actos flagrantes de corrupción.
Alguien tiene que preocuparse por rescatar el deporte de las garras de los multimillonarios y devolvérselo al pueblo, que fue quien lo descubrió y desarrolló en sus orígenes.
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