MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El nuevo disparate presidencial

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La revista de análisis político Buzos publicó recientemente un reportaje especial titulado la “Controvertida compra de una aerolínea”, este trabajo periodístico que contiene investigación y compilación de datos muy importantes, que no quise pasar desapercibidos, es la razón por la que escribo estas líneas. En primer lugar, es importante no dejar de lado que el presidente Andrés Manuel López Obrador, desde que llegó a la presidencia de la república, se ha empeñado en hacer gala de sus más grandes propuestas que, dice, son innovadoras, pero que en el fondo no son más que obras que no benefician en nada a la población.

El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) es una de esas obras de las que hablo, se encuentra ubicado en la base militar de Santa Lucía y su primera etapa se inauguró con bombo y platillo, a pesar de que no estaba concluido, además de comerciantes y personas contratadas para dicha inauguración, el 21 de marzo de 2022, hasta la fecha sigue sin ser usado por las aerolíneas.

Las otras obras estrella de la 4T son el Tren Maya, que en un principio declaró que costaría 150 mil millones de pesos, pero que hasta el año pasado ya llevaba gastados 409 mil millones de pesos; la refinería de Dos Bocas tiene un gasto de 245 mil millones de pesos, y no está produciendo absolutamente nada; y no olvidemos la disparatada idea de la rifa del avión presidencial.

Después de enumerar las puntadas que pensariamos solo podría generar un loco y no el presidente de una nación, ahora se presenta con la ofensiva idea de comprar una aerolínea para apoyar con transporte a familias pobres que deseen vacacionar, incluso, a Europa.

De entrada, los expertos pronóstican que dicha propuesta será un fracaso rotundo debido a la inviabilidad técnica y jurídica. AMLO intenta utilizar el conocido nombre comercial de la empresa quebrada en 2010, Mexicana de Aviación, y crear otra aparte de ésta; además, pretende incluir una flota de aviones rentados.

Esa absurda idea me parece una completa grosería para el pueblo de México, ¿qué mexicano en su sano juicio, con un salario mínimo de 172 pesos, que apenas le alcanza para adquirir una parte de la Canasta Básica, va a gastar en un viaje a Europa, cuando apenas tiene para comer al día siguiente?

Al parecer, López Obrador vive en otro México, pues la pobreza en el país lejos de retroceder va en aumento: de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), en 2018,  había 52 millones de pobres; en 2020 la cifra subió a 55.6 millones y, en 2022, eran 58.1 millones.

Pero, esos datos no reflejan toda la realidad, aseguró la investigadora Araceli Damián, presidenta del Consejo de Evaluación de la Ciudad de México, las cifras de la CEPAL sobre la pobreza en México están basadas en los datos del Consejo Nacional de Evaluación de las Política de Desarrollo Social (Coneval), la agencia estatal que mide la pobreza en el país y que publica las cifras macro solo cada dos años.

Damián señala que "mientras la CEPAL habla de 52 millones de pobres en México, en 2018, la realidad es que aquí ya teníamos 90 millones de pobres, o sea, alrededor del 73 por ciento de una población de 132 millones".

Ante este nivel de pobreza ¿no les parece un absurdo impulsar una aerolínea para que los pobres puedan viajar a Europa? Este disparate presidencial deberíamos verlo incluso hasta como un insulto a los millones de mexicanos que padecen pobreza y desigualdad. Para trabajar en contra de ella, nuestra realidad merece ser vista y atendida por la más alta autoridad del país, como lo es el presidente López Obrador, pero ya sabemos que el tiene otros datos y así no se puede solucionar nada.

Los millones de mexicanos pobres no necesitan disparates; necesitan verdaderas alternativas que los saquen de su miseria. El Movimiento Antorchista ha sido claro, para cambiar la desigualdad y combatir la pobreza se requieren más empleos, mejores salarios, una verdadera repartición del gasto social, es decir, invertir en obras y servicios que se requieran y una política fiscal progresiva.

Solo aplicando estas medidas se podrá reducir la brecha de desigualdad que persiste en México y no con disparates que solo nublan la visión de los que padecen hambre y miseria.

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