El estado de Nuevo León muchos lo conocen por su zona metropolitana de Monterrey, su macroplaza, sus zonas industriales con oportunidades de empleos y demás, muy pocos, esa es mi percepción personal, conocen la zona rural del estado con municipios muy pobres como los que se encuentran en el sur del país. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) informa que en el año 2010 los municipios con más índices de pobreza fueron Mier y Noriega, Aramberri, Dr. Arroyo, General Zaragoza y Galeana, juntos concentraban el 5.8% de la pobreza en el estado. En el 2015 las cosas no han cambiado mucho y es que a la lista negra se le une el municipio de Rayones, todos con más del 60% de su población en pobreza concentrando todos un 6.9% de población en pobreza de todo el estado. Todos estos municipios con los índices más elevados en pobreza pertenecen a la zona sur de la entidad, los olvidados por los gobiernos y los ignorados tal vez por muchos que conocen solo la zona metropolitana. La zona sur existe, es bonita y llena de gente trabajadora que todos los días lucha por salir adelante, pero también una población que ha sufrido el abandono gubernamental.
La navidad este año no será igual en todo el país debido a una pandemia que azota a la humanidad, el desempleo que se ha ocasionado, el aumento de la pobreza, las zonas más pobres al menos hablo de la entidad donde vivo son las que este año tal vez algunos familiares no los visiten porque estén atravesando por una situación económica difícil o algún enfermo de la covid-19. Esta situación que vivimos en el estado y en muchas poblaciones del país me hizo recordar la poesía de Pablo Neruda que se llama "No vengas, Navidad&rdquo, aquí algunos de sus estrofas:
No vengas, Navidad,
que es muy temprano todavía,
las madres están temblando
en el sol del mediodía
y los niños en las calles
vagan so sin comida
y el campesino, aunque quiera,
no puede deletrearte en las vitrinas.
No vengas, Navidad,
como insulto a la pobreza,
no llenes de caros licores
a los ricos de la empresa,
ni ufanes a sus señoras
con perlas y con diamantes.
No vengas, Navidad,
ten compasión, no vengas.
No queremos combinaciones
de contrastes humillantes
con sedas finas de china
y manta vieja y zurcida,
con pavos de muchas marcas
y sal en una tortilla.
Esta navidad para muchos no será como todas y creo que para los más pobres en Nuevo León también será distinta porque habrá más necesidades, tal vez menos comida y con un futuro no muy lejano llenos de incertidumbre.
El próximo año será electoral y habrá la oportunidad de cambiar el rumbo de la nación, del estado y los municipios, entre ellos los que comprenden la zona sur de la entidad, se necesitan verdaderos líderes del pueblo que vean por su gente y le resuelvan sus necesidades, que promuevan proyectos grandes donde pueda generar fuentes de empleo y fomentar el desarrollo de las localidades y pueblos de Nuevo León. Ojalá, estimados lectores, reflexionemos y nos decidamos a cambiar nuestro futuro por uno mejor.
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