Hay ocurrencias presidenciales que llaman la atención, por ejemplo, de que ahora se creará una compañía de gas, para distribuirlo entre la población. El pretexto es que las compañías actuales son las que han aumentado el precio y él como el gran presidente humanista que es, está preocupado. Como muchas de las preocupaciones del presidente, que no resuelven nada, esta quedará como algo para la historia, la historia de Nerón.
Para el presidente, estamos en la cuarta transformación de la historia, pero al parecer no sabe que, en la historia, también la historia económica cuenta. En sus momentos, la revolución propuso colectivización forzosa de la tierra, pero a largo plazo eso no funcionó por muchas razones, los que aprendieron, los revolucionarios Chinos, por ejemplo usaron otros esquemas para que se siguiera produciendo, conservando la propiedad privada, pero manteniendo el control del estado.
En México, por supuesto que eso se realizó, es decir donde el gobierno tenía las principales empresas, que se fue deshaciendo de ellas para darle paso al modelo Neoliberal, que es que actualmente funciona en México, aunque el presidente diga todo lo contrario. De aquellas empresas sólo sobrevive, PEMEX y la CFE, pero observando cómo lleva la gestión la actual administración, de ellos no quedará nada. En México, el neoliberalismo, goza de cabal salud. Basta ver los precios de la gasolina y las empresas que extranjeras que trabajan en nuestro país sin que nadie las moleste.
En algo tiene razón en el presidente, la economía popular es importante; los precios de la canasta básica están por las nubes: el aceite sobrepasa los 40 pesos, la tortilla ya alcanzó los 20 pesos en las tortillerías, sólo por mencionar algunos productos de primera necesidad. Después del gas bienestar sigue: Aceite bienestar, Huevo bienestar. ¿Esa es la solución definitiva? Por supuesto que no.
Muchos de los productos que consumismos, empezando por la gasolina, el maíz, el trigo, etc. vienen del extranjero y allá el capitalismo goza de salud y nos venden al precio del mercado y no tendrán compasión de nosotros, sólo porque se dirige a ellos, el nuevo redentor de México y como el no tiene la capacidad de multiplicar los panes, espera que le regalen las cosas en el extranjero, como el anda regalando los bienes del país, piensa que los gobernantes extranjeros, le darán gratis lo que el pida.
Ya Madero, de quién es fiel seguidor el presidente, cometió el error de pensar que sólo porque él ya llegó a la presidencia, los problemas se resolverán sólo porque así lo diga él. Muchas de las soluciones ya nos la están enseñando el Partido Comunista de China que logró sacar de la pobreza a todos sus habitantes. ¿Cómo lo hizo? No creando compañías de gas, sino darle la iniciativa a la población, fomentando la producción privada, pero el Estado manteniendo las riendas de la economía. Invirtiendo en educación, en cultura, escuchando a su pueblo.
A un presidente no debería preocuparle solamente el presente, también el futuro. Y es probable que por el momento, no sea la forma para resolver el problema de fondo, como decía, para que el neoliberalismo deje de existir, no es suficiente declarar a la prensa, hay que trabajar en serio, en todos los sectores clave de la economía, invirtiendo recursos y tecnología para que en un futuro realmente seamos independientes en los hechos y no de palabra. En economía si se debe saber de cuentas, para saber si están funcionando los proyectos emprendidos.
Lo que decimos aquí no son malos deseos, es la realidad la que está diciendo que el presidente a lo único que se ha dedicado es a despilfarrar dinero que no es suyo, si fuera de él no habría problema, aun así, los empresarios también deberían preocuparse por el futuro del país, la refinería de Dos Bocas ha aumentado su costo de construcción en 900 mil millones de dólares más, en total van 8,900 millones de dólares lo que se ha invertido más lo que se acumule, el Tren Maya subió un 30 % del costo programado. Y algo parecido sucederá con el Gas Bienestar, sin lugar a dudas. Para que los precios sean justos, en la actualidad existen mecanismos en la ley que pueden usarse para que los precios se mantengan, pero eso no interesa, lo que se ocupa es hacer espectáculo.
Cuando un presidente está realmente comprometido con su patria debe reflexionar muy seriamente sobre lo que está haciendo, porque no es su familia, es el pedacito de patria que nos ha tocado lo que está en juego.
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