El mundo está pariendo una nueva era multipolar; emergentes fuerzas económicas y políticas en varias latitudes están provocando una reestructuración global, mientras la fiera del capitalismo occidental en decadencia, por medio de guerras, sanciones económicas, aranceles excesivos y bombardeo ideológico, se aferra a mantener el poder hegemónico en la mayor parte de planeta. Es un momento crucial en el que, si las clases trabajadoras, que producen toda riqueza y que dan el poder para gobernar a través del voto, no se esfuerzan por analizar, comprender a profundidad y emplear su fuerza colectiva en acciones para beneficio de su propia clase, se perderán y se convertirán en escalera por donde ascienden los líderes de ultraderecha mundial y nacional disfrazados de redentores, humanistas, salvadores de la patria. Estos líderes se están aprovechando del poder que tienen en los medios de difusión para provocar confusión y manipulación, dirigiendo el timón del barco del poder mundial, para que al final se quede en un cambio aparente, mientras que, en los hechos, y las élites poderosas minoritarias sigan dirigiendo las riendas del planeta. Actualmente, algunos por interés, otros por ignorancia, algunos más por hartazgo, continúan apoyando al rapaz imperialismo y otros abiertamente apoyan a las economías emergentes encabezadas por Rusia y China. Sin embargo, no se puede seguir creyendo en las bondades del imperialismo occidental, por ello, urge construir un mundo multipolar donde las principales potencias económicas, militares y políticas se obliguen ellas mismas a un equilibrio que genere una gobernanza más justa, distributiva y temporalmente pacífica en el planeta.

Para todos los que tienen una dosis de sal en la mollera, coinciden que en México el gobierno no está haciendo bien las cosas, agudos problemas sociales siguen galopando en caballo de hacienda por todas partes. Los discursos gubernamentales continúan impregnados de buenas intenciones, datos falsos y buscando culpables del pasado. Está claro que después de siete años de poder nacional, la mayoría de las acciones de gobierno, programas asistenciales, planes y estrategias gubernamentales no han exterminado la corrupción, reducido la pobreza, la aguda desigualdad social, la inseguridad, la falta de apoyo al campo, los problemas educativos, el deterioro de la salud pública por falta de medicamentos, personal médico e infraestructura, la raquítica infraestructura pública y servicios básicos en las zonas más rezagadas, los pendientes laborales del sector salud y educativo, la desigual distribución de la riqueza. Ahí continúan los problemas sociales carcomiendo, lastimando, afectando a la inmensa mayoría de la población trabajadora. Toda esta falta de resultados, incapacidad gubernamental, manejo electorero de los programas sociales y falta de atención a las necesidades de la mayoría de los sectores sociales ha venido generando un despertar de las víctimas que están siendo encabezadas falsamente por líderes de la derecha en el país, debido a la falta de educación política de las masas.

Algunos líderes corruptos de partidos políticos, expresidentes de derecha, empresarios ultraderechistas agiotistas y jóvenes inquietos que desconocen la política científica del país, han empezado a encabezar protestas por la inconformidad social en varios sectores de la población, muchos de ellos azuzados por fuerzas oscuras nacionales y extranjeras, falsamente estos líderes han expresado con cinismo y sin rubores que ellos son los verdaderos defensores de los intereses de la patria, la justicia social y el bienestar del país. En la historia, cuando las élites de derecha, conservadoras, explotadoras han sido genuinas defensoras de los intereses de los más humildes que son la inmensa mayoría, solo han ocupado careta de salvadores y bandera de justicia para aglutinar a las mayorías y llegar al poder para gobernar en beneficio de sus intereses. El desconocimiento, la manipulación política, el control ideológico de las masas pueden ser armas muy poderosas para volver a aceptar, permitir y creer que los líderes que abiertamente emanan de la derecha serán los salvadores de las crisis en que se encuentra sumergido el pueblo. ¡Alerta desde ahora! Sería un error mortal, que la población inconforme por los desaciertos del gobierno actual, el pueblo trabajador se daría un tiro en el pie o un poquito más arriba si vuelve a creer en los añejos y nuevos líderes de derecha, que sí tienen claros sus intereses de clase y para qué regresar al poder nacional.

Los trabajadores mexicanos de todos los sectores productivos deben abrirse de ojos y mente, para no dejarse atrapar por falsas promesas y discursos llenos de falso humanismo, no deben permitir ser dirigidos por líderes de derecha con máscara de defensores de los intereses de las mayorías, sería un error muy grave que pagarían muy caro como en sexenios pasados. El reto no es sencillo, pero es lo que se necesita para que el poder nacional sirva al pueblo; se requiere formar una vanguardia educada y organizada que esté integrada por verdaderos hijos de pueblo, gente trabajadora, que sea capaz de dirigir en cada centro de trabajo, colonia o barrio a sus compañeros que estén dispuestos a participar para mover a este país y transformarlo de raíz en beneficio de la mayoría de las familias hoy empobrecidas y llenas de carencias materiales y espirituales. La segunda condición que se necesita es educarse políticamente para tener la claridad de cuáles son las rutas que deben emprender para acabar con la injusticia, la explotación y hacer una repartición equitativa de la riqueza nacional. Alto a los falsos redentores que se dicen defensores de los intereses nacionales, solo los hijos educados del pueblo pueden construir un mundo más justo para sus hermanos de clase.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario