Platicando con un campesino sobre el actuar de los partidos políticos de cómo se comportan antes, durante y después de las elecciones me decía: Es que ya no sabemos a quién creerle, todos dicen lo mismo, “que nosotros somos los más importantes”, “que quieren gobernar para nosotros”, “que ellos vienen de familias pobres y que nos entienden”, pero cuando ganan ya ni nos conocen.
Creo, en mi modesto entender, que la gente que piensa así y que no son pocos, tienen razón, es lógica su forma de pensar, pues, es raro el candidato que presenta propuestas concretas; la inmensa mayoría habla vaguedades, “yo soy del pueblo y para el pueblo”, “por el bien de todos, “trabajaremos por un mejor San Luis”. Pero lo que sucede en la realidad es totalmente distinto, durante los más de tres años de gobierno de Morena los pobres perdieron casi todos los apoyos federales, Seguro Popular, Prospera, Seguro catastrófico, Apoyo para el campo, etc. Y San Luis, veremos con el tiempo.
¿Qué pasa con el ciudadano a la hora de votar, de elegir a su gobernante?, ¿Qué toma en consideración?, según este campesino son dos cosas: por un lado, lo que conoce o ha escuchado del candidato, o él que le prometa más. Al parecer la clase en el poder, o sea, la gente que controla a los que gobiernan, tienen a la población justo en el punto donde querían tenerlos, por un lado los ciudadanos no tienen información de los candidatos más que la que les conviene dar a conocer a través de su propaganda, y por otro lado, una población empobrecida llena de necesidades lo cual la hace vulnerable y manipulable, ¡el terreno está preparado para el esplendor de la oligarquía!, para que sigan gobernando los dueños del dinero, los que tienen los recursos para salir en cada elección a comprar votos.
Varios nos confundimos pensando que los que gobiernan promueven el voto (o lo compran) con el recurso que les da el INE a los partidos o a los candidatos. Totalmente falso. El mismo López Obrador fue evidenciado en varios videos recibiendo dinero para su campaña a través de su hermano Pío. ¿Pero qué ganan esas personas que “donan” millones a la campaña de uno o varios candidatos? Los dueños del dinero ven las candidaturas como una inversión, al “donar” recursos para la campaña de algún candidato, obtienen que una vez que gane, sea en el puesto público que sea, que dicho funcionario estará de manera incondicional a su servicio, impulsando las leyes, los programas, los convenios o contratos que a ellos convengan, solamente veamos como el mismo López Obrador a “beneficiado” a sus protectores, otorgándole varios contratos de obras: en el Tren Maya, Dos Bocas, e importantes concesiones de extracción de minerales, etc., al grupo Salinas le ha otorgado el manejo de los recursos financieros de casi todos los programas sociales: 70 y más, jóvenes construyendo el futuro, etc., y la lista sigue. Pero estas personas para poder invertir en las elecciones necesitan, en primer lugar, candidatos que estén dispuestos a venderse, que tengan la desvergüenza de ir ante el pueblo, mirarlo a la cara y mentirle sin sentir ningún pudor. El pueblo tiene que aprender a ver al lobo debajo de la piel de oveja, y esto no es nada fácil porque cada día la cubren mejor a través de los medios de comunicación y propaganda, solamente nos resta hacer crecer la organización popular para poder proponer nuestros propios candidatos y educarnos políticamente para poder tomar las mejores decisiones a la hora de votar, y en este momento para cubrir esos objetivos, no cabe duda que el Movimiento Antorchista Nacional es la mejor opción.
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