El 15 de abril, el antorchismo mexicalense inició una de las luchas más importantes para el municipio: la lucha por la electrificación de colonias y la regularización en el pago de servicios y nuevas conexiones.
Esta lucha, que mantuvo por cinco días en plantón a los manifestantes a las afueras de las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), rindió frutos importantes para cientos de familias de escasos recursos que, hasta la fecha, no tenían el servicio de energía eléctrica.
La lucha avizoraba una serie de manifestaciones en diferentes municipios del estado para respaldar la lucha en Mexicali. Sin embargo, las manifestaciones se detuvieron al existir el compromiso por parte de la dependencia federal de cumplir con una serie de demandas que solicitaban los antorchistas cachanillas.
Las manifestaciones en Baja California se detuvieron al existir el compromiso por parte de CFE de cumplir con una serie de demandas que solicitaban los antorchistas cachanillas.
Es una muestra más de que sólo la lucha organizada, la fuerza social de Antorcha y el pueblo unido pueden lograr demandas importantes; una muestra más de que este es el camino correcto para los miles de bajacalifornianos que aún no encuentran respuesta a demandas tan importantes que se ven en cada una de las colonias, pueblos, ejidos y fraccionamientos.
Antorcha ha demostrado que la fuerza que tiene en todo el estado, y en el país, es una fuerza social real, y que las demandas que se enarbolan son de carácter urgente, que cuando acudimos a una dependencia de Gobierno no exigimos demandas particulares, sino que respondan a demandas que durante años han estado en lista de espera, olvidadas por una y otra autoridad; pasan años, elecciones y nadie se acuerda de ellas.
Nuestra lucha es legítima y respondemos a las necesidades del pueblo, porque somos la única organización que representa los intereses del pueblo trabajador. Desde que llegamos a ellos, les explicamos, les marcamos el camino y les demostramos que solamente de manera organizada podremos lograr nuestro cometido.
Que esta lucha que libraron los antorchistas cachanillas sea un ejemplo para el antorchismo bajacaliforniano. Ellos demostraron que es posible conseguir lo que por derecho nos corresponde, en condiciones nada favorables, con temperaturas altas. Ellos se mantuvieron al pie del cañón demostrando que el ideal de una vida más justa se logra gracias a la abnegación, fraternidad y lucha.
El camino lo tenemos marcado todos los antorchistas. No desmayemos en seguir luchando por este mundo que soñamos. Es urgente demostrar que no serán los gobernantes quienes vengan a ofrecernos soluciones, que solamente la lucha rendirá frutos.
Es urgente y necesario que nos dispongamos a difundir nuestro proyecto, a que todos los bajacalifornianos para que los mexicanos conozcan nuestro proyecto y que juntos, como hace 50 años, trabajemos hasta llegar a nuestra meta.
Hoy, en un país que se encuentra en una crisis política, es necesario que todos, todos los antorchistas, levantemos la bandera roja y con ella guiemos a los mexicanos a este futuro que soñamos. Nadie más lo hará.
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