MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El sempiterno ciclo del cisne

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Franz Schubert, nacido el 31 de enero de 1797 en Viena, Austria, es uno de los compositores más destacados del período romántico. A pesar de su corta vida, Schubert dejó un legado musical impresionante, con más de 600 obras en su haber, incluyendo sinfonías, música de cámara, óperas, música vocal y canciones.

Desde una edad temprana, Schubert mostró un talento musical excepcional. A los 11 años, ingresó al coro de la Capilla Imperial de Viena, donde recibió una educación musical sólida. Aunque su formación fue principalmente autodidacta, Schubert demostró una habilidad innata para la composición y comenzó a escribir música desde una edad temprana.

La música de Schubert se caracteriza por su belleza melódica, su riqueza armónica y su expresividad emocional. Sus composiciones son profundamente líricas y emotivas, y reflejan su sensibilidad artística y su profundo conocimiento de la naturaleza humana. Schubert fue un maestro en la creación de melodías inolvidables y en la exploración de una amplia gama de emociones en su música.

Una de las obras más conocidas de Schubert es su ciclo de canciones "La bella molinera" (Die schöne Müllerin) y "Viaje de invierno" (Winterreise). Estas canciones, escritas para voz y piano, son consideradas obras maestras del género y muestran la habilidad de Schubert para capturar la profundidad de las emociones humanas a través de la música.

Además de sus canciones, Schubert también compuso nueve sinfonías, siendo la Sinfonía No. 8 en si menor, conocida como "La inacabada", una de las más famosas. Esta sinfonía, aunque incompleta, es un ejemplo destacado de la habilidad de Schubert para crear melodías cautivadoras y desarrollar ideas musicales de manera magistral.

Schubert también escribió música de cámara de gran belleza, incluyendo sus famosos cuartetos de cuerda y tríos de piano. Estas obras muestran su habilidad para combinar diferentes instrumentos y crear texturas musicales ricas y complejas.

A pesar de su talento y éxito como compositor, la vida de Schubert estuvo marcada por la pobreza y la enfermedad. A menudo luchaba por encontrar trabajo y vivía en condiciones precarias. A pesar de estas dificultades, Schubert continuó componiendo hasta el final de su vida, dejando un legado musical duradero.

Franz Schubert falleció el 19 de noviembre de 1828, a la edad de 31 años, dejando un vacío en el mundo de la música. Su influencia en compositores posteriores, como Gustav Mahler y Johannes Brahms, es innegable, y su música sigue siendo apreciada y amada por audiencias de todo el mundo. Su música sigue siendo apreciada y admirada hasta el día de hoy, y su influencia en la música clásica perdura. 

Todos, seguramente, hemos escuchado su “doliente” serenata, que inspiró incluso al propio Manuel Gutiérrez Najera a escribir un poema. Este que bien podría formar parte del ciclo del cisne que parece una anécdota entre l madrugada y el amanecer en que los cisnes se cortejan y “flirtean” entre ellos, hasta que l mañana los sorprende.

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