Los momentos difíciles que vive nuestro país por la situación de la pandemia y su repercusión en la economía y en todos los aspectos de la vida política y cotidiana, los más golpeados vienen siendo los trabajadores, los obreros en este caso concreto por la pérdida de empleos, la disminución de los salarios al incrementarse el costo de la canasta básica y todos los demás problemas que vienen padeciendo ya las familias proletarias desde hace mucho tiempo. Esta situación decía yo, debiera despertar y poner en alerta a todas las centrales sindicales y sus dirigentes, pero al parecer se han olvidado que son representantes obreros y que debieran estar pugnando porque a los obreros se les respetara e incluso, incrementara más el salario por el periodo especial que se está viviendo, son los sindicatos los que más deberían estar luchando, protestando para defender los derechos laborales y no sufran los obreros y sus las familias y puedan subsistir además ante los embates de la pandemia; pero al parecer los sindicatos han guardado silencio, se han quedado inmóviles, será por la pandemia? o porque los patrones los controlan a ellos también, o bien porque ya no son verdaderos representantes de los trabajadores, yo creo las causas son estas dos últimas, es decir, que son líderes o representantes impuestos por los patrones y el gobierno, por eso lejos de ver y más en estos momentos, a verdaderos sindicatos de lucha, defendiendo a sus representados, han preferido guardar silencio, no se ve algún sindicato que sepamos que esté dando una verdadera lucha para que los obreros mejoren sus condiciones laborales y desde luego económicas, todo los sindicatos han guardado silencio como siempre, salvo sus excepciones como la CRT que no ha dejado de luchar y estar siempre del lado del obrero; los más trascendentes como la CTM, la CROC, la CROM, los independientes, los que se dicen de izquierda, todos se encuentran inmovilizados cuando más el obrero necesita de ellos por la contingencia de la pandemia, al parecer incluso han perdido el rumbo, el espíritu de lucha si es que alguna vez lo tuvieron y por lo tanto se han vuelto oportunistas y vividores de las cuotas sindicales; sabemos además, que los obreros de base ya no creen en ellos porque han perdido credibilidad y la confianza, ya no se sienten representados por ellos, sabemos por ejemplo que solamente 4 millones 500 mil trabajadores están afiliados y divididos entre todas las organizaciones sindicales existentes lo que representa el 12% del total de trabajadores; otro dato es que la CTM por ejemplo solo tiene 756 mil afiliados, la CROC 89 mil, la CROM 48 mil y así sucesivamente con los demás, es decir, su representatividad ha caído, a esto le sumamos la falta de combatividad si es que alguna vez la tuvieron también y completamos el cuadro para ver a un sindicalismo deshecho, corrompido y prácticamente en desaparición. Existen otros pero ya de corte morenista como la confederación internacional de trabajadores (CIT), encabezada por el senador Napoleón Gómez Urrutia, y otros sindicatos emergentes como el PETROMEX dirigido por Yolanda Morales Izquierdo que aparece en 2019.
Como podemos notar pues, estos sindicatos y todos los que ya conocemos no son coaliciones que hayan surgido como resultado de una lucha verdadera de los trabajadores, sino que surgen como una forma de seguir controlando (esclavizando) al obrero desde el poder central, es decir, desde la presidencia de la república como en su tiempo fue con Álvaro Obregón primero y luego con Lázaro Cárdenas del Río; así pues, mientras no haya un sindicato surgido de la necesidad y lucha del obrero, no habrá quien defienda verdaderamente los intereses de los obreros, de aquí se desprende la gran importancia de que el obrero reflexione y vea hacia otros horizontes, que adquiera conciencia de su verdadera situación de explotado y de clase social, y que mientras él no entienda y no acepte que es explotado no podrá defender sus intereses ya sea por la vía de un sindicato o de un partido político de corte proletario también. Esta es la gran tarea y los obreros mexicanos estamos obligados a cumplirla, la historia nos está llamando para cumplir con esta misión, preparémonos y luchemos para poder cumplir con este gran reto, porque nadie más lo hará por nosotros.
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