En estos días se desarrolla la presentación de informes de diferentes gobernantes, todos ellos mostrando “sus avances”, pero es necesario acentuar varios puntos en muchos de esos informes.
Pareciera que todo va bien, pero no; las cosas en nuestro país están cada día más calientes y es necesario aplicar un método que cambie esta situación. Se necesita un programa de trabajo y de gobierno que garantice políticas para los más desprotegidos; para los que trabajan todos los días y mantienen de pie a las grandes ciudades.
No nos engañemos con los cantos de sirena que cuentan que han hecho mucho: que ya llevaron bacheo a una calle, que ya llevaron una despensa, que ya pintaron una barda. Busquemos obras importantes: que los políticos informen cuántas calles se comprometieron a pavimentar y cuántas han pavimentado. Que informen cuántas viviendas o lotes han entregado y, que a la par, informen cuántos mexicanos lograron salir de la pobreza.
Sí, cuántos mexicanos tienen qué comer, cuántos tienen un trabajo y salario digno, cuántos cuentan con educación, vivienda y salud. Cuando se avance en estos rubros, entonces los gobernantes tendrán que verdaderamente informar y no sólo dar discursos baratos.
Por eso tiene que luchar Antorcha: por una vida más justa y equitativa; por organizar y educar a la gente, por que luche de manera consciente y juntos logremos la sociedad que tanto hemos anhelado.
Es necesario trabajar en ello todos los días, siempre con la idea de que un mundo mejor es posible, y de que para lograrlo necesitamos de miles de manos. De obreros, de campesinos, de estudiantes, amas de casa. Necesitamos de todos para llegar a la meta; de lo contrario, tardaremos un poco más.
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